Citarán al forense que examinó a Luis Espinal
Se busca practicar una necropsia
El Ministerio Público identificó al médico forense que examinó el cadáver del jesuita Luis Espinal y le convocó para que declare en los próximos días, con el fin de obtener más información de la causa de la muerte del religioso.
Este nuevo caso iniciado en la Fiscalía de Sucre, dio un nuevo giro luego de que en octubre de 2015, el coronel (p) Roberto Meleán, que cumple su condena en el penal de Chonchocoro por delitos cometidos durante la dictadura de Luis García Meza (1980-1981), reveló que seis exjefes militares planificaron el asesinato de Espinal, el 21 de marzo de 1980.
Tras esta información, el Ministerio Público realizó diferentes pesquisas, entre ellas una nueva toma de declaraciones a García Meza y a otros exjefes militares que están encarcelados.
“Hemos recibido información del Colegio Médico de La Paz, con relación al domicilio y algunos datos del doctor (Rolando) Costa Arduz, forense que emitió el certificado sobre la muerte de Luis Espinal. Necesitamos contar con la versión de este médico por eso se lo citará en esta semana”, expresó el fiscal asignado al caso, Genaro Quenta.
Pesquisa. Explicó que la Fiscalía necesita documentos incluso para practicar una necropsia, documentos que solicitaron en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). Según el fiscal, se les solicitó los antecedentes del fallecimiento de Espinal.
Quenta mencionó que del Cementerio General se envió dos hojas simples del entierro en las que se identifica el nombre del médico forense. “Es muy escasa la información”, en la que se indica que habría muerto por golpes agudos.
El representante del Ministerio Público señaló que la pesquisa pasa por algunas dificultades, como el de poder notificar a personas que conocen sobre el caso, como el expresidente Carlos Mesa, ya que no tiene una dirección exacta en dónde vive.
Quenta adelantó que también se tomarán declaraciones a exjefes militares y que ya solicitaron a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), pero que no hay una respuesta.
Por este caso ya se convocó a declarar a dos religiosos, Eduardo Pérez Iribarne y Javier Albó.
El sacerdote jesuita murió a manos de un grupo de paramilitares que lo secuestró en la zona de Miraflores, en la ciudad de La Paz. Al día siguiente, el 22 de marzo de 1980, su cuerpo sin vida fue encontrado en el camino hacia el nevado Chacaltaya, más arriba de la zona Plan Autopista, donde se le rinde homenaje cada año.