Machistas en las listas
Las redes necesitan de los medios, de la protesta en las calles y de actores políticos informados.
Los comentarios con el hashtag #MachistasFueradelasListas en las redes sociales se han constituido en el evento de las últimas dos semanas en la web política boliviana. Todo comenzó con una declaración de Ciro Zabala, candidato a primer senador por el MAS en Cochabamba, mencionando que se debía educar a las mujeres para que no sean violadas o agredidas. Posteriormente, el jueves 28 de agosto se publicó un audio de Samuel Doria Medina, en el que este candidato presidencial amenazaba (como él mismo reconoce) a Jimena Grock, entonces esposa de Jaime Navarro, candidato a primer diputado plurinacional de La Paz por UD, con trasladarla para trabajar en la oficina de Trinidad, si no firmaba el acuerdo legal con su hoy ex pareja.
El primer evento se resolvió con una disculpa tibia por parte de Evo Morales, otra de Ciro Zabala y una más, con llantos, de Leonilda Zurita; aunque no con la renuncia del candidato a senador. El segundo evento llevó a la renuncia de Navarro a su candidatura plurinominal. En estos dos ejemplos vemos, una vez más, que las redes sociales tienen un rol en el agendamiento de temas públicos y en la toma de decisiones políticas. Sin embargo, no queda claro cuál es exactamente este rol.
Por supuesto, la dinámica de las redes sociales no es independiente a otras influencias como la de los medios de difusión tradicionales. Si la dinámica de las redes sociales no salta a un ámbito mayor como son los medios masivos, no puede impactar en la opinión pública. En el primer caso, la declaración se publicó en medios tradicionales, las opiniones se desarrollaron en redes sociales y luego volvieron a los medios; mientras que en el segundo caso, el audio se publicó en redes sociales, las opiniones se desarrollaron en ambiente virtual y luego tuvieron repercusión en medios tradicionales. Sin las redes sociales, los medios no hubieran tenido nada que reportar. Por otro lado, sin redes sociales la marcha del lunes 1 de septiembre no hubiera sucedido.
Además, en ninguno de los casos podríamos pensar que las decisiones se toman exclusivamente como resultado de lo que sucede en redes sociales, hay debate dentro de la estructura de las organizaciones políticas, hay grupos internos que presionan, por ejemplo. Pero incluso en estos debates y negociaciones el dato de lo que sucede en las redes sociales y también en las calles es un factor que se menciona.
Por tanto, la dinámica de las redes sociales está ante todo circunscrita a influir en corrientes de opinión y al cálculo de lo que puede ocurrir a futuro como producto de esa dinámica. Pero las redes no pueden ir solas, necesitan de los medios de difusión, de la protesta en las calles y de actores políticos informados.