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Wednesday 29 Nov 2023 | Actualizado a 23:39 PM

Tecnología y Madre Tierra

Eliana Quiroz

/ 25 de septiembre de 2023 / 09:12

En la columna de la anterior quincena, he planteado algunas maneras en las que la tecnología tiene un efecto negativo sobre nuestra Pachamama y concluí con la promesa de abordar en el artículo actual algunas formas para reducir estos daños. Presento ejemplos en dos grupos de acciones, uno es acerca de lo que usuarios y usuarias de tecnología podemos hacer, y el segundo se trata de lo que las empresas tecnológicas deben hacer como principales responsables.

En el primer grupo de acciones es aconsejable leer las características de los dispositivos que se adquieren para optar por aquellos que son energéticamente eficientes, de la misma manera que podemos encontrar esa información en refrigeradores, por ejemplo. En esta misma línea, se puede apoyar a las empresas que priorizan el uso renovable de insumos, como Fairphone, una marca de celulares que aún no llegó al mercado boliviano, pero en la medida que se genere demanda, podríamos tenerlo a disposición.

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Por el lado del software que usamos, algunas configuraciones de plataformas tienen la capacidad de reducir las emisiones de carbono. Por ejemplo, en las llamadas de Zoom, tan solo cambiando a la modalidad de solo audio, es decir, sin video, se reduce hasta el 90% de las emisiones. Esto es válido para cualquier otra plataforma de reuniones o aplicación de videollamadas. Otra idea en la forma que usamos el software es desactivar la reproducción automática en los sitios de videos que se visita, de esa manera, consumiremos solo los videos en los que estamos interesadas.

También, algunas empresas han comenzado a ofrecer opciones conscientes como es el caso del motor de búsqueda sensible al medio ambiente Ecosia https://www.ecosia.org/ que utiliza los ingresos generados por las publicidades para financiar proyectos de reforestación y conservación de bosques en todo el mundo. Cada vez que se usa Ecosia, una pequeña cantidad de dinero es destinada a plantar un árbol. Es aconsejable usar este motor de búsqueda.

En cuanto a la eliminación de celulares, computadoras o tablets, es posible reciclarlos a través de programas certificados de desechos electrónicos o donar/vender los dispositivos que ya no se usen en lugar de tirarlos a la basura.

Sin embargo, no hay que olvidar que las principales responsables de estos efectos negativos sobre el medio ambiente son las empresas tecnológicas que crean estas aplicaciones y servicios, a estas hay que exigirles que desarrollen opciones conscientes del cuidado del medio ambiente como la optimización de algoritmos y modelos para la eficiencia energética y que usen energías limpias como Mozilla Awardee Solar Protocol, además de exigirles transparencia sobre sus emisiones de carbono.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata blog: www.internetalaboliviana.word-press.com

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La regulación de la IA

Eliana Quiroz

/ 6 de noviembre de 2023 / 09:23

Parte del candente debate acerca de la Inteligencia Artificial (IA) es su regulación, se trata de un debate descentralizado, con diversidad de actores, algunos conectados y otros desarticulados. Como sucede con el resto de regulaciones de aspectos de internet y tecnología, Europa alberga el debate más nutrido e intenso aunque también hay iniciativas en Estados Unidos, China, Corea del Sur, India, Brasil, entre varios otros países. Naciones Unidas también ha ingresado en la deliberación y en las propuestas de regulación, liderada principalmente por Unesco.

Las últimas dos semanas han estado plagadas de avances al respecto, probablemente la que tiene más probabilidades de obtener resultados es la orden ejecutiva emitida por Joe Biden que establece un conjunto de normas y directrices que lograrían incrementar la transparencia de los modelos de IA, con etiquetados y marcas de agua. Su preocupación central es la seguridad del Estado y el incremento de la certeza del carácter oficial y no ficticio de los documentos y comunicaciones estatales del gobierno estadounidense. Aunque aún no está claro cómo se ejecutará ni tiene un carácter obligatorio para las empresas, ha sido recibido de manera positiva por empresas grandes como Google y OpenAI.

