Migración, ¿indigencia temporal indígena..?
¿No le conmueve al presidente Morales que sus ‘hermanos y hermanas’ pidan limosna en las calles?
Hace varios años los ciudadanos de las principales ciudades del país nos hemos acostumbrado a tener visitantes del norte de Potosí y del sur de Oruro en calidad de indigentes. Este fenómeno se torna cada vez más contradictorio cuando el Gobierno anuncia que nuestros ingresos económicos nacionales están muy interesantes, y por lo tanto “hay platita” para todos; pero a la vez nuestros hermanos y hermanas de las indicadas regiones continúan pidiendo limosna en las principales calles durante el día, y en las noches duermen en albergues temporales en total hacinamiento.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las causas para que estas personas se trasladen masivamente a las grandes ciudades? No existen estudios que nos expliquen las causas profundas para este fenómeno social. Pero se opina que esta práctica es ya parte de la cultura emigratoria temporal, porque les permite usufructuar algo del mundo urbano, para paliar la extrema pobreza en la que viven. Aunque algún otro “analista” se atreve a decir que es mera “flojera india”, porque es muy fácil extender la mano y ser limosnero. Independientemente de las respuestas, este hecho ya no pasa desapercibido.
Otra pregunta lógica es, ¿no le conmueve al presidente aymara Evo Morales que sus “hermanos y hermanas” pidan limosna en las calles? Si existen más ingresos económicos, es lógico que de todos esos recursos los más beneficiarios e inmediatos tengan que ser los que menos tienen, los más pobres, y en este caso, los habitantes del norte de Potosí y regiones aledañas como el sur de Oruro.
Sabemos de la gran herencia cultural que los habitantes originarios del norte de Potosí poseen, como su riqueza artística musical, danzas (hay que recordar que esta región es el corazón y el origen del tinku), tejidos, historia rebelde, en fin, fuera de la riqueza minera; pero toda esa riqueza cultural está en peligro de profunda desestructuración y en los hechos de cierto desprecio. ¿Existen políticas del Estado Plurinacional para estas poblaciones vulnerables?
Hoy se habla de la Agenda Patriótica 2025, como utopía me parece estupenda; pero en esta agenda de 13 puntos no está contemplado el quehacer cultural como un componente económico, liberador y por supuesto de reafirmación cultural no solo regional sino nacional, que sería la apuesta más acertada para las cinco provincias del norte de Potosí. Hay frases muy bonitas en la agenda patriótica, como que se erradicará la pobreza extrema material o se combatirá la pobreza social promoviendo los valores comunitarios. Pero, ¿cuándo se van a implementar estas políticas desde el Gobierno?
Creo que los administradores del Estado Plurinacional en tiempos “del proceso de cambio” están incurriendo en la omisión al permitir que los ayllus y comunidades ancestrales continúen postrados en la pobreza, cuando dice tener muchos recursos económicos. La apuesta por las culturas profundas de los pueblos desde el Estado Plurinacional es el silencio, y más bien se propagandiza la apuesta por contar con más canchas sintéticas, coliseos deportivos, centros de alto rendimiento, organización del Dakar, etc.. Es decir, el sueño de convertirnos en un país de deportistas, pues mientras sigamos siendo un país donde se consume tanto alcohol, jamás seremos país de deportistas sanos.
Jaqi masisa, jilatanaka, kullakana nortepotosi tuqita purt’anirinaxa, ma qhawqha yanaka layku, kunatasa ukham pisina jakasipxi. Qullqix utjiw sarakisa, khithinakatakis? janit jupanakati utjkixa?