Salud de la democracia
Los resultados muestran que la democracia boliviana goza de buena salud
En efecto, en la presentación ofrecida por Marta Lagos, directora de Latinobarómetro, se pudo observar una extensa serie de indicadores del estado de opinión pública en Bolivia, comparados a lo largo de los 15 años que cubre el estudio, sobre la democracia, las instituciones, la economía y otros aspectos. Uno de los datos más importantes, y sobre el cual la expositora llamó fuertemente la atención, es el que revela que en Bolivia, entre 2004 y 2010, ha aumentado el apoyo a la democracia en 23 puntos porcentuales, creciendo de un 45% de la población que apoyaba este modelo de gobierno el 2004 a un 68% el 2010, tres puntos menos que el 2009, cuando el 71% de la población apoyaba a la democracia. El 2010, el promedio de apoyo en América llegaba al 61%.
Un indicador complementario al ya señalado es el de satisfacción con la democracia. El informe revela que en este aspecto el 32% de la población boliviana se mostraba satisfecho con la democracia el 2010, 18 puntos porcentuales menos que el 2009, pero el doble que el 2004, cuando apenas el 16% de la población se declaraba satisfecho. Este dato, que parece contradictorio con el anterior, fue explicado por Lagos, quien dijo que la lectura debe hacerse en sentido de que si bien los bolivianos no están completamente satisfechos con la democracia que tienen es porque saben que debe mejorar, de ahí que la apoyen mayoritariamente. El malestar social, explicó, es señal de mayor democratización, así esto signifique más problemas para los gobernantes; por el contrario, países con menos protestas no necesariamente tienen mejor democracia.
Complementariamente, el estudio propone a los encuestados señalar si están o no de acuerdo con la frase «La democracia puede tener problemas, pero es el mejor sistema de gobierno». En Bolivia 75 de cada 100 dijeron estar de acuerdo, 6 puntos menos que el 2009, pero 14 más que el 2003. Finalmente, al indagarse sobre la confianza que la gente tiene en la democracia como vía al desarrollo, 63% de los bolivianos respondió afirmativamente, 21% más que el 2003.
A la luz de estos datos, el Gobierno tiene de qué sentirse satisfecho, pues todo apunta a que pese a los no pocos problemas por los que ha atravesado en los últimos cinco años y medio, hay evidente satisfacción con el curso de la democracia en el país. Al mismo tiempo, es una señal de que las autoridades deben interpretar como una obligación de profundizar y, si vale la expresión, democratizar la democracia.