Francisco deja una profunda huella en Bolivia y parte rumbo a su última escala en Sudamérica
El papa Francisco dejó esta tarde suelo boliviano tras una visita de aproximadamente 45 horas que marcó una profunda huella con sus mensajes de respaldo al diálogo para resolver la causa marítima boliviana y su llamado para cambiar el modelo económico consumista en beneficio de los más pobres.
Fueron tres días de intensa actividad desde que a las 17:27 del miércoles llegó al aeropuerto internacional de El Alto procedente de Quito, Ecuador, donde comenzó su gira por tres países de Sudamérica, que concluye este fin de semana en Paraguay.
Jorge Bergoglio partió del aeropuerto internacional de Viru Viru a las 13:03 en un avión de Alitalia, la línea oficial del Vaticano. Fue despedido por el presidente Evo Morales, quien acompañó su visita desde su llegada al país.
Cumplió una ajetreada agenda que comenzó con un encuentro masivo con los fieles católicos en El Alto y siguió con un encuentro privado con el presidente Evo Morales, tras lo cual asistió a la Catedral de La Paz para dar una primera sorpresa durante un discurso ante miembros del cuerpo diplomático.
Contra todos los pronósticos, Francisco tocó el tema marítimo, el más sensible para el país, y envió un mensaje de respaldo a la opción del diálogo para resolver el conflicto con Chile. “El diálogo es indispensable (…) Estos pensando acá en el mar. Construir puentes en lugar de levantar muros”, dijo.
Bolivia presentó una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, justamente para reclamar el inicio del diálogo históricamente comprometido por las autoridades chilenas para encontrar una solución a su demanda de salida soberana al Pacífico.
Un día después, ya en Santa Cruz, asistió a un encuentro de movimientos populares donde concentró toda la atención con un discurso en el que propuso a los dirigentes reunidos en el lugar promover consolidar un modelo económico alternativo al que privilegia la acumulación del capital.
“Este sistema ya no se aguanta, no lo aguantan los campesinos, no lo aguantan los trabajadores, no lo aguantan las comunidades, no lo aguantan los pueblos”, aseveró, para luego expresar que se encuentra identificado con una frase que escuchó en Bolivia: “Proceso de cambio”.
No solo eso, en el mismo evento y en presencia de varios dirigentes indígenas, pidió a nombre de la Iglesia Católica perdón por los crímenes cometidos durante la conquista.
“Quiero decirles, quiero ser muy claro, como lo fue san Juan Pablo II: pido humildemente perdón, no solo por las ofensas de la propia Iglesia sino por los crímenes contra los pueblos originarios durante la llamada conquista de América”, enfatizó.
Hoy, el Papa cerró su visita a Bolivia con una visita a la cárcel de Palmasola, donde pidió a los administradores de los recintos penitenciarios dejar “la lógica de buenos y malos” e instó a los reclusos a no perder la esperanza y apoyarse en la oración para volver a empezar.
“Tienen una importante tarea en este proceso de reinserción. Tarea de levantar y no rebajar; de dignificar y no humillar; de animar y no afligir. Proceso que pide dejar una lógica de buenos y malos para pasar a una lógica centrada en ayudar a la persona”, afirmó.
Luego se trasladó a la parroquia de La Santa Cruz y, tras un encuentro con los obispos de Bolivia, partió rumbo al aeropuerto de Vitu Viru y de allí hasta Paraguay.