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Legado: El cine de todos los mundos

El autor versa sobre el aporte que representó y representa Cuba para la cinematografía.

/ 29 de noviembre de 2017 / 04:00

En 1959, a tres meses del triunfo de la Revolución cubana, Fidel Castro y los dirigentes revolucionarios crean el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos – ICAIC.

En la ley que promueve su creación se plantea una definición importante: “El cine es un arte” y seguidamente que “el cine constituye por virtud de sus características un instrumento de opinión y formación de la conciencia individual y colectiva y puede contribuir a hacer más profundo y diáfano el espíritu revolucionario”.

En el campo del cine también se vivió una revolución, tras la expulsión de las productoras y distribuidoras imperialistas y la posterior nacionalización de la industria, la producción audiovisual tuvo un impulso inusitado. Realizadores y trabajadores del cine pudieron trabajar en una industria que ya no estaba regida por intereses comerciales.

La nacionalización de la industria cinematográfica cubana es lo que permitió el importante desarrollo del campo audiovisual de la isla que hoy tiene reconocimiento latinoamericano y mundial. Estas medidas de expropiación y nacionalización de la industria del cine dieron impulso a una producción audiovisual nueva y original, una renovación temática e incluso del lenguaje audiovisual, que aportó muchas de las bases del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano surgido a fines de los años ‘70.

Para Fidel, el nuevo cine era “una gran batalla” por la identidad, liberación, independencia y supervivencia latinoamericanas. “Si no sobrevivimos culturalmente, tampoco sobreviviremos económica ni políticamente”, dijo en 1985.

En los primeros años del ICAC bajo la dirección de Alfredo Guevara, Santiago Álvarez comienza con la realización del Noticiero ICAIC Latinoamericano; Tomás Gutiérrez Alea dirige el primer largometraje de ficción, Historias de la Revolución, y continúa con Las doce sillas, La muerte de un burócrata y Memorias del subdesarrollo; Julio García Espinosa, Humberto Solás y Manuel Octavio Gómez son otros de los importantes nombres de esos tiempos.

El cine cubano se destaca por la utilización de múltiples recursos y géneros, y tuvo a su vez distintos momentos en los que pudo expresar no solo la crítica al capitalismo y al imperialismo, sino también, en los primeros años del impulso revolucionario, una crítica a los elementos de burocratización.

 Escuela. La Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños – EICTV fue idea del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez con el respaldo decidido y visionario del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.

Fue creada el 15 de diciembre de 1986, precisamente, por García Márquez, el poeta y cineasta argentino Fernando Birri y el realizador y teórico cubano Julio García Espinosa, para estudiantes de América Latina, África y Asia.

El primer director de la EICTV Fernando Birri, prestigioso realizador argentino, precursor del movimiento del Nuevo Cine Latinoamericano, concebía el proyecto como una escuela de formación artística y puso en práctica una filosofía particular: la de enseñar no a través de maestros profesionales, sino de cineastas activos, capaces de transmitir conocimientos avalados por la práctica, la experiencia en carne viva, una constante actualización.

La EICTV, adscrita a la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano – FNCLA, es una central de energía creativa para la producción audiovisual, que tiene como objeto primordial desarrollar el talento creador y defender el derecho a disponer de la propia imagen, tanto como el derecho a ver cine de todas partes a fin de contribuir a liberar la mirada del espectador.

Internacionlismo. La Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, Cuba, está considerada una de las instituciones más importantes de su tipo en el mundo. Desde su fundación, miles de profesionales y estudiantes provenientes de más de 50 países han convertido la

       

Escuela en un espacio para la diversidad cultural, mejor descrita como Escuela de Todos los Mundos.

A pesar de las limitaciones económicas, también en el ámbito de la formación cinematográfica, nunca suspendieron la ayuda internacionalista a los jóvenes de América Latina, África y el Asia  —ni siquiera durante los años más crudos del periodo especial— a la espera de cubrir primero sus necesidades para luego retomarla, ya que buena parte de sus recursos económicos y humanos los siguen compartiendo con la población más necesitada que habita sobre la faz de la Tierra.

