Eckerstorfer y el proyecto Oscar
Además de la apertura de caminos, los oscarinos apoyaron en temas de salud, educación y alimentación.
El 3 de enero falleció Roberto Eckerstorfer Stoiber, quien impulsó, junto con el sacerdote franciscano Miguel Dooling, del proyecto OSCAR. Este emprendimiento se inició en 1969 y durante 43 años contribuyó grandemente al desarrollo del país, y en particular de comunidades rurales del norte de La Paz, como Alto Beni.
Eckerstorfer, de origen austriaco, llegó al país en 1972 a los 27 años. Desde entonces adoptó a Bolivia como su patria y abrazó como propia la lucha que emprenden cada día los sectores menos favorecidos para superar la pobreza y mejorar la calidad de vida de sus familiares. Luego de pasar un tiempo en Roboré, se trasladó a Alto Beni, en el norte de La Paz. Sufriendo en carne propia las limitaciones de las comunidades alejadas, el exsacerdote franciscano (Eckerstorfer colgó los hábitos para casarse con una mujer boliviana, con la que tuvo dos hijos) se dio cuenta de la necesidad de conectar por medio de caminos a las poblaciones rurales e indígenas, a fin de impulsar su desarrollo. Fue así como empezó el proyecto OSCAR, de allí su nombre: Obras Sociales de Caminos de Acceso Rural.
Los primeros oscarinos (Dooling, Eckerstorfer y cuatro voluntarios) ingresaron a la localidad de Guanay para abrir caminos con medios muy precarios. De a poco, el proyecto fue sumando adeptos y también recursos gracias a la cooperación internacional. Uno de sus mayores logros fue el reconocimiento de su labor como una alternativa al servicio militar. Gracias a ello consiguieron más voluntarios y a la vez se abrió una oportunidad para que muchos jóvenes aprendan de manera práctica labores técnicas, así como la importancia de la solidaridad y el trabajo en favor de los sectores marginados.
Posteriormente, en 1982 Eckerstorfer tomó las riendas de este proyecto y el centro de operaciones se trasladó a Alto Beni. En aquellos parajes, la leishmaniasis (o lepra blanca) y otros parásitos causaban estragos entre la población. Asimismo la desnutrición campeaba por la falta de una alimentación balanceada, pues solo se cosechaba arroz. A su vez los colonos, con prácticas nocivas para el medio ambiente como el desmonte sin discriminación y el chaqueo, agudizaban las enfermedades tropicales y la erosión de los suelos. Frente a esta realidad, los oscarinos comprendieron la urgencia de apoyar no solo en la apertura de caminos, sino también temas de salud, educación y alimentación.
Gracias a ellos, la educación mejoró, y con ello, la calidad de vida de los pobladores. También lograron conseguir medicamentos occidentales y locales (gracias al conocimiento de los indígenas del lugar) para tratar la leishmaniasis; y diversificaron la producción agrícola (además de arroz, comenzaron a cultivar cítricos, cacao, plátano, entre otros), con lo que mejoró la alimentación. Estos ejemplos son solo una pequeña muestra de la invalorable labor que Eckerstorfer realizó en favor del país; así como la importancia de revitalizar el proyecto OSCAR, que dejó de funcionar en 2011 por la falta de recursos.