El 13 de abril de 2025 se cumplieron 10 años de la partida física de uno de los grandes íconos de la escritura latinoamericana, que no sólo supo retratar en sus líneas la desigualdad de los pueblos de América Latina, sino le dio voz a los más oprimidos, los explotados, los nadies, las víctimas de