Voces

Monday 29 Apr 2024 | Actualizado a 15:59 PM

Negligencia

Cuando se habla de este tema, ello no implica dirigir el dedo acusador solamente hacia los médicos.

/ 26 de diciembre de 2017 / 10:55

Cuando uno revisa el sentido de la palabra “negligencia”, la concepción más conocida es aquella que se refiere al descuido, a la falta de cuidado o la falta de aplicación. O sea, la negligencia está asociada a la irresponsabilidad en el ejercicio de una profesión u oficio. En Bolivia las prácticas imprudentes abundan y, lo peor, muchas de ellas, ponen la piel de gallina. En varios casos, las consecuencias emergentes de estas prácticas adquieren ribetes letales. Al parecer, la desprolijidad en la tarea de una determinada profesión u oficio se ha expandido por doquier y con creces. A continuación presento algunos ejemplos que ilustran inequívocamente esta situación.

A inicios de 2011, en la ciudad de Santa Cruz se desplomó el edificio Málaga en proceso de construcción como si se tratase de un castillo de naipes. ¿Por qué? Sencillamente porque un equipo de arquitectos, ingenieros e inversionistas lo construían en un terreno no apto para semejante edificación y, para colmo, el Gobierno Municipal había aprobado su edificación. El saldo fue trágico: 16 obreros quedaron sepultados, y nueve de ellos murieron.

Asimismo, recordemos el vuelo chárter de la aerolínea boliviana LaMia que el 28 de noviembre del 2016 se estrelló en las cercanías de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Medellín. El avión transportaba nueve tripulantes y 68 pasajeros, la mayoría jugadores y miembros del cuerpo técnico del equipo brasileño Chapecoense, que se dirigían a aquella ciudad colombiana para jugar la final de la Copa Sudamericana.

El balance también fue aciago: 71 personas murieron. Las causas: el avión viajaba excedido de peso y con el combustible al límite. Los pilotos, por razones económicas, no hicieron las escalas correspondientes para provisionarse. Es decir que este “accidente” aéreo se habría evitado si los pilotos hubiesen respetado los protocolos para este tipo de casos. Según las investigaciones, hay corresponsabilidad no solo de los funcionarios, sino también de las autoridades aeronáuticas.

¿Acaso olvidamos que los accidentes de buses son noticias recurrentes en Bolivia? En la mayoría de los casos se producen por descuido e irresponsabilidad de los choferes y de los propietarios, quienes por ejemplo obligan a los conductores a trabajar sin el descanso necesario. En la mayoría de los casos no existió el control de las autoridades correspondientes. Las estadísticas de fallecidos y heridos son descomunales.

Los anteriores ejemplos ponen en evidencia que en varios ámbitos laborales la negligencia puede tener consecuencias trágicas. Por lo tanto, cuando se habla de este tema ello no implica dirigir el dedo acusador solamente a los médicos; quienes, no obstante, trabajan cotidianamente con la vida humana.

Con seguridad, muchos de los galenos cumplen profesionalmente su trabajo. Empero, existe quienes no hacen bien su trabajo, poniendo en peligro la salud y la vida de sus pacientes. Las consecuencias de esta dejadez médica son aterradoras: desde dejar a los pacientes en estado vegetativo hasta ocasionar su muerte. Debido a esta minoría irresponsable se deben ajustar las tuercas de la regulación del trabajo médico en el país, tal como debería suceder en todos los ámbitos laborales donde la vida humana está en juego; por supuesto, siempre con mecanismos efectivos que garanticen el “debido proceso” para todos. De este modo ondearemos efectivamente las banderas del derecho a la salud y a la vida.

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‘Amathia’

Farit Rojas

/ 29 de abril de 2024 / 12:30

Para Sócrates, la ignorancia no es solo la carencia de saber, sino la existencia, hasta el hartazgo, de opiniones erróneas con las que se ha llenado el lugar que debía ocupar el saber. Para entender este tipo de ignorancia recordemos lo que Platón nos narra en la llamada Apología de Sócrates.

