El vivir bien
Las necesidades, más allá de ciertas restricciones vitales, tienen un carácter subjetivo
Qué es el bienestar? ¡Vaya pregunta complicada! Seguramente que cuando pensamos en el bienestar, nos viene a la mente la idea de contar con todos aquellos elementos, entre cosas materiales y no materiales, que nos permitan un vivir bien. Sin embargo, muchas de las cosas que nosotros consideramos necesarias pueden no serlo para otros, en tanto que las necesidades, más allá de ciertas restricciones vitales, están determinadas por nuestras preferencias y, por tanto, tienen un carácter subjetivo.
La discusión sobre el concepto de bienestar, la manera de alcanzarlo o su posible medición, tiene su origen en dos vertientes de la filosofía utilitarista, que fue desarrollada hace más de 200 años. Están, por una parte, las ideas de Jeremy Bentham, reconocido como el fundador de la filosofía hedonista, quien consideraba como bienestar el placer como el fin de toda acción humana. Textualmente señalaba: “El principio de la autopreferencia debe entenderse como la propensión de la naturaleza humana, por la cual todo ser humano se ve inclinado a seguir la línea de conducta que, en su inmediata estimación del caso, contribuiría en el más alto grado a su propia felicidad máxima, cualquiera que sea su efecto en relación con la dicha de otros seres similares. La valoración de una acción, en términos de bienestar, estará dada por el saldo neto entre el impacto positivo (el placer) y el impacto negativo (el dolor) que de dicha acción se derive”.
La otra vertiente del utilitarismo, la que está ligada al pensamiento liberal, tiene como referencia a John Stuart Mill, quien, a diferencia de la concepción de Bentham, priorizaba al individuo por sobre todas las cosas, no tan sólo como una máquina buscadora de placer, sino, fundamentalmente, como un individuo que busca sus realizaciones, por lo que concluía que la libertad es la condición insoslayable para alcanzar el bienestar. Esta concepción sería la base filosófica para el desarrollo de las actuales propuestas de John Rawls, Robert Nozick y Amartya Sen, que las trataremos en otra oportunidad.
Por el momento, a manera de cierre, cabe subrayar que la concepción moderna del bienestar tiene su formalización en los teoremas del bienestar, los que descansan en la relación biunívoca entre la eficiencia en el sentido de Pareto y la competencia en el sentido liberal. Es decir que la posibilidad de alcanzar un equilibrio eficiente, un Pareto óptimo en términos de bienestar, requiere un contexto de plena libertad para que los individuos puedan expresar sus preferencias en todos los mercados.