Millones de seres humanos de todo el mundo han sido beneficiados por el afecto cubano a lo largo de más de medio siglo. No expondré más ejemplos que lo certifican. Y no lo hago porque, si bien es cierto que “toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, toda la experiencia cubana en cuestiones solidarias no cabe en unas pocas cuartillas.

Pero las semillas sembradas por ellos nunca llegaron a germinar hasta el primero de enero de 1959. A partir de aquella histórica fecha, en Cuba por fin enraizaron y crecieron vigorosas la plena soberanía, la solidaridad, la justicia, la igualdad de oportunidades y la libertad. Y entre tan admirable vergel, siempre erguido y orgulloso, el internacionalismo solidario: “la flor más hermosa de la Revolución cubana”.

La política exterior de la Revolución cubana está, siempre ha estado, impregnada del pensamiento internacionalista y solidario. “Patria es humanidad”, dijo José Martí, y la humanidad no solo reside en Cuba, sino que habita regada por todo el mundo. Estoy absolutamente convencido de que cuando en 1955 Fidel dijo que “la patria no es la celda del esclavo, sino el solar del hombre libre”, estaba pensando en las mujeres y hombres de Cuba, pero también en las mujeres y hombres de América Latina y del resto del mundo.

  • Jorge Barrón Díaz es Director de la Videoteca Barbarroja

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Videoteca Barbarroja: La utopía realizada

24 años tiene el archivo que fue creado para la promoción del Nuevo Cine Latinoamericano

Por Jorge Barrón Díaz

/ 14 de abril de 2024 / 06:19

En este 24 aniversario de la Videoteca Barbarroja, en un momento de profunda reflexión y a modo de escribir una crónica, deseo compartir la experiencia de un nacimiento y la vivencia de la utopía realizada.

Es el convencimiento del poder de las imágenes para concientizar en nuestros pueblos la necesidad de transformar y construir una nueva sociedad, justa y solidaria.

Como resultado de compromisos personales y colectivos, mujeres y hombres que buscamos hacer realidad nuestros sueños y utopías a través del cine, tomamos la cita del cineasta Miguel Littín: “América Latina es la tierra del mañana. Tiene que ser conocida a través de sus alegrías y de sus dolores. Y para ello los filmes son los mejores mensajeros” y echamos a andar las tareas del nuevo proyecto para contribuir en la construcción de un país con identidad, profundos valores históricos y culturales.

La Videoteca Barbarroja ha impulsado diferentes eventos de promoción de su archivo.
La Videoteca Barbarroja ha impulsado diferentes eventos de promoción de su archivo.

Nuestro nacimiento

En una tarde lluviosa, el 24 de marzo de 2000 en Chuquiago Marka (La Paz, Bolivia), a iniciativa de Santiago Feliú, Consejero Político de la Embajada de Cuba en Bolivia en aquella época, fuimos convocados a la legación diplomática algunos amigos de la solidaridad con Cuba para la proyección de un documental inédito sobre un comandante de la Revolución cubana.

Los invitados de Feliu para aquella sesión, éramos Jorge Sanjinés, Lorgio Vaca, Beatriz Palacios (+), Rosario Pino y Yolotzin Gómez, todos ligados al ámbito del cine y la cultura.

Al finalizar la proyección del documental, todos quedamos impresionados con la historia del personaje, es cuando Feliú plantea la necesidad y urgencia de construir una videoteca que se dedicara a la promoción y difusión del Nuevo Cine Latinoamericano en Bolivia, con el apoyo del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y el gobierno revolucionario de Cuba.

Después de un intercambio de opiniones sobre la viabilidad del proyecto, la consideración de aspectos técnicos, administrativos y logísticos para el funcionamiento de la videoteca y nuestro compromiso militante de apoyar la iniciativa desde nuestras trincheras, se procede a la creación formal de la videoteca.

Nuestro nombre, nuestra identidad

El nombre de Videoteca Barbarroja lo propuso Santiago Feliú en homenaje al comandante de la Revolución Manuel Piñeiro Losada, conocido como Barbarroja en la guerra de guerrillas de la Sierra Maestra, en el ingreso de los barbudos a La Habana al triunfo de la Revolución cubana y en las tareas internacionalistas de Cuba en América Latina y el mundo.

