Atropellos de altura
En la urbe alteña, ante la debilidad de las instituciones gubernamentales, los conflictos se resuelven a la mala, es decir, de la peor manera. El 2010, el hogar de 132 niños huérfanos fue avasallado por vecinos que se atribuían la propiedad del inmueble por estar construido en un terreno municipal. Este año, el atropello golpeó las puertas del deporte.
En la urbe alteña, ante la debilidad de las instituciones gubernamentales, los conflictos se resuelven a la mala, es decir, de la peor manera. El 2010, el hogar de 132 niños huérfanos fue avasallado por vecinos que se atribuían la propiedad del inmueble por estar construido en un terreno municipal. Este año, el atropello golpeó las puertas del deporte.
El martes, una turba de más de 150 vecinos de la zona Cosmos 79 y representantes de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) tomó por asalto las instalaciones del estadio Los Andes, con los jugadores y el cuerpo técnico de La Paz FC en su interior. ¿Los motivos? Protestar en contra de la exclusión del campo deportivo alteño en los partidos de la liga y exigir su inmediata habilitación. Durante siete horas, los rehenes tuvieron que soportar las inclemencias del clima y la falta de comida. En todo ese tiempo, la Policía brilló por su ausencia. Los dirigentes alteños barajan otras medidas de presión como el bloqueo del aeropuerto.
Preocupa la presencia cada vez mayor de grupos que, atrincherados en esferas de poder como las juntas vecinales, se atribuyen el derecho (comunitario) de ejercer justicia por sus propias manos (léase atropellos), bajo la mirada pasiva de las autoridades locales responsables de precautelar el orden y la seguridad de las personas.