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Mientras, en América Latina y El Caribe, el 24 de octubre 20 países firmaron la Declaración de Santiago, para promover una Inteligencia Artificial (IA) ética en la región en el marco del Foro sobre la Ética de la Inteligencia Artificial en América Latina y el Caribe y la Cumbre Ministerial y de Altas Autoridades. Sin duda, un gran avance que los gobiernos de los países se comprometan a principios éticos en el desarrollo de tecnologías de Inteligencia Artificial.

Por otro lado, el 30 de octubre, los líderes del G7 acordaron principios rectores en la Inteligencia Artificial y un código de conducta para desarrolladores tecnológicos, dentro del proceso de Hiroshima, y el 31 de octubre se aprobó, con el 94 de los votos, la resolución internacional sobre armas autónomas en la Asamblea General de Naciones Unidas en el convencimiento que las IA no deben tomar decisiones de vida o muerte, es decir, poniendo un límite claro a estas tecnologías. Finalmente, el 1 de noviembre, 29 países firmaron la Declaración de Bletchley sobre los riesgos de la IA en la biotecnología, ciberseguridad y desinformación.

Sin duda, todas son buenas señales para la inclusión de estándares de derechos humanos en el desarrollo tecnológico de las IA, pero no podemos olvidar que, por otro lado, hay una carrera por el monopolio de este mercado en el que quien llegue primero tiene las de ganar, y en esa carrera los derechos humanos no importan.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com

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Gaza

Eliana Quiroz

/ 23 de octubre de 2023 / 10:43

Las atrocidades que se están cometiendo en la Franja de Gaza tienen una serie de ángulos, todos terribles y de urgente necesidad humanitaria. Con tristeza e impotencia por las enormes injusticias podemos mencionar los ya 4.200 muertos, de los que un tercio son niños y niñas; el bombardeo a un hospital donde los palestinos se refugian queriendo creer que son lugares algo más seguros, aunque al final no lo son; y el bloqueo de ingreso de comida, medicinas y combustible, el corte de electricidad y agua además del bloqueo de la entrada de camiones humanitarios.

El ángulo que me interesa explorar es el digital, en la línea del tema central de esta columna. En primer lugar, la infraestructura de telecomunicaciones está siendo destruida, al igual que el tendido de electricidad. Quienes reportan desde Gaza tienen suerte de contar aún con conexión y cargan las baterías de los celulares con generadores propios a los que se conectan un máximo de dos horas por día hasta que se acaben los combustibles. La conexión a internet es absolutamente precaria y no está disponible para la mayor parte de las personas en Gaza.

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Internet es un otro campo de guerra. Los palestinos están siendo vigilados, asediados por internet, censurados, acallados, desinformados, estigmatizados y etiquetados como terroristas en redes sociales, tal como sostiene el comunicado público promovido por la ONG Access Now y firmado por una serie de organizaciones de sociedad civil y activistas que demandan el cese a los ataques en la Franja de Gaza y en internet.

Se ha reportado que en Instagram algunas cuentas que están informando acerca de la situación en Palestina ya no son posibles de encontrar a pesar de continuar siendo activas y que ya no es posible interactuar con sus contenidos, el algoritmo las invisibiliza. También se han reportado cuentas de periodistas que han sido borradas sin ninguna explicación.

En Facebook, la traducción de descripciones de cuentas palestinas que contienen la frase “orar a Alá” es “palestinos terroristas”. Facebook se ha disculpado y ha dicho que es un error del sistema, pero no ha dado más explicaciones.

Mientras que la Comisionada de la Unión Europea ha enviado cartas a Meta, X, TikTok y YouTube acerca de la difusión de desinformación exigiendo medidas rápidas para borrar los contenidos contra Israel, pero sin mencionar a los que atacan a Gaza.

