Agenda familiar
Falta decisión para ganar en integridad humana, aún prima la confusión entre tener más y ser mejor
En 2014, Bolivia y Perú liderarán el crecimiento económico de América del Sur con un avance del 5,5% del Producto Interno Bruto, según augura la CEPAL. En enero estrenaremos el año con motos y cuadriciclos que disputarán dos etapas del Rally Dakar en Bolivia. En marzo comenzará a operar el satélite Túpac Katari. En un ámbito totalmente distinto el consorcio integrado por la española Repsol, la británica British Gas (BG) y la argentina Panamerican Energy (PAE) invertirá $us 350 millones en la exploración de gas natural en nuestro país desde 2014 hasta 2016.
Por otro lado, el 11 de diciembre la Confederación de Ganaderos de Bolivia (Congabol) anunció que exportarán 10.000 toneladas métricas de carne a China en el auspicioso 2014. Para rematar, el 13 de diciembre se anunció que Bolivia será la sede de los Juegos Odesur 2018; es decir que a partir de 2014 los preparativos urgirán la contratación de obreros y empresas, lo que a buenas cuentas significa fuentes de trabajo y movimiento de dinero.
Visto de esta manera, el año por estrenar vendrá con la agenda cargada de proyectos, cuentas a favor y extenuantes horas laborales, que no hacen daño si de trabajo y salario se trata.
Lo que está por verse es la agenda familiar, la que sólo depende de los padres, los hijos, los hermanos, los abuelos, los tíos o los que viven juntos y son familiares por decisión propia. ¿Qué proyectan para el año que viene? ¿Cómo contribuirán para que unos 1,2 millones de niños no sean castigados físicamente en sus casas? ¿Qué harán para que 10.000 menores de edad dejen de vivir en las calles?
¿Será posible que los adultos no beban alcohol hasta perderse y perder a sus hijos? Pregunto porque el consumo aumenta y no falta el pretexto para hacerlo. De nada sirve el esfuerzo por cambiar esta situación con una ordenanza, decreto o ley, si para los consumidores beber es sinónimo de “compartir”, y emborracharse, una condición irreemplazable para ser “feliz”.
En resumidas cuentas quiero decir que, aunque a nivel público 2014 se presente auspicioso, el augurio para la vida familiar no es el mismo, porque falta decisión para ganar en valores, en integridad humana, aún prima la confusión entre tener más y ser mejor. La agenda familiar necesita urgentemente de mujeres y hombres capaces de discernir entre las costumbres que nos hacen ganar dignidad de aquellas que nos restan don de gente, de responsabilidad como padres, de hermanos leales, de hijos amorosos. Estas cualidades dependen de cada uno, no están en manos de magistrados, legisladores o del Gobierno central para que los culpemos de nuestras miserias cotidianas.
Por ahora vamos a darnos un abrazo con mucho calor humano para 2014.