Se nos cuenta que Querefonte, viejo amigo de Sócrates, había preguntado al oráculo de Delfos si había en Atenas hombre más sabio que Sócrates, a cuya pregunta el oráculo respondió que no. Pero Sócrates, que no se consideraba sabio, empezó una búsqueda de hombres más sabios que él. Comenzó con un político que se decía sabio, es decir, que creía que era sabio pero, luego de un examen al que Sócrates lo sometió, no lo era, simplemente creía que sí lo era y exhibía como sabiduría una colección de opiniones erróneas que llenaban su aparente saber. Luego Sócrates visitó a los poetas y pese a que estos escribían hermosos poemas y profundas composiciones, no lograban dar razón de los mismos, lo cual llevaba a pensar que esos poemas y esas composiciones eran fruto de la inspiración y no de la sabiduría. Finalmente, Sócrates buscó a los artesanos, quienes sabían sobre su arte, pero este conocimiento los llevaba a creer que sabían de todo, lo cual no era cierto y oscurecía lo poco sabían. Entonces, Sócrates se dio cuenta de la existencia de una ignorancia mucho más compleja que la sola carencia de conocimiento, esta ignorancia se la nombra como amathia y consiste en creer que se sabe cuando no se sabe, es decir, estar lleno, hasta el hartazgo, de un saber que no es saber y estar convencido tercamente de que sí lo es. Fue entonces que Sócrates comprendió su sabiduría: sabía que no sabía, mientras los otros no tenían ese conocimiento.

Lea: Izquierda

La enseñanza de Sócrates consiste en que la ignorancia no es, en muchos casos, la falta de educación, sino que también una mala educación puede ser la culpable de una ignorancia grosera y altanera, pues si solo se dijera “no sé”, no habría mayor problema que empezar a aprender, pero responder con un “sí sé” cuando no se sabe, obliga a que la educación deba comenzar por una fase crítica de desaprender antes de empezar a aprender, y ésta es justamente la tarea de una enseñanza y un pensamiento crítico.

Los ignorantes, resultado de la amathia, eran muy peligrosos para los griegos, pues estos están llenos de ideas falsas y no preguntan ni investigan, pues solo repiten lo que creen saber, y lo más temible es que podían ejercer cargos sensibles para la existencia de la polis, desde ser maestros hasta ser gobernantes. Este tipo de ignorantes siguen siendo muy peligrosos hoy en día, pues al igual que el temor que tenían los griegos hoy podemos temer que muchos puedan acceder a cargos, funciones y puestos tanto públicos como privados.

(*) Farit Rojas es docente investigador de la UMSA

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México, crónica de un complot

Desesperados, los enemigos de AMLO juntaron a tres partidos de distinta ideología e eligieron a una candidata

Javier Bustillos Zamorano

/ 29 de abril de 2024 / 12:24

1) Hay que doblegarlo. Ante el demoledor triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en 2018, sus enemigos que no pudieron frenarlo con un nuevo fraude, se resignaron y buscaron el abrazo, como hacen los boxeadores que están a punto de irse a la lona. Halagándolo, se acercaron sumisos para ver si por las buenas conservaban algunos privilegios, pero no: los empresarios fueron obligados a pagar sus millonarias deudas al fisco, la Iglesia Católica dejó de imponer su agenda, las autoridades electorales que habían fingido imparcialidad durante 36 años fueron desenmascaradas y los dueños de medios y periodistas, acostumbrados a una relación corrupta con el gobierno, dejaron de recibir financiamientos y embutes. Rabiosos, pero con disimulo, recomenzaron su guerra, ahora subterránea. Lo atacaron con tanta saña, a través de la radio, la televisión y los periódicos, que se le comparó con Francisco I. Madero, líder de la Revolución Mexicana (1910). En toda la historia de este país, solo esos dos presidentes fueron injuriados y calumniados con tanta sevicia.

