Seis pilares del edificio necesitan reforzamiento
Se requerirá una inversión de $us 150 mil, que Ormachea estaría dispuesta a cubrir
Tras una inspección al edificio El Alcázar —que cuenta con 179 departamentos y 81 oficinas en sus dos torres— siete expertos de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), departamental La Paz, destacaron que seis columnas de esa estructura necesitan de un reforzamiento con acero.
Posteriormente el trabajo sería ampliado a cinco pisos del edificio, informó el presidente de esa entidad, Marcelo Badani. Esta solución será encaminada por el Gobierno Municipal de La Paz en una reunión que se celebrará a las 08.00 de hoy entre los copropietarios y representantes de la Constructora Ormachea. El trabajo requiere una inversión de $us 150 mil y ejecutarlo tomaría al menos tres meses.
“La idea en un inicio es que el pilar destruido sea reemplazado, sin moverlo, con una estructura de acero, que soportará la carga del pilar de hormigón. Se trata de láminas que abrazarán el pilar, con sección hueca, y que se unirán con pernos o con soldadura”, explicó Badani. Agregó que también se deben reforzar otras cinco columnas para dar más seguridad a la estructura.
“Con esta acción los pilares van a tener doble resistencia. El pilar que ha fallado tiene cero resistencia. El resto de la estructura no ha fallado, pero podría fallar. Con esta labor se espera que recobren su resistencia”. Otra opción que se barajaba para evitar el colapso del edificio es construir un muro de hormigón, sin embargo, fue descartada por el tiempo que toma que adquiera resistencia.
“(Los copropietarios) están exigiendo que la empresa se haga cargo de la solución, entendemos que hay una predisposición de la firma de hacerse cargo”, dijo el alcalde de La Paz, Luis Revilla, que en horas de la mañana había manifestado su intención de que el Gobierno Municipal haga la reparación, y buscaba una figura legal que le permita invertir en predios privados a condición de que la constructora le devuelva los gastos.
Procesarán a Ormachea y Alcaldía
Franklin Gutiérrez Larrea, copropietario del edificio El Alcázar, anunció ayer que iniciará un proceso por estafa a la Constructora Ormachea y a la Alcaldía de La Paz por incumplimiento de deberes. A la primera por ofertar una propiedad con planos que no estaban aprobados y a la segunda por permitir durante 16 años una construcción que era ilegal.
Por riesgo, reubican a 600 feriantes navideños
La Alcaldía dio ayer la orden para que sean reubicados en la Avenida del Ejército y la Simón Bolívar, unos 600 expositores de la feria navideña que estaban ubicados en la plataforma A del Campo Ferial del Bicentenario, justo abajo del edificio en riesgo, informó ayer el director de Mercados, Miguel Ayala.
Las asociaciones que fueron trasladadas son el sector Maruja Choque, Reyes Magos, Niño Jesús, Plaza de los Héroes y pesebres Niño Manuelito, que venden imágenes para pesebres, árboles y adornos navideños en general.
“Luego de conversar con los comerciantes se acordó que el sector A salga a ocupar la Avenida del Ejército y también las aceras de la avenida Bolívar”, dijo Ayala. La noche del lunes, tras conocerse el colapso de una columna del edificio El Alcázar, en la calle Federico Zuazo, los comerciantes se mudaron a la Avenida del Ejército y a la Argandoña, que conecta a la primera con la Simón Bolívar.
“Con la liberación de la Argandoña estamos garantizando que los coches que vengan del centro o del sur puedan conectarse a la Camacho para dirigirse al barrio de Miraflores. El traslado ha sido excepcional por la emergencia. El próximo año, todos volverán a sus ubicaciones originales”, apuntó. Se prevé que la Avenida del Ejército esté cerrada al tránsito vehicular hasta el 6 de enero, que es la fecha en la que se levanta la Feria de Navidad.
Abuso. El alcalde Luis Revilla explicó que el colapso de una columna del edificio El Alcázar supone un riesgo que no se debe ignorar. “Sin embargo, esta situación no puede ser pretexto para que los comerciantes aprovechen la situación y ocupen toda la ciudad”, dijo el burgomaestre, en alusión a la actitud de otros comerciantes, quienes al amparo de la confusión intentaron ubicarse en el atrio de la Plaza Mayor de San Francisco, en la calle Potosí y en la calle Figueroa, donde se instalaba la feria navideña antes de que se construyera el Campo Ferial del Bicentenario.