En momentos como estos de una crisis humanitaria tan desgarradora es fundamental garantizar que la población civil tenga acceso a internet de manera estable y segura, para ejercer sus derechos de informarse y expresarse libremente, comunicarse con servicios humanitarios y con sus seres queridos, y recibir alertas que les salven la vida.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com

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Agosto: Madre Tierra

Eliana Quiroz

/ 28 de agosto de 2023 / 08:27

Todas las actividades que ejecutamos cuando nos conectamos a internet incrementan nuestra huella de carbono. Es decir que con cada clic y servicio digital que usamos contribuimos a los efectos nocivos del cambio climático. ¿Cómo sucede esto? Hay al menos cuatro formas:

1) Internet también es una red de computadoras y otros dispositivos que se conectan entre sí para intercambiar datos, para esas actividades se requiere utilizar electricidad. La producción de electricidad implica gases de efecto invernadero.

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2) Los datos que se intercambian entre dispositivos se almacenan en centros de datos cuya constante actividad lleva al calentamiento de los equipos, que usan agua para enfriarlos. Algunos optan por utilizar aire acondicionado en vez de agua, esto no es más amigable con el calentamiento global ya que aumenta el uso de electricidad.

3) La extracción de minerales como litio, cobalto y tierras raras para componentes tecnológicos de los dispositivos requiere mucha energía que incrementan la emisión de gases de efecto invernadero.

4) Desechos electrónicos que afectan a la tierra. Celulares y otros dispositivos están formados por químicos dañinos y materiales de difícil absorción. Cuando los botamos a la basura, van a los vertederos afectando seriamente la calidad de la tierra.

El artículo The Internet’s Invisible Carbon Footprint de Xavier Harding menciona algunos datos de emisión de gases de efecto invernadero que ayudan a entender la gravedad de este tema.

Escribir y enviar un correo electrónico puede emitir 17 gramos de dióxido de carbono a la atmósfera.

Una llamada de Zoom de una hora produce entre 150 y 1.000 gramos en dióxido de carbono y también requiere de entre 2 y 12 litros de agua. Es lo que emite un auto al quemar medio litro de gasolina. Pero el crecimiento de Zoom ha sido elevado, de 2019 a 2020 pasó de 10 millones de participantes diarios a 300 millones. Hoy, en 2023, la cifra es más del doble.

Netflix puede producir alrededor de 1,1 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono al año, el equivalente a 240.000 automóviles de pasajeros.

Finalmente, no vamos a entrar al efecto que tienen las muy de moda Inteligencias Artificiales, solo mencionar que el GPT-3 de ChatGPT liberó la espeluznante cantidad de carbono de 500 toneladas métricas a la atmósfera.

He querido mostrar en este mes de la tierra que nuestras acciones virtuales tienen efectos negativos contra ella. Hay algunas acciones que se sugieren para reducir este impacto, pero eso será parte de una segunda columna dentro de 15 días porque el espacio quedó pequeño. Mientras tanto, les dejo con la idea que así como afectamos a la Madre Tierra en internet, también hay formas de cuidarla.

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Medios sintéticos

Eliana Quiroz

/ 14 de agosto de 2023 / 08:10

La Inteligencia Artificial está trayendo a debate los más diversos temas, entre ellos los medios sintéticos que son medios con Inteligencia Artificial generativa, son imágenes (fotos y videos) generadas por inteligencia artificial basada en bases de datos de imágenes.

Entonces, es posible obtenemos en segundos videos o fotos de situaciones que nunca existieron. La diferencia con una imagen modificada por photoshop es que toma tiempo hacerlo y requiere de un conocimiento de cómo operar ese software. La IA generativa le permite a cualquier persona obtener imágenes tan solo dándole instrucciones de qué se quiere ver en las imágenes.

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Existen aún algunos límites que aún evitan que los medios sintéticos nos invadan y generalicen la incertidumbre de lo “real”, y que finalmente, nos lleven a cuestionarnos acerca de la definición misma de realidad confrontada por un sinfín de verdades alternativas.

