Todo listo para el bombardeo de nubes en Santa Cruz
La operación se ejecutará en el municipio de Charagua, no obstante, Defensa Civil prevé que tendrá repercusión en otras regiones cercanas.
La operación se realizó ya en Cochabamba. Foto: APG.
Ante la persistente y dura sequía, el Gobierno determinó ejecutar un nuevo bombardeo de nubes, esta vez en el departamento de Santa Cruz. Con esta operación ya confirmada, que estará centrada en el municipio de Charagua, se espera generar que al fin llegue las anheladas lluvias.
“Se va a realizar en el Chaco cruceño, fundamentalmente en la parte de Charagua; sin embargo, las lluvias pueden alcanzar Keremba Iyambae, Lagunillas, parte de Camiri, se puede llegar hasta un sector de Cuevo e incluso puede ingresar a la zona norte de la Chiquitanía”, explicó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
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Este sector se ha elegido debido a la adversa sequía que se registra hace meses. Las lluvias no llegan y las familias se ven afectadas tanto en su diario vivir como en el de sus sembradíos y animales. Se espera que con el bombardeo las precipitaciones lleguen con intensidad y den algo de alivio.
“El objetivo central en este momento es el municipio de Charagua, que en este momento reúne las condiciones técnicas, las nubes; y los científicos nos han recomendado (…). En este procedimiento lo que nos interesa es tener la certeza que es adecuado para poder implementar en el país y especialmente en Santa Cruz, habida cuenta que el tema de la sequía va a ser un problema que vamos a venir enfrentando de aquí para adelante”.
De acuerdo con los reportes, no hay lluvias intensas en Charaguas al menos desde junio. Los pocos aguaceros pasajeros no han ayudado ni a refrescar la tierra; por eso la urgencia e importancia de aplicar esta estimulación de nubes.
Este procedimiento ya se ha realizado con éxito este año en el departamento de Cochabamba y se planifica igual en Potosí. Consiste en disparar, con ayuda de una aeronave, químicos hacia las nubes, principalmente yoduro de plata; para estimular la producción y caída de precipitaciones; por lo cual se ve como una alternativa factible para la lucha contra la sequía.