Icono del sitio La Razón

La Policía tuvo que burlar a un poblado para atrapar a Tardelli

El mayor problema que enfrentó la Policía para dar con el brasileño Mariano Tardelli, el cabecilla de la banda de atracadores de la remesa de Brinks, fue la protección que recibió de toda una comunidad en la zona fronteriza con Brasil.

Los comunarios no solamente hacían el papel de informantes y daban apoyo logístico al extranjero que intentaba fugar del país, sino que además proporcionaban información falsa a las autoridades en su afán de desviar el operativo de búsqueda. Incluso llegaron a realizar un bloqueo para obstaculizar el cerco policial.

Tardelli había organizado el atraco del 30 de marzo en una hacienda en Santa Ana de Chiquitos, a unos 120 kilómetros de Roboré, donde durante semanas se entrenaron los delincuentes. En ese tiempo el brasileño se encargó además de cultivar lazos con los habitantes de la zona, apoyado en su dinero; algunos dirigentes recibieron pagos a cambio de su ayuda.

Fue tal el cerco de protección para el brasileño que la Policía tuvo que cambiar de estrategia cuando se percató de aquello. “Una comunidad entera se puso a su servicio”, afirmó este lunes el ministro de Gobierno, Carlos Romero, durante una entrevista con radio Compañera.

Dijo que los policías  llegaron a establecer que algunas personas informaban de sus movimientos a los atracadores, por lo que entonces cambiaron de estrategia y comenzaron a perseguir a los comunarios con agentes encubiertos infiltrados en la población.

“Así cae Tardelli, porque se perseguía a los comunarios con gente encubierta… Le llevan la comida y ahí se lo captura”, contó el ministro. Recordó que incluso algunos de los pobladores, cuando eran consultados sobre los atracadores, intentaban mandar a los policías a la Gaiba, distante a muchos kilómetros de donde realmente se encontraba.

Anunció que ahora se investigará a las personas que protegieron al brasileño, quien fue enviado al penal de máxima seguridad de Palmasola junto a sus cómplices detenidos. “Él reconoce que recibió protección y que pagó dinero a algunos líderes indígenas locales. Ese es un tema que nosotros también vamos a pedir que sea investigado”, contó.

Tardelli fue finalmente capturado el sábado a 40 kilómetros de Santa Ana de Chiquitos, en la población chiquitana de Naranjo, donde habitan unas ocho familias. Allí, los pobladores de la zona aseguran que fueron los principales responsables de la captura.

Una comunaria del lugar relató a un grupo de periodistas que, cuandeo llegó hasta la población, le dieron de beber un vaso de refresco con pastillas para que duerma, tiempo que aprovecharon para informar a la Policía que se encontraba en el zona. (10/04/2017)