Consulte: El hombre de Washington

2) Hay que sabotearlo. Como vieron que ni la pandemia lo tiró, ni la economía se fue a pique, que no hubo devaluación ni fuga de capitales, ni ninguna catástrofe que auguraron, buscaron nuevos aliados y los encontraron en los jueces y fiscales del Poder Judicial. Toda iniciativa del gobierno, cualquiera, encontró un muro de rechazo en el Poder Judicial: empresarios extranjeros que medran con recursos energéticos y que el gobierno quiere someterlos a la Justicia, fueron protegidos, lo mismo que estafadores y defraudadores del Estado; hasta una ley eléctrica que beneficiaría a la población, aprobada por el Ejecutivo y el Legislativo, fue echada para abajo. Delincuentes que ya estaban encarcelados, fueron liberados con argumentos tan insólitos como que la hora en que fueron detenidos, no era la misma que aparecía en el expediente. Así, salieron narcotraficantes, asesinos confesos, políticos corruptos, violadores y hasta los secuestradores de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. En respuesta, el gobierno propuso cambios constitucionales para que los integrantes del Poder Judicial sean elegidos por voto popular.

3) Hay que destruirlo. En esas estaban cuando les llegó el tiempo de las elecciones presidenciales que serán este próximo 2 de junio. Desesperados, los enemigos de AMLO juntaron a tres partidos de distinta ideología e eligieron a una candidata, Xóchitl Gálvez, a quien apuntalaron con millonarios gastos propagandísticos y todo el apoyo de los medios. Pero como un globo que se desinfla, así se desinfló con el tiempo su candidata. A un mes de las elecciones, su adversaria Claudia Sheinbaum, del partido de AMLO, le lleva 30 puntos de ventaja. Entonces, decidieron jugar su última carta: descarrilar la elección, buscar la forma de que sea anulada; relacionar al gobierno con el narcotráfico y desatar la violencia política, con asesinatos incluidos.

Buscaron ayuda en Washington y la obtuvieron: el mismo día y casi a la misma hora, The New York Times, la agencia Deutsche Welle y un medio llamado Propública, emitieron una nota periodística, en febrero de este año, que decía que agentes estadounidenses habían comenzado una investigación sobre un presunto financiamiento del narcotráfico a las campañas del entonces candidato AMLO en 2006 y 2018. Pero como sus fuentes no eran confiables y no había pruebas, decidieron cerrarla. Fin de la nota. Pero eso bastó para que sus adversarios realizaran una intensa campaña cibernética con el hashtag “AMLOnarcopresidente”, que a la fecha lleva 300 millones de reproducciones, la mayoría de bots y robots, operados desde España, Argentina y Estados Unidos. Según la plataforma Pandemiadigital.net, en marzo se publicaron nuevamente 30 millones de mensajes relacionando a AMLO y la candidata Claudia Sheimbaum con el narcotráfico.

Simultáneamente aumentaron los asesinatos de candidatos a diferentes puestos de elección —55 hasta el momento—, la mayoría del partido de AMLO. Varios más fueron secuestrados y desaparecidos. ¿Hasta dónde llegarán los conspiradores? No se sabe. Pero cuando esos poderes se juntan con los del crimen organizado, todo se puede esperar.

(*) Javier Bustillos Zamorano es periodista

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La mitomanía de la crisis

La generación de incertidumbre con relación a la economía boliviana no es un tema nuevo

Gustavo Gómez

/ 29 de abril de 2024 / 12:14

La construcción de irrealidades se inició a partir de afirmaciones como el “piloto automático”, “ya vienen los efectos de la crisis financiera”, “el modelo solo funciona por el precio de los minerales”, “el efecto rebote”, entre otros cuestionamientos al modelo económico implementado en el país, argumentando además “nació muerto”, afirmaciones poco fundamentadas y que van más allá de la teoría económica. 