Estas limitaciones que aún persisten para la expansión masiva de la IA generativa están relacionadas a sus bases de datos y a una pequeña curva de aprendizaje. Las bases de datos tienen muchos sesgos aún. La semana anterior participé de un taller de Witness, una organización internacional y allí pudimos verificar que dando una instrucción de generar imágenes de indígenas amazónicos, el resultado era de una estética irreal, tipo Hollywood. Esto se debe a que las IA promedian, obtienen nuevas imágenes tomando las características que más se repiten en su base de datos, y la base de datos de la IA que usamos debe tener muy pocas o ninguna imagen de indígenas amazónicos, por lo que extrae el promedio que probablemente son caucásicos y les da más color a sus pieles. El resultado son imágenes irreales.

Otra limitación es que las tecnologías de IA generativa son aún nuevas y requieren ser aprendidas por quienes las irán a operar de manera comercial y masiva, por esto aún no estamos percibiendo masivamente efectos positivos y negativos de estas tecnologías.

Las limitaciones se van resolviendo aceleradamente a la vez que algunas personas preocupadas por los Derechos Humanos verifican que hay áreas y derechos que ya reciben impactos de los medios sintéticos. Más allá de la tensión con los derechos laborales, una de los aspectos más impactados es la violencia digital de género en la que ya se han verificado varios videos pornográficos en los que se cambia por el rostro de una mujer para denigrarla, o en las campañas de desinformación que pueden producir y difundir materiales falsos o engañosos a una velocidad que multiplica por miles la capacidad humana.

Ante esta velocidad de cambio, no debemos olvidar que el sentido de estas innovaciones debe ser el ser humano y la naturaleza.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com

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IA y Hollywood

Eliana Quiroz

/ 31 de julio de 2023 / 09:25

Tendemos a creer que todo lo que viene de Hollywood es glamoroso y rodeado de mucho dinero, pero al igual que en otras industrias hay personas que hacen las labores cotidianas y sus condiciones laborales no forman parte de ese glamour. Desde el 2 de mayo, 11.500 guionistas de Hollywood están en huelga por mejorar sus condiciones laborales, y el sindicato de actores los está apoyando.

Lo que me llama la atención de esta resistencia es una de las demandas del sindicato de guionistas relacionada a la Inteligencia Artificial (IA). El sindicato está exigiendo la reducción del uso de IA para escribir guiones de las películas.

La lógica eficientista y de negocios de Hollywood ha llevado rápidamente a utilizar las IA de lenguaje generativo como el ChatGPT para abaratar costos y obtener guiones en menor tiempo. Los sindicatos pretenden que la industria limite el uso de esta tecnología que le permite obtener más ganancias, parece ser un objetivo imposible. De lograrlo, ¿por cuánto tiempo se podrá sostener una restricción de este tipo? Por el momento, la huelga de guionistas junto a la de actores ha hecho que la industria pare e incluso se ha dejado sin fecha uno de los eventos mayores de Hollywood, los premios Emmy.

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En una huelga anterior de las y los guionistas, la industria sostuvo el ritmo de la producción audiovisual con guiones que estaban escritos por adelantado, pero en la huelga actual, la adicional ausencia de actores es estratégica, los productores no han tenido más que parar la producción.

Es probable que en un próximo capítulo de la IA en el negocio del entretenimiento, directores y productores sean las próximas personas reemplazadas. ¿Estaremos en un punto en que se requerirán poquísimas capacidades para hacer películas si se conoce cómo instruir a la IA para que resuelva cada una de las tareas que requiere la producción de una película por fracciones pequeñas de los presupuestos actuales?

Por otro lado, la influencer de Instagram Miquela, que tiene 2,7 millones de seguidores, es una IA. Ella es contratada por empresas como Parad y Calvin Klein para promover sus productos en esa plataforma.

Ante cambios como estos, es inevitable preguntarse por el lugar del ser humano en los procesos de innovación tecnológica. Quienes están detrás de la carrera desenfrenada de innovación declaran que el ser humano está en el centro del proceso, pero estos ejemplos no parecen estar en esa línea de pensamiento. Más bien, parecen indicar que el ser humano como consumidor está en el centro del proceso mientras que las otras personas o, más bien, los otros aspectos del ser humano, como ser creador y como sujeto de derechos, no entran en la ecuación de la innovación tecnológica.

(*) Eliana Quiroz es ciberactivista y burócrata. blog: www.internetalaboliviana.word-press.com

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