‘Sur’, Canela Palacios compone desde La Paz
La creadora paceña lanzó su nuevo disco por redes sociales, en el que incluye fragmentos de poemas de Blanca Wiethüchter, Marcia Mogro, Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo.
Las palabras no solo tienen valor por su significado. Son además material sonoro con el que la compositora de música contemporánea Canela Palacios juega para crear. En su búsqueda por construir una obra que diera cuenta del lugar en el que está siendo enunciada —La Paz— se alimentó de las palabras de grandes poetas y de música nacional y latinoamericana: así nació Sur, álbum que está disponible en el canal de YouTube de la creadora desde el 6 de abril.
Palacios nació en La Paz y se ha formado en el Conservatorio Plurinacional de Música, en la Universidad Católica Boliviana San Pablo y se especializó en composición en Uruguay y Alemania. Su obra y su trabajo formativo se basan en la música contemporánea. Ha sido parte del dúo Abrelata —junto a Adriana Aramayo—, del grupo Ramona y los paradigmáticos y fue miembro del colectivo Casa Taller.
“En el disco he reunido piezas compuestas en diferentes momentos. Las más antiguas las tengo desde hace ocho años y otras las he ido creando en estos años. Es una selección, con canciones nuevas y algunas que estaban pendientes desde hace tiempo”, narra la ganadora del II Concurso de Composición del VII Encuentro de Música Nueva.
Lo que guió la elección y creación de las 12 canciones que son parte de este disco fue la intensión de articular un discurso sonoro que hablara desde La Paz. “La experiencia de estar tan lejos, en un lugar tan diferente culturalmente me dio ganas de decir algo desde esta ciudad, que está al sur, respecto a Alemania. Por eso, fui escogiendo canciones que tienen referencias a ciertos ritmos bolivianos y latinoamericanos, letras o maneras de ver el mundo, que me permiten enunciar el disco desde este lugar”.
La música y la letra de las piezas que son parte de Sur son lecturas hechas por Palacios. Es decir que tanto los ritmos como los textos —que no han sido creados por ella— han sido modificados, intervenidos, reconceptualizados por la compositora, que se alimenta de ellos para construir un discurso sonoro propio. La obra literaria de Blanca Wiethüchter, Marcia Mogro, Jorge Luis Borges y Oliverio Girondo es parte de este grupo de referencias.
“Yo me dedico también y quizás sobre todo a la composición de música contemporánea, que en mi caso no suele tener texto. Entonces me fijo mucho en el sonido, en el color mismo del sonido, el «significado» de un sonido después del otro; incluso un sonido solo, sin nada antes o después, es muy significativo. En las canciones, las palabras son también sonidos, no son importantes solo por el significado que cargan”. De esta manera la obra se abre a ser escuchada como un tejido de sonidos y también como suelen funcionar las composiciones convencionales, como palabras entonadas con melodía. En cuanto a la relación de Palacios con la literatura, esta no se queda en la “musicalización” de fragmentos; Sapa es una respuesta sonora a un personaje de un poema de Carlos Orihuela.
En cuanto a la producción, una parte de Sur fue grabada hace algunos años por Alejandro Rivas; Miguel Jara la concluyó y la masterización estuvo a cargo de Marcelo Navía. Diferentes artistas fueron parte de la musicalización. Miguel Llanque interpretó varios instrumentos y aportó ideas para los arreglos. El guitarrista Marcelo Gonzáles intervino en tres canciones, Milton Villaroel y Andrea Álvares, en la percusión, Verónica Guardia interpretó el corno y Omar Gutiérrez, la trompeta.
“En el caso de este disco en particular, resalto la participación de Marcelo Gonzáles que ha tocado en canciones que tienen ritmos o aires de ritmos latinoamericanos. Las piezas en las que él toca llevan toda su experiencia en la guitarra latinoamericana, eso hace que la canción se transforme en algo mejor de lo que era. Por otra parte está el trabajo de Miguel Llanque, quien no solo toca lo que se le pide sino que aporta a la composición misma de la canción. Y cuando toca especialmente la guitarra eléctrica tiene un toque muy sabroso, no sé qué palabra más usar”.
El disco en físico saldrá —luego de la cuarentena, sin fecha fija aún— junto a un pequeño libro, ilustrado por Daniela Rico al igual que la tapa. Y Palacios está tan contenta con este trabajo, que el disco y la imagen son una misma cosa, ahora, para ella. “Lo miro y me encanta, lo contemplo escuchando el disco y cobra cierto sentido, es parecido a lo que sucede con las letras. Esas canciones y esa imagen para mí son ahora indivisibles”. Sur salió a luz gracias al apoyo del Fondo Concursable Municipal de Promoción al Desarrollo, Salvaguarda y Difusión de las Culturas y las Artes (Focuart) y la Fundación Herrmann. Palacios decidió lanzarlo sin costo por internet porque reconoce que la situación actual debido a la pandemia del COVID 19 podría tardar varios meses en normalizarse y la cuarentena es un momento excepcional en el que curiosos y fanáticos podrán darse un buen tiempo, para disfrutar el álbum con calma y tiempo.