La economía se mueve con base a los ciclos económicos en los cuales existen etapas identificadas: crecimiento, estabilidad, desaceleración y recesión, y que toda economía a lo largo del tiempo sufre estas vicisitudes independientemente al modelo aplicado. Es por esto que la teoría económica sugiere que las autoridades deben adoptar medidas para aprovechar los periodos de crecimiento y estabilidad para afrontar y mitigar los efectos de las etapas de desaceleración y recesión.

Revise: La senda de la bolivianización

Las economías desarrolladas, en diferentes periodos de la serie de tiempo de su producto interno, han sufrido etapas de profunda recesión, lo cual, por supuesto, no supone considerar como un fracaso total de su modelo aplicado, pero sí entenderlas como señales de agotamiento y que requieren ajustes necesarios y oportunos.

En los últimos años, la economía mundial y nacional enfrentan desafíos de recesión, debido a los efectos que aún persisten por el COVID y sus variantes, así como los conflictos bélicos que se desarrollan sin solución, periodos de crisis económica y política en la región, el incremento de los precios de los productos, entre otros aspectos que, sumados a conflictos sociales internos, inciden negativamente en la actividad económica de la mayoría de los países, incluido el nuestro.

Pese a este panorama, los principales indicadores macroeconómicos en nuestro país se encuentran estables o controlados: crecimiento, inflación, tipo de cambio y empleo, lo cual no es objeto de discusión e interpretación, por el contrario, denotan resultados adecuados por la adopción de medidas acertadas en un contexto externo e interno adverso.   

Es perverso pensar que mientras el Estado efectúa todos los esfuerzos para mantener la estabilidad económica que beneficia a la población, algunas personas hacen los mismos esfuerzos, pero para generar la idea de que estamos atravesando una gran “crisis económica”, apelando a todo tipo de argumento posible e interpretando la economía desde una perspectiva inadecuada. 

La generación de incertidumbre con relación a la economía boliviana no es un tema nuevo, viene desde hace más de 18 años con los mismos argumentos y las mismas sugerencias para la aplicación de viejas recetas que no fueron diseñadas para la realidad del país, pero que, pese a todo, en su momento fueron aplicadas con resultados poco halagüeños para Bolivia, dejándola sin propiedad alguna de empresas estratégicas ni recursos naturales.

El individualismo económico y la manera de querer ver las cosas muestra, en muchos casos, la verdadera intención que tienen, generar incertidumbre y participar de algún proyecto político o propio, cual salvadores de la patria. Es derecho de todo boliviano aspirar a ser la primera autoridad del país, previo cumplimiento de requisitos, pero es inaceptable descalificar toda medida aplicada y hacer pensar a la población que el modelo vigente es el incorrecto, cuando hay resultados que muestran todo lo contrario.

Sería importante que las personas que tratan de generar la idea de una supuesta crisis y el fracaso del modelo, efectúen una exhaustiva evaluación de los resultados y sean objetivos al momento de plantear modelos alternativos y aplicables a nuestra realidad, porque no solo se trata de desempolvar viejas recetas y proponerlas como un “nuevo modelo salvador”, considerando que no tuvieron resultados adecuados. Realidad más que elocuente.     

(*) Gustavo Gómez es economista

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Instintos básicos e imaginación de la derecha

La oposición no se atreve a entregar sus propuestas económicas que tiene en mente

Jaime Jordán Costantini

/ 29 de abril de 2024 / 11:59

A partir de marzo de 2023, se manifestó la escasez de dólares en el país y algunos economistas y líderes políticos, sin quererlo, han puesto al descubierto sus intenciones políticas. La expresión más clara fue la edición en las redes sociales del discurso del expresidente Víctor Paz, en agosto de 1985, donde anunció la puesta en marcha el DS 21060. Este discurso fue titulado por los autores como “Bolivia se nos muere 2.0”. ¡Sí! algunos quieren dar a entender que estamos al borde de un proceso híperinflacionario, al igual que en 1985.

En repetidas veces, el Gobierno ha dado a conocer la variación del índice de precios que muestra estabilidad de precios, al margen que en algunas circunstancias se producen alzas puntuales y temporales de precios en algunos productos.

