Vida, tierra, paz
Esta semana, Bolivia ocupa un lugar prominente en la Asamblea General de la ONU
Esta semana, Bolivia ocupa un lugar de gran prominencia en el seno de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York, donde el Presidente del Estado es orador en tres ocasiones distintas. La primera de ellas fue el lunes, cuando se inauguró la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, evento inédito impulsado por Bolivia desde hace años.
En efecto, 2014 es un año de gran importancia para la ONU, y esta semana, con el inicio del 69º periodo de sesiones de la Asamblea General, es la más álgida, pues además de la cita anual de mandatarios de Estado y de gobierno, se realizan la ya citada conferencia y la Cumbre sobre Cambio Climático convocada por el Secretario General de la ONU.
La conferencia iniciada el lunes y que se extendió hasta ayer fue la ocasión para que los Estados miembros y observadores de la organización global renovaran sus compromisos para con los pueblos indígenas del mundo. Baste con mencionar que los pueblos indígenas suman apenas el 5% de la población mundial, pero son, al mismo tiempo, un tercio de la población que vive en extrema pobreza en las áreas rurales, para comprender la urgencia de pasar de las elegantes palabras contenidas en la Declaración de Naciones Unidas sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, o en las sucesivas resoluciones que le siguieron, a la acción.
En el documento final de la conferencia, los Estados miembros de la Asamblea General de la ONU reafirmaron su compromiso de respetar, promover, impulsar y no menoscabar los derechos de los pueblos indígenas, y de defender la declaración sobre esas garantías, aprobada el 13 de septiembre de 2007, la misma que a los pocos días fue convertida en ley de la República en Bolivia, como muestra del liderazgo del país en esa materia.
Fue precisamente por ese liderazgo, mantenido a lo largo de los años, que el Presidente del Estado tomó la palabra en la sesión inaugural y el Ministro de Relaciones Exteriores condujo una de las mesas de debate, la referida a la implementación en Bolivia de la mencionada declaración de derechos. Y fue en su discurso que el Mandatario boliviano recordó al mundo que “Los principios fundamentales del movimiento indígena son: la vida, la Madre Tierra y la paz; estos principios fundamentales del movimiento indígena del mundo están amenazados permanentemente por un sistema, por un modelo, el sistema capitalista”.
Es, pues, motivo de profundo orgullo que Bolivia, por su liderazgo en cuestiones indígenas, así como por su calidad de Presidencia del G77 y China, ocupe un lugar central en los actos de la ONU en los que se habla de desarrollo, derechos y protección de la Madre Tierra ante el cambio climático. Sin embargo, por las mismas razones, el Gobierno tiene la obligación de dar el ejemplo no con palabras, sino con acciones.