Charagua Iyambae
La significación del proceso autonómico en Charagua tiene sustento en una memoria histórica.
Cuando el atardecer del sábado 17 de septiembre caía sobre la comunidad San Lorenzo, en Charagua Norte, una magna asamblea constituida desde abajo elegía, por normas y procedimientos propios, al primer tëtarembiokuai reta imborika (TRI), cabeza del órgano ejecutivo de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae. Después de varias horas de elevada tensión, propia de elecciones políticas de esta naturaleza, devino el festejo, señal inequívoca de que se había culminado un paso fundamental en la implementación del primer autogobierno guaraní.
Esta elección tiene ribetes históricos, ya que consolida la primera autonomía indígena del país, lo que constituye el eje constitutivo del Estado Plurinacional en construcción. No debemos olvidar que el artículo 2 de la nueva Carta Magna establece: “Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y su dominio ancestral sobre sus territorios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, el autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Constitución y la ley”. Por lo tanto, esta autonomía indígena guaraní es un correlato de esta premisa constitucional.
En guaraní yambae significa “sin dueño”, y es aquí donde radica el sentido de la autonomía indígena en Charagua, que para muchos significa el faro que iluminará al resto de los pueblos indígenas que están en la cruzada para lograr la constitución de sus propios autogobiernos.
La significación del proceso autonómico en Charagua tiene sustento en una memoria histórica, en el “sueño de nuestros ancestros”, decía una dirigente indígena guaraní. Esa lucha fue la que les permitió resistir el exterminio tanto en la Colonia como en la República, y forjó las ansias del ejercicio de la libre determinación en el contexto de un Estado Plurinacional.
El 17 de septiembre constituye un hito democrático, ya que ese día se plasmó in situ aquella idea en torno a la democracia comunitaria e intercultural, que es la imbricación posible de distintos modelos de democracia en una demodiversidad, como dice Boaventura de Sousa; lo que, desde luego, trae consigo nuevas y viejas tensiones y conflictos, como muestra Charagua Iyambae, pero también ofrece salidas propias a los enredos democráticos, otorgando sentidos alternativos a lo político, de cara a un mayor y más efectivo mandato y control social en plural.
Hoy si bien Charagua Iyambae es un territorio con mayoría poblacional guaraní, tiene un carácter multiétnico, lo cual también representa uno de retos de su autonomía indígena, en la medida en que implica superar esa discriminación y racismo que sufrió históricamente el pueblo guaraní, generando una equidad interna en su propio seno y articulando a todos los demás sectores sociales con cultura diferente, por la vía de un diálogo intercultural, sin la necesidad de negar el conflicto, sino más bien aplicando aquellos valores y principios que expresan su estatuto autonómico.
Mas no somos nosotros quienes tenemos la palabra, son ellos los protagonistas de este proceso hacia el autogobierno y libre determinación, en medio de una historia que, según dijeron sus antepasados, se marca en esos trastocamientos de las posiciones de la tierra, donde la noche se hace día y el día se hace noche, donde la oscuridad no es solo penuria, sino también acumulación de energía creadora para rebrotar.