Despedida a Jerome Dubois-Mercent
Fue una despedida con una promesa de regresar y viajar más por Bolivia.
Jerome Dubois-Mercent, al partir de Bolivia, no pudo evitar mencionar el maravilloso cielo azul y el sol radiante del invierno paceño, así como la identidad cultural de los bolivianos que, traducida en bailes y danzas en cualquier fecha del año y en cualquier ocasión, llega a emocionar a todo diplomático.
Mencionó que tuvo la suerte de colaborar con un equipo de trabajo muy profesional, y aunque la labor de la cooperación francesa no fue siempre fácil, destacó que de los momentos difíciles son de los que uno sale fortalecido. Pronto parte a Laos. Ante el nuevo reto confesó sentirse, junto a su esposa y sus tres hijos, con amplias expectativas de conocer una cultura diferente en cuanto a idioma, gastronomía, religión y costumbres. Fue una despedida con una promesa de regresar y viajar más por Bolivia, ya que como expresó: “El mundo queda chiquito”.
En una íntima reunión en la casa de Marc Ivarra, ministro consejero de la Embajada de Francia, se llevó a cabo la despedida de Jerome Dubois-Mercent, quien junto a su familia parte de Bolivia luego de culminar su misión diplomática como Consejero de Cooperación y Acción Cultural, cargo en el que estuvo durante más de tres años.
En la velada, el anfitrión se refirió a Jerome como un excelente colega, muy eficiente, visionario pero, sobre todo, un muy buen amigo que deja una importante huella en nuestro país, así como en cada una de las personas con las que compartió. Por su parte, el homenajeado agradeció las diferentes manifestaciones de cariño para con él y su familia y aseguró que tendrá lista la casa para quienes quieran visitarlo en Laos, lugar donde cumplirá su nuevo destino.