Es un reconocimiento al comandante Barbarroja por su inmensa labor de apoyo decidido a las causas justas de los pueblos del mundo, por su liberación y por los ideales más nobles que él profesaba como un seguidor de Ernesto Che Guevara.

Nuevo Cine Latinoamericano

El Nuevo Cine Latinoamericano fue un movimiento cinematográfico surgido en América Latina en la década de los 60, que se proponía terminar con los paradigmas del cine comercial, inventando otros lenguajes, utilizando la improvisación, la experimentación, el conocimiento de los ritmos internos del pueblo y la captación de su cultura más allá de los estudios, que suponían por sí mismas un valor estético y artístico espectaculares.

Además, en la visión de los realizadores del nuevo cine en un continente que lucha por su liberación, el cine revolucionario que proponían deberá ser antiimperialista por razones ideológicas y, en consecuencia, desempeñar una labor de denuncia, de clarificación, de rescate y así contribuir a la toma de conciencia sobre las culturas nacionales a la par que participan en ellas contribuyendo a su desarrollo; a este proceso Jorge Sanjinés y el grupo Ukamau denominarán: teoría y práctica de un cine junto al pueblo.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Este espacio cultural de reflexión y discusión, dedicado a la promoción y difusión del Nuevo Cine Latinoamericano, inicia sus actividades al estilo de los grandes realizadores, muchas ideas y compromiso político con la realidad de nuestro país.

Con un reproductor y los primeros videos en formato VHS y Beta donados por sus creadores, presentamos en Sucre el primer ciclo “Clásicos del Cine Cubano” en el Festival Internacional de la Cultura en septiembre de 2000 con mucho éxito.

La dinámica que caracteriza estas presentaciones son las del cine-foro, con breves charlas sobre la obra del director, la sinopsis, la ficha técnica, la proyección de la película y, para finalizar la sesión, un debate abierto al público.

De esta forma, en todos estos años acercamos al público en general y a los jóvenes en particular a la filmografía de Tomás Gutiérrez Alea (Cuba), Jorge Sanjinés (Bolivia), Fernando Birri (Argentina), Glauber Rocha (Brasil), Santiago Álvarez (Cuba), Paul Leduc (México), Miguel Littín (Chile), Fernando Solanas (Argentina), Humberto Solás (Cuba), Ruy Guerra (Brasil),  Víctor Gaviria (Colombia), Fernando Pérez (Cuba), Francisco Lombardi (Perú), Héctor Babenco (Brasil), José Campanella (Argentina), Arturo Ripstein (México), Juan Carlos Tabio (Cuba), Verónica Córdova (Bolivia), Sergio Cabrera (Colombia), Montxo Armendariz (México) y otros realizadores latinoamericanos.

El camino recorrido y los nuevos desafíos

La Videoteca Barbarroja, en este aniversario, tiene su archivo filmográfico totalmente digitalizado con más de 2.500 títulos de películas y documentales, afiches, fotos, fichas técnicas, libros y revistas del Nuevo Cine Latinoamericano, las películas fundamentales del maestro Jorge Sanjinés, los documentales de Jorge Ruiz y una sección especial con la filmografía sobre Ernesto Che Guevara, quizá la más completa del mundo en la actualidad.

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Desde el inicio de nuestras actividades, hemos presentado ciclos de cine en Vallegrande y La Higuera en homenaje al Che Guevara y en los últimos 10 años hemos presentado programas de cine latinoamericano en la TV, ahora mismo tenemos un programa mensual en ATB.

En esta nueva etapa continuaremos participando en festivales internacionales, realizando ciclos de cine, talleres de realización cinematográfica y formación de públicos en los nueve departamentos del país y países hermanos, para promover la amistad, la integración y la solidaridad entre los pueblos de la Patria Grande.

Asimismo, la incorporación de las nuevas tecnologías, la interactividad con las redes sociales, la construcción de nuestra propia infraestructura, la producción de programas para la televisión, la creación de un canal de TV cultural y la publicación de un catálogo sobre la filmografía del Che son los nuevos desafíos de la Videoteca Barbarroja en la hora presente.

Texto: Jorge Barrón Díaz

Fotos: Videoteca Barbaroja

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