Lea: Los riesgosos caminos de Milei

Nuestra intención es explicar por qué hay fundamentos para la estabilidad de precios, que desde luego es la expresión de un fenómeno monetario, sobre el cual los economistas de oposición callan.

Un punto de partida es explicar que una caída de divisas de las reservas internacionales se traduce en que los tenedores de moneda nacional la entregan al Banco Central de Bolivia (BCB) a cambio de dólares. Muchos preguntarán: ¿Y qué hace el BCB con esos bolivianos? Los coloca en el sector privado o público y si estos dos ítems son superiores a la reducción de reservas internacionales, entonces hay una expansión de dinero que puede elevar los precios.

Para saber lo que realmente ocurrió hay que examinar los factores de expansión y contracción del dinero, información que se encuentra en la tabla número 1.08 del boletín del BCB que tiene los datos de enero a septiembre 2023. Se debe destacar que esta tabla se obtiene de una combinación de los balances del BCB y el sistema bancario a fines de cada mes y, por tanto, son variables de stock a una fecha determinada. Es similar al balance de una empresa que refleja activos y pasivos a fin de año. El BCB y los bancos hacen balances mensuales y en base a esta información se construye la tabla que citamos. Los factores de expansión del dinero son los activos internacionales y el crédito que el BCB otorga a los sectores público y privado.

El análisis es el siguiente: Entre enero y septiembre de 2023, los activos internacionales netos, que son las reservas en dólares expresadas en moneda nacional, se redujeron en Bs 13.880,6 millones. Esa enorme cantidad de dinero en moneda nacional estaba en poder del público y fue a parar a las manos del BCB, que entregó dólares a cambio de los bolivianos.

Por su parte, el instituto emisor aumentó sus créditos al sector público en Bs 14.609 millones y redujo el crédito al sector privado en 4.939,5 millones, con lo cual por ambos conceptos el resultado fue un aumento del crédito entre ambos sectores de 9,670 millones (14.609 millones menos 4.939,5 millones), que es una cifra menor de lo que representaron para el BCB los activos internacionales expresados en bolivianos. Esto significa que en 2023 hubo una reducción de la cantidad de dinero, que explica la estabilidad de precios en 2023 y que es permanente en los tres primeros meses de 2024.

Conclusiones: No puede pensarse en inflación, en la medida en que existe una reducción de la cantidad de dinero. Sugerir que hay en perspectiva una inflación es una enorme incultura económica y pretender que alguien crea esa patraña es un acto insano.

Detrás de esa campaña hay algo más sustantivo sobre lo cual incido. La oposición no se atreve a entregar sus propuestas económicas que tiene en mente, que apuntan a implementar políticas de ajustes brutales como las que se aplican actualmente en Argentina, que entre otros factores ya han generado un 60% de pobreza en ese hermano país.

¿Por qué la oposición de derecha no tiene el coraje de hablar claro? Digan las soluciones para los problemas económicos de Bolivia: ¿aumentar el precio del diésel a Bs 6 el litro, devaluar el boliviano y llevar el tipo de cambio a Bs 10 bolivianos, paralizar la inversión pública en los próximos años, despedir a miles de empleados públicos?

Esto es más honesto y genuino que pasar mensajes como reeditar el discurso del expresidente Paz. Es previsible que desempolvaron el DS 21060 y le pondrán versión 2.0. ¡Qué imaginativos!

(*) Jaime Jordán Costantini es doctor en Economía y docente universitario

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Martha Paredes, gracias por las enseñanzas

Ella escribió ‘El indio Laureano Machaca’, única publicación conocida sobre la experiencia rebelde de este aymara.

/ 28 de abril de 2024 / 00:26

Es muy doloroso cuando una persona amiga nos deja físicamente. La partida casi siempre nos lleva a recuerdos, a recapitular algún pasaje vivido que aún se tiene en la memoria y que pueda perdurar en el tiempo. Sabemos que no es sencillo reconstruir ese pasado. Martha Paredes era una historiadora muy especial, pues aparte de las cualidades técnicas adquiridas en la carrera de Historia de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), donde estudió, tenía un don especial de hacer amistades y también de brindar enseñanzas en el quehacer histórico. Recuerdo que, a finales de los años 80, era estudiante de la carrera de Sociología en la UMSA y me acerqué al Archivo de La Paz (ALP), dependiente de la UMSA y administrado por la carrera de Historia, para investigar sobre el movimiento indígena y campesino del país, y particularmente de la región andina. En la planta baja de la Casa Montes se albergaba, y aún lo es, una frondosa documentación recuperada en varios momentos por connotados historiadores y puesta públicamente para el acceso de los interesados en la investigación.

En este espacio maravilloso, lleno de documentos y libros, conocí a muchas personas que con el transcurrir del tiempo se hicieron amigos y colegas. Martha fue una de estas personas. Ella trabajaba en este espacio y yo que no tenía práctica sobre cómo entender los documentos, simplemente solicitaba legajos sobre los primeros años del siglo XX. Tocó explicar mi interés específico sobre el movimiento de los caciques apoderados, por ejemplo, a la cabeza de Santos Marka T’ula, Francisco Tangara, Rufino Willka y muchos otros. Esta precisión permitió acceder a los documentos ordenados por años y no por temas. Razón que a Martha le tocó buscar y cargar con documentos envueltos en papel madera, y a mí, a buscar como aguja en un pajar sobre el movimiento indicado. Mi constancia de visitar todas las tardes el ALP nos permitió conocernos y hacernos amigos. Al final de las tardes, cuando se acababa la jornada, nos poníamos a hablar de temas del pasado, incluido lo familiar.

Recuerdo las largas conversaciones sobre el pasado de los Paredes, es decir, Rigoberto Paredes, Antonio Paredes e incluso José Luis (Pepelucho) Paredes, escritores y políticos, quienes eran sus parientes cercanos. Hablar sobre el pasado de los Paredes era fascinante. Provenían de los caciques locales de la marka Carabuco, que en algún momento del tiempo apellidaban Siñani. La pregunta obvia fue: ¿Por qué se cambiaron de apellido, es de decir de Siñani a Paredes? Me sugirió leer el libro de Rigoberto Paredes Los Siñani. Pero también me contaba alguna actividad de su tía Alfonsina Paredes, gran investigadora y escritora. Ella escribió El indio Laureano Machaca, única publicación conocida sobre la experiencia rebelde del aymara Laureano Machaca en una región de la provincia Camacho, en el departamento de La Paz. A Martha también le interesaban otros temas y los libros, no solo de historia sino de las ciencias sociales y humanísticas, y no escatimaba para adquirirlos.

Después de varios años nos reencontramos en la Cancillería, dirigía el archivo central del ministerio. Estaba muy abocada a conocer y administrar la memoria internacional del país. Recuerdo que en una visita me enseñó la ingente cantidad de documentos sobre las relaciones internacionales del país, entreverados con actividades de los diplomáticos y escritores nacionales e internacionales. Después de 2006, le enviaron a desempeñar funciones diplomáticas en Roma, Italia. Nos escribíamos virtualmente, estaba muy motivada y muy emocionada por el nuevo espacio laboral y por aportar al país.

Después de cumplir la misión diplomática y retornar al país, en algunas comunicaciones me comentó de su jubilación. Quedamos en vernos tan pronto pase la pandemia del COVID-19. Lástima que nuestras largas conversaciones ya no será posible continuarlas. Martha, gracias por todas las atenciones tan generosas en mi etapa de aprendizaje in situ y por compartir temas del pasado y el presente. Hasta pronto. Ma suma kullakawa wiñay markaru sarawayxi. Martha sutininwa. Jupan achachilanapaxa Karawuku markataynawa. Jallalla!!!!

Esteban Ticona Alejo es aymara boliviano, sociólogo y antropólogo.

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