Los tarubolivianos
Días atrás el ahora expresidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de Chile Jorge Tarud, representante más radical del antibolivianismo en dicho país, afirmó que “Evo había realizado el acto populista más grande del mundo, en busca de su reelección”, en relación al ‘banderazo’ realizado en nuestro país. Esta postura del político chileno no es nueva, ha sido constante en su agresión contra nuestro país. Él es el creador de la tesis de que el tema marítimo es utilizado por el Gobierno boliviano con fines de política interna, y desde el Parlamento chileno ha sido el más avezado opositor a cualquier acuerdo con Bolivia.
Que en Chile haya este tipo de especímenes no nos asombra; recordemos por ejemplo al almirante chileno Merino que calificó a los bolivianos de “auquénidos”. Lo que sí es asombroso es que haya opinadores, opositores y otros majaderos que al interior de Bolivia difundan, asuman y reproduzcan el discurso de Tarud. Agreden a la bandera de reivindicación marítima, símbolo nacional creado en el gobierno de Ovando Candia en 1969, y afirman que la wiphala no estaba en la bandera original. Tampoco ha faltado alguno que, abusando de su ignorancia, ha dicho que el mar es celeste y no azul.
Que gente que opina en las redes diga semejantes incoherencias tampoco asombra en una época en que los memes han sustituido a la lectura y las sensaciones, a la razón. Lo paradójico es que quienes rechazaron el imponente acto del ‘banderazo’ son los que dicen defender la Constitución. Son tan incoherentes que desprecian a la wiphala, que está consagrada como símbolo nacional en la Carta Magna, y rechazan la causa marítima, que está en el texto constitucional como mandato expreso.
Que uno que otro columnista traidor asuma la bandera chilena no asombra tampoco. Lo que es lamentable, y nos ha sorprendido, ha sido la declaración de un expresidente que calificó de show no solo el ‘banderazo’, sino también el viaje de exmandatarios bolivianos a La Haya para participar de los alegatos sobre el tema marítimo. Declaración que ha sido divulgada con satisfacción por la prensa chilena y ampliamente comentada por la élite del país vecino.
Estas poses antibolivianas ponen por encima del interés de la nación los apetitos sectarios de aquellos que habiendo tenido la oportunidad de hacer algo por el país, lo que hicieron fue entregarlo a intereses extranjeros. Tampoco sorprende que hayan actuado de la misma forma en 1880, así como en 1904; y que se callaron durante décadas con las aguas del Silala y el desvío del río Lauca. Hoy ridiculizan una causa nacional por intereses politiqueros, siguiendo al pie de la letra el argumento de Jorge Tarud.