Mallasilla-Palcopata
Corresponde que todos estos temas sean explicados a la población y debatidos por ella
De acuerdo con lo anunciado por el Gobierno, dentro de cuatro años Bolivia tendrá un Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear. Será el más grande de la región. Más allá de los aspectos tecnológicos de su instalación, sin duda un gran reto hacia adelante es brindar a la ciudadanía información pública completa y comprensible acerca de este emprendimiento.
El itinerario del Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear (Cideten) fue accidentado. Se inició con el anuncio oficial sobre su construcción, seguido de dos meses de polémica e incertidumbre respecto a la ubicación. Circularon también en las redes sociales infundadas advertencias sobre sus “peligros”. Entonces se decidió que el Centro tendría sede en la ciudad de El Alto. El anuncio fue realizado por el presidente Morales en compañía de dirigentes vecinales. Y recibió el saludo de los alcaldes Revilla y Chapetón.
La opción por la construcción del Cideten en El Alto estuvo precedida del rechazo de activistas y de vecinos de Mallasilla, localidad originalmente prevista para el proyecto. En medio del debate, la Universidad Mayor de San Andrés ofreció situar el Centro en sus predios de Cota Cota, también en el sur de la ciudad de La Paz. Pero sin duda lo más importante fue haber aclarado que este emprendimiento no implica “ningún riesgo de irradiación ni de afectación a la salud”, en palabras del rector de la UMSA.
Ahora ya se conoce la ubicación exacta del futuro Centro de Investigación y Desarrollo en Tecnología Nuclear. Ayer, autoridades del Banco Central de Bolivia transfirieron 15 hectáreas de terreno al Ministerio de Hidrocarburos para la construcción. El Centro estará ubicado en el barrio Palcopata, en el Distrito 8 de la ciudad de El Alto.
Superada la polémica, debido en especial a la falta de información oportuna, es fundamental que las autoridades brinden una explicación amplia y detallada en torno a esta apuesta estatal por la investigación y el desarrollo en tecnología nuclear. ¿Cómo se hará? ¿Con qué alcance? ¿Cuáles son sus beneficios? ¿Qué implica “dar el salto científico y tecnológico” —como sostuvo el vicepresidente García Linera— para “no quedarnos en la edad de piedra”? ¿Por qué es importante para Bolivia, en fin, incursionar en este campo?
Hasta ahora se conoce que el Centro será construido en cuatro años con una inversión de 300 millones de dólares. Se sabe también que el emprendimiento contará con el apoyo en planificación y tecnología de la Corporación Nuclear Estatal Rusa. Y que tendrá tres plantas: la primera de Ciclotrón – Radiofarmacia, la segunda Multipropósito de Irradiación Gama y la tercera de Ciencia y Tecnología con el Reactor Nuclear de Investigación. Ahora corresponde que todos estos temas sean explicados a la población boliviana y debatidos por ella.