Incertidumbre en EEUU
Tras la victoria de Trump es en el ámbito internacio-nal donde mayor incertidumbre reina
El sorprendente resultado de las elecciones presidenciales de EEUU no solo ha puesto en cuestión a sus instituciones democráticas, pues la candidata demócrata obtuvo más votos en las urnas, pero menos en los colegios electorales, sino también ha dejado al país y parte del mundo en incertidumbre, ya que falta saber si Donald Trump cumplirá sus promesas de campaña.
Trump polarizó el ánimo del pueblo estadounidense, ya acostumbrado a la competencia entre demócratas y republicanos, que tienen tanto diferencias insalvables como grandes coincidencias, logrando distinguirse, según algunos análisis, como el candidato diferente y ajeno al stablishment, que al igual que en gran parte del mundo está siendo cuestionado, irónicamente para beneficio de las propuestas de extrema derecha.
En la misma línea, su victoria es atribuible en gran medida a la población blanca de clase media depauperada, que se sintió representada en el discurso proteccionista. Pero precisamente por eso, en el ámbito racial es donde más incertidumbre reina; el presidente electo basó su campaña en las manifestaciones de desprecio hacia los extranjeros en general, y los árabes y mexicanos en particular; así como los afroamericanos y las mujeres, que fueron menospreciados constantemente.
El resultado por lo pronto se ha traducido por una parte en algunos brotes de violencia racial y en manifestaciones de rechazo al ganador de la elección en aquellas ciudades que se precian de ser cosmopolitas y diversas. Probablemente la llegada del invierno aplaque en alguna medida los ánimos, pero ha quedado claro que EEUU es un país dividido entre la población blanca y las muchas minorías.
También existen incógnitas respecto a la viabilidad de sus propuestas para la economía estadounidense, no tanto porque es difícil saber si el mandatario tendrá el carácter suficiente para implementarlas, sino sobre todo porque implica remover los intereses de grandes transnacionales dentro y fuera de EEUU.
Por otra parte, algunos medios de comunicación, en un sano ejercicio democrático, tomaron partido por la candidata demócrata brindando elocuentes justificaciones para la decisión, e hicieron visibles esfuerzos por favorecer su imagen, pero los resultados en las urnas estuvieron lejos de sus intenciones. Cabe preguntarse el efecto que esto tendrá en la aceptación de esos medios en el futuro inmediato, tanto en el aparato gubernamental como en la población, que ha visto, como pocas veces antes, que no todo lo que muestran los medios es igual a la realidad.
Pero al margen de la política doméstica, que es donde tal vez mayor esfuerzo intente poner el 45° presidente de EEUU, es en el ámbito internacional donde mayor incertidumbre reina, pues a los ya mencionados intereses económicos y financieros que podrían verse amenazados, se suman los intereses geoestratégicos en un mundo particularmente tensionado.