Estatuto cruceño
Resta esperar que los cambios ocurran en el marco de la legalidad
En efecto, luego de tensas semanas, en las que el presidente del legislativo cruceño mereció una orden de encarcelamiento por rehusarse a cumplir la resolución de la justicia, que le ordenó posesionar a la representante indígena y a su suplente, el conflicto terminó resolviéndose cuando cuatro asambleístas del partido del Gobernador de Santa Cruz decidieron no sólo dar curso a la posesión, sino también cambiar de bando y alinearse con el MAS.
De acuerdo con algunos análisis efectuados luego de la posesión, el cambio en la correlación de fuerzas en el legislativo de Santa Cruz, donde ahora el MAS controla prácticamente dos tercios de los votos, se debió a un error de cálculo del Gobernador cruceño y líder de la agrupación Verdes, que creyó tener la fuerza suficiente y fue finalmente defraudado por sus correligionarios.
El resultado de la pugna ha sido, entonces, por una parte, la fractura del bloque dominante en Santa Cruz, lo que ha actualizado el uso de términos como ‘traidor’ entre los sectores más conservadores, y, por otra, la posibilidad de debatir las necesarias modificaciones al Estatuto elaborado el 2007 y aprobado mediante un referéndum de cuestionada legalidad el 2008, para adecuarlo a la Constitución Política del Estado y así garantizar que pase el control de constitucionalidad antes de su plena aplicación.
Las principales modificaciones a la norma departamental, han anunciado asambleístas del MAS, tienen que ver con el régimen competencial, pues la versión original del Estatuto asignaba a la Gobernación la exclusividad en atribuciones que la Carta Magna señala como propias del nivel central del Gobierno, entre ellas las referidas al dominio sobre la tierra y los recursos naturales, situación que a su vez había provocado hasta ahora la imposibilidad de avanzar efectivamente en el proceso autonómico.
Por otra parte, el ya señalado cambio en la correlación de fuerzas ha inspirado en el Gobernador cruceño y en algunos de sus colaboradores un justificado temor por la posibilidad de que se busque su destitución a través de procedimientos judiciales, extremo que todavía no ha sido descartado por los militantes del MAS.
De esta manera, es previsible que en el futuro inmediato haya otros cambios más en el poder cruceño; sólo resta esperar que éstos ocurran en el marco de la legalidad y que a ninguno de los bandos en pugna se le ocurra apelar a los métodos violentos, que únicamente restan legitimidad a cualquier acción política.