Reciclar y transformar
Se está dando un paso gigante en la creación de una cultura del reciclaje
El Gobierno Municipal de La Paz inauguró ayer dos plantas que cambiarán el modo en que se gestionan los residuos sólidos que se producen en la ciudad. Una de ellas es la planta de clasificación que permitirá separar papel y plásticos según su consistencia y calidad; la otra fabricará muebles de plastimadera, producto del reciclaje de las botellas y bolsas plásticas.
De acuerdo con la información proporcionada por la municipalidad, las dos plantas son parte de la Estrategia de Gestión Integral de Residuos Sólidos, que además de crear la infraestructura tiene el objetivo de enseñar a la población paceña a clasificar su basura, paso imprescindible para el proceso de reciclaje, que a su vez es el componente más importante de la conservación ambiental.
En efecto, las y los habitantes de la ciudad de La Paz producen cada día grandes cantidades de basura, que hasta hace poco era trasladada directamente al relleno sanitario de Alpacoma, donde gran cantidad de personas se dedicaban a buscar entre los desechos y, de manera rudimentaria, los clasificaban entre aquellos que podían ser reutilizados y los que no. A principios de 2013, la Alcaldía comenzó a implementar su estrategia de gestión de los residuos, informando a la población cómo separar su basura antes de echarla y designando a acopiadores de determinados desechos, especialmente las botellas pet y las bolsas de leche, que son, precisamente, la materia prima de la plastimadera.
Según el Director de Gestión Ambiental de la comuna, la planta clasificadora, que está emplazada cerca del relleno sanitario de Alpacoma, requirió una inversión de Bs 3 millones, y dará empleo directo a 24 personas: 20 obreros, tres acopiadores y un administrador. Tiene capacidad para procesar 11 toneladas diarias de material reciclable.
A su vez, la planta de plastimadera, que está ubicada en uno de los galpones de la Empresa Municipal de Áreas Verdes en Sopocachi, comenzará a operar en poco más de una semana y fabricará en una primera fase 2.000 unidades de mobiliario escolar. Es fruto de una donación de la Fundación Suiza de Cooperación para el Desarrollo Técnico y dará empleo directo a entre 15 y 20 personas, según las autoridades municipales. Detrás de estas iniciativas, que son interdependientes, puede percibirse la semilla de un proceso de transformación radical en la cultura urbana, pues hacer funcionar la planta de clasificación significa lograr que toda la ciudadanía aprenda a separar su basura, algo que no es fácil de lograr y que en otras ciudades ha sido posible solo a través de la imposición de multas y sanciones.
Producirá orgullo ver sillas y mesas escolares fabricadas en La Paz, pues, por una parte, se está generando industria nacional y, por otra, se está dando un paso gigante en la creación de una cultura del reciclaje.