Programas, el debate ausente
¿Decidir el voto según las propuestas es una utopía? ¿Dónde queda el ‘voto informado’?
Mientras para unos es un ideal, para otros no pasa de ser una ilusión: que la gente decida su voto con base en el programa de gobierno de los partidos y alianzas. Si esto era difícil antes, hoy, en los tiempos de lo que se puede llamar la meme-ideología, es mucho más complicado. Lo ideal, recuerda el politólogo Jorge Lazarte, es el “voto informado”; para esto, bueno sería, dice, recuperar la práctica del debate político. “La población y los medios de comunicación deberían estar formados para no dejarles (a los políticos) decir cualquier cosa, inventar historias, acusar de todo, hablar demasiado y no decir nada; se necesita una sociedad informada y una democracia de debate”.
Vale la pena preguntarse, provoca el analista en temas electorales Carlos Cordero, si la gente en verdad vota conociendo los documentos de los partidos. “Los programas son un mero requisito; nadie los lee, y no es verdad que la gente vote leyendo un programa de gobierno”.
Para el politólogo Marcelo Silva, de todos modos hoy día es un poco temprano para hablar de los programas de gobierno; si bien todos éstos existen, pues es un requisito presentarlos al Órgano Electoral, las ideas y propuestas irán saliendo a flote y el debate se calentará en los meses previos a la elección general de octubre de 2019. Según el momento, los debates se irán concentrando, afirma, “o en el personaje, en las cualidades de los candidatos; luego podrán venir los puntos negros de los candidatos, la guerra sucia; y, tercero, las propuestas de la gestión”.
Partiendo de la convicción de que los programas de gobierno sobre todo son “un dulce para los intelectuales y para los periódicos”, Cordero enfatiza que especialmente para la elección de octubre de 2019, el gran ambiente y tema del debate será la credibilidad, la confianza que la gente tenga en los candidatos.
“Va a haber un gran debate, pero no de programas de gobierno, sino entre autoritarismo y democracia, continuismo y alternancia, ineficiencia y eficiencia, corrupción y transparencia, violación de los derechos humanos y ciudadanos y su defensa”, entre el MAS (que encarnaría todas las primeras partes de los dilemas) y la oposición política que sea capaz de ponérsele enfrente, dice Cordero.
En suma, para el analista el voto de octubre será de la mayor o menor “sintonía que tenga cada candidato con el sentimiento ciudadano”.
Con todo, se lean o no completos los programas de gobierno, el debate se nutrirá de ideas, propuestas, promesas, compromisos, etcétera, hasta de insultos, todo lo cual, mal que bien, expresará tanto la visión de país que tiene cada partido, como su programa de gobierno, sus propuestas de políticas públicas, insiste el politólogo Jorge Lazarte.
Y mucho de la seriedad de cada partido, por ejemplo, se verá, dice, en si saben diferenciar el programa de gobierno de la carta de principios, y ambos, de la visión de país.
La visión, “cómo piensan el país de aquí a 20, 30 años”, las grandes líneas del desarrollo. Sobre ello debería venir la “carta de principios”, “son democráticos, no lo son, en qué sentido lo son, cómo van a funcionar las instituciones, etc.”. Para terminar de aterrizar en el programa de gobierno: “lo que piensan hacer, sobre la base de la imagen que ofrecen al país hacia adelante: las políticas públicas que recomiendan, qué harían en los cinco, cuatro años de gobierno”.
Aunque, concluye Lazarte, “normalmente los partidos no trabajan bien estos tres aspectos, tampoco los diferencian y [lo peor, se puede agregar] a la gente no le interesa demasiado todo esto”.
Por esto son importantes los debates, insiste el analista Lazarte, pues ayudan a exponer y explicar estas cuestiones; alertan a no caer en el mero “discurso de frases, frases que según ellos les van a dar votos, aunque eso no tenga nada que ver con su programa de principios, sus políticas públicas o su visión de país”.
Esto de no hablar de dichos documentos, por lo menos en teoría, rectores del partido, deriva en las “peores patologías de la democracia”: la demagogia en sus una y mil formas, previene Lazarte.
Junto con Lazarte, el analista político Silva propone casi un método para sopesar el discurso político, con base en una reflexión acerca de sus documentos fundamentales.
En los programas hay que saber ver tres cosas, afirma: uno, su sustrato ideológico; dos, los grandes desafíos, estructurales, que tendría el país; y, tres, las políticas públicas que prevén en su gestión si es que ganan.
La ideología. Lo que se llama la “concepción del mundo y del país” que tengan: si adscriben de ser liberales, de compromiso social, más o menos cerca del estatismo, ‘socialdemócratas’, en fin. Aquí un apunte importante que hace Silva: “Esta visión no siempre va a estar enmarcada en la dicotomía izquierda-derecha”.
Lo segundo, los “grandes desafíos del país”, se refiere a los problemas estructurales que el partido cree urgentes de resolver “en los ámbitos económico, social, del desarrollo; todo lo que no se ha podido construir en este tiempo; apunta a casi establecer un diagnóstico de las falencias estructurales que tiene el país; temas, por ejemplo, de salud, justicia, hidrocarburos, en fin”.
Y, el tercer elemento, las políticas públicas, que deben verse como el tramo del “aterrizaje completo” de todo lo que dicen los partidos: “Son las políticas públicas concretas para abordar aquellos temas estructurales; en el problema de salud, por ejemplo, ‘se va a elaborar las siguientes siete, dos, cuatro políticas públicas; con tal y cual presupuesto’; determinando qué harán las gobernaciones y municipios”, destaca Silva.
Ante la frecuente acusación del MAS a la oposición, de que ésta en el fondo no tiene programa posible, tras más de una década de Estado plurinacional, el politólogo destaca un rasgo clave de cualquier programa de gobierno: ser realista.
Mal que bien, pese a lo que pese, hoy día hay una configuración del Estado boliviano “que ya se ha vuelto patrimonio, constructo social”; derroteros como la plurinacionalidad, el proceso autonómico; “por ejemplo, volverse Estado liberal, que implique suspender los bonos, sería un suicidio”, por lo menos para quien quiera tomar el poder vía elecciones.
Por esto, concluye, a la oposición no le queda otra que “hacer un híbrido entre la capacidad de establecer las falencias que ha tenido el MAS en estos 12 años, y los complementos a sus políticas también de estos 12 años. Yo creo que la propuesta de la oposición no va a ser de un cambio estructural, radical; probablemente se apunte hacia ciertos sectores, salud, justicia, la función ética del Estado; en el tema económico, por ejemplo, va a proponer muy poco, que tendrá que ser complementario y hasta subsidiario a las falencias del MAS”.
Finalmente, en los recuadros adjuntos se puede ver los programas inscritos en el Órgano Electoral Plurinacional de los partidos y alianzas que están en carrera por la presidencia del país. Aunque fueran documentos “que nadie lee”, no deja de llamar la atención, por ejemplo, el número de páginas, el mayor o menor empeño que ponen para sistematizar el documento, si son para las elecciones que vienen o para las que ya pasaron; y hasta el listado de medidas que proponen al país.
Alianza UN-Demócratas
■ “Una mejor Bolivia es posible: La unidad es el camino. Programa de gobierno de Unidad Demócrata para transformar el país”.
■ Lleva la fecha “julio 2014”.
■ 77 páginas.
■ Se ordena en tres secciones: Ideología, Diagnóstico, Propuesta.
■ En la parte de Propuesta, desarrolla “Cuatro planes nacionales”: Plan Bolivia Progresa (crecimiento económico con solidaridad); Plan Nacional de Bienestar (salud, educación, pensiones y vivienda); Plan Nacional de Inclusión Social (acceso de todos a los servicios básicos); Plan Nacional de Convivencia y Seguridad Ciudadana (erradicar la inseguridad, el alcoholismo, la drogadicción y la delincuencia).
Alianza Ciudadan@s (FRI-Sol.BO)
■ Se estableció el 30 de octubre, en La Paz
■ En el acuerdo firmado el 30 se señala: “Las bases ideológicas de la propuesta electoral y programa de gobierno serán la plena vigencia de la democracia, el cumplimiento del mandato del referéndum del 21 de febrero de 2016, la renovación ética y generacional de la política boliviana, la atención prioritaria y resolución de los problemas en la justicia, la educación, la salud, el cuidado del medio ambiente, la consolidación de las autonomías y el rechazo a toda forma de corrupción”.
MAS
■ “Bolivia: Juntos vamos bien para Vivir Bien. Programa de gobierno 2015-2020”.
■ Lleva la fecha del 4 de julio de 2014.
■ 85 páginas.
■ Consta de tres partes: la Bolivia que nos dejaron; la Bolivia de hoy; y la Bolivia que queremos en 2015-2020.
■ En la última, desarrolla las 12 propuestas para Vivir Bien: Erradicación de la extrema pobreza; Servicios básicos para todos; Vida digna en salud, educación y vivienda; Revolución tecnológica; País productivo e industrializado; Produciendo nuestros alimentos; Agua para la vida y respeto a la Madre Tierra; Integración carretera; Políticas sociales para niños, jóvenes, mujeres; Seguridad ciudadana, lucha contra el narcotráfico; Revolución de la justicia y lucha contra la corrupción; Política exterior por la vida y el Vivir Bien.
MNR
■ “Plan de Gobierno 2014-2019”.
■ Lleva por fecha el 3 de julio de 2014.
■ 11 páginas.
■ Despliega el programa mediante subtítulos: Conceptos fundamentales; Nacionalismo revolucionario del siglo XXI; Fundamentos del plan de gobierno; Administración de la economía; Política sectorial minero-metalúrgica; Política petrolera; Participación Popular; Autonomías territoriales; Política agropecuaria y forestal.
UCS
■ “Plan Nacional de Gobierno 2014-2019”.
■ Lleva por lugar y fecha: Santa Cruz, julio de 2014.
■ 4 páginas.
■ Los pilares del plan son: Economía solidaria; Empleo productivo; Autonomía transparente; Autonomía plena; Democratización de la política, inclusión con responsabilidad; Seguridad jurídica e independencia de poderes; Soberanía irrestricta.
MTS
■ “Modelo comunal: propuesta alternativa para salir del capitalismo y del socialismo”.
■ Aún elabora su programa de gobierno, pero una pauta de su visión es: “Planteamos que la democracia comunal sea una norma universal aplicable a la ciudad y al campo, siendo que en ambos casos los representantes sean elegidos mediante turno y rotación o cualquier otra forma o mecanismo directo y no así mediante partidos políticos y sufragio universal”. (Folleto Tercer Sistema en Facilito Nro. 3).
PDC
■ “Programa de gobierno 2015-2020. El poder a la gente para una Bolivia diferente”.
■ Sin fecha.
■ 25 páginas.
■ Su Programa de Gobierno para la Gente se despliega en 14 puntos: Oportunidades de empleo; Ingresos; Energía limpia; Futuro; Agenda digital; Educación de calidad; Salud con calidez; Vivienda y servicios básicos; Democracia; Justicia; Seguridad; Gobierno abierto; Política fiscal; Autonomía.