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Un debilitado Chile defiende ante la CIJ su rechazo a negociar una salida al mar

Un debilitado Chile asiste este jueves y viernes a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para responder a los alegatos orales de Bolivia, que entre el lunes y martes apuntaló sus argumentos en demostrar que su vecino tiene la obligación, bajo el amparo del derecho internacional, de negociar un acceso al mar más allá del Tratado de 1904, tal como asintió al tratar el asunto hasta 2011.

La tarea no es nada fácil. Así lo deslizaron fuentes vinculadas con el equipo jurídico chileno que administran el caso y que se vieron sorprendidos por el “superior” desempeño de los litigantes bolivianos en su segundo día de alegatos. Su tesis sobre el acuerdo de 1904 que definió los límites entre ambos países es el tema que con mayor frecuencia esgrimen las autoridades chilenas, pero que sin embargo no forma parte de la demanda boliviana.

Así, no se prevén mayores novedades a lo ya argumentado por Santiago en su contramemoria y dúplica en el juicio alentado por Bolivia desde 2013 en el máximo tribunal de justicia del orbe, al que Chile ve con renuencia por el no grato antecedente de un juicio similar contra Perú (2008-2014) en el que perdió parte de su mar territorial.

Pero no solo es eso. Recién el lunes se estrenó y juró el juez ad hoc Donald McRae en la Corte tras la renuncia de la canadiense Louise Arbour en 2017.

También el canciller chileno Roberto Ampuero, escritor y exembajador, luce sus primeras galas frente a los demandantes por vez primera tras su reciente posesión a principios de este mes por el cambio de gobierno que erigió a Sebastián Piñera como presidente de Chile en reemplazo de Michelle Bachelet.

No está de más recordar el remesón dentro del equipo jurídico que provocó los alejamientos al cargo de agente de Felipe Bulnes, en 2015, y José Miguel Insulza, en 2016, este último exsecretario de la OEA. El actual delegado para ese puesto Claudio Grossman no ha cobrado relevancia.

Pero el golpe más fuerte se ha suscitado al interior del mismo poder Legislativo chileno, cuando varios deliberantes de la denominada línea humanista y de izquierda han exteriorizado su abierto respaldo a la causa boliviana e incluso plantearon entregar una parte de su territorio para resolver el centenario diferendo con su vecino justo en el prolegómeno é ínterin de los alegatos orales.

El diputado del Partido Humanista, Florcita Alarcón, conocido artísticamente como Florcita Motuda, respaldó la consecución de una solución a la controversia a través de la cesión de un corredor tal como se esbozó en las conversaciones de Charaña que acercó a los expresidentes de facto de Bolivia Hugo Banzer y de Chile Augusto Pinochet.

Aseveró, a sabiendas del malestar en La Moneda, que “lo que pide Bolivia es ¡muy poco!, es muy poco al lado de todo lo que perdió”.

Pero los golpes más certeros son del senador Jorge Pizarro, quien desde La Haya, sede de la CIJ, y como parte de la comitiva “transversal” chilena que sigue los alegatos, indicó que su país no debería cerrar la posibilidad de ceder a Bolivia incluso territorio con soberanía, sismpre que las condiciones sean favorables para Chile.

Otro “sacudón» lo dio el senador y excandidato a la presidencia chilena Alejandro Guillier, quien habló hace un par de semanas de “canje territorial”. Piñera admitiría luego que esa postura de su excontendor electoral “quebró un poco la unidad que tenemos en la defensa de nuestros intereses”.

Hay otros como el diputado Tomás Hirsch o el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, que también se sumaron al creciente respaldó a la demanda boliviana de acceso al mar, pese a que Piñera salió al frente para remarcar que su país no perderá “territorio ni soberanía”.

Esas muestras fueron ponderadas este miércoles por el presidente Evo Morales tras inquirir que Santiago “tiene diferencias con sus congresistas, su pueblo” a marcada diferencia de la “unidad” boliviana.

Para el mandatario, el país demandado “no tiene argumentos jurídicos ni históricos para demostrar” que no han incumplido compromisos de entregar un acceso al mar, una de las bases de la demanda boliviana.

“Saben perfectamente que hay una deuda, que hay un daño que se hizo”, aseguró y destacó la exposición de los “impecables” e “irrebatibles” argumentos bolivianos planteados en la primera parte de los alegatos orales.

Desde Palacio Quemado, Morales y su gabinete en pleno seguirán este jueves con mucha atención el comienzo de los alegatos de Chile, cuyos argumentos, como el de que el Tratado de 1904 cerró los temas pendientes, para el ministro de Justicia Héctor Arce, fueron “devastados” en las más de seis horas de alegaciones bolivianas.

En Bolivia, no se descarta ninguna posibilidad de solución a la controversia en tanto la corte no emita un fallo y se establezcan las nuevas condiciones del nuevo escenario en la relación entre ambos países, indicó el ministro de Defensa, Javier Zavaleta. (21/03/2018)