Motín policial y violencia del colonizado
¿Nuestros policías van a seguir reproduciendo la violencia colonial heredada?
En el motín policial de días pasados presenciamos muchas escenas; pero me llama la atención la violencia extrema empleada por los policías. El psiquiatra Frantz Fanon, a inicios de la década de los 60, al estudiar algunos casos de policías negros argelinos colonizados por los franceses, llegó a la conclusión de que la colonización tiene los efectos más perversos en esa institución. Para Fanon, la Policía no sólo era el depositario de la administración de la violencia, sino por su condición de negros argelinos, se habían convertido en grandes reproductores de la violencia colonial de los “blancos franceses”. En el caso del motín policial, algo de esto ocurrió.
Sabemos que la Policía es la institución que tiene que administrar la violencia; pero en los conflictos de días pasados se convirtieron en los grandes irradiadores de la violencia. Fue la bronca de los policías rasos aymaras, quechuas y mestizos pobres que se rebelaron contra sus superiores y contra las autoridades gubernamentales (casi todos mestizos de clase media). La violencia en las calles nos permitió ver varios aspectos; por ejemplo, los otrora amotinados son personas que apenas recibieron una instrucción básica en la escuela policial, espacio hecho para gente migrante e indios de las provincias, a quienes basta formarles un año para que ejerzan como policías. ¿Los policías rasos no tienen derecho de formarse en la Universidad Policial (Unipol) o en la Academia Nacional de Policías (Anapol)?
Varios policías de tropa denunciaron a distintos medios de comunicación sobre las condiciones de sumisión absoluta a las que estaban sometidos, dejando entrever que eran una especie de “pongos del orden”. Ya que ningún oficial era sancionado por las faltas cometidas, pero si eso ocurría con ellos, inmediatamente eran procesados. Cabe preguntar al Gobierno del Estado Plurinacional, ¿cuál es la política de la descolonización de la Policía en esta etapa del “proceso de cambio”? ¿Nuestros policías (sobre todo rasos) van a seguir reproduciendo la violencia colonial heredada? ¿No es posible pensar en otro tipo de Policía?
En los días del motín se produjo un hecho trágico, la muerte de tres jóvenes cadetes de la Unipol. Según algunas declaraciones, todo apunta a que el hecho se debió a una práctica cotidiana de bullying policial de los alumnos de cursos superiores contra los de cursos inferiores. ¿Cómo es posible que se haya institucionalizado este tipo de juegos de matonaje con la vida en la etapa de cambio o descolonización?
Creo que es hora de cerrar todos los espacios de formación policial y refundar uno nuevo, verdaderamente descolonizado. Sabemos que la buena formación por sí sola tampoco será la solución inmediata; pero al menos podrá ser un buen punto de arranque para que confiemos y hagamos parte de nuestra seguridad a la Policía boliviana.
Finalmente, en los días del motín, algunos policías indios bofetearon a sus hermanos, hermanas y autoridades comunales, inclusive quemando el poncho y la wiphala. Es obligación de la Fiscalía correspondiente iniciar acciones judiciales de oficio para aplicar la “ley contra el racismo y toda forma de discriminación”. Si no sucede esto, ¿para qué seguir vanagloriándose, si continúan las practicas del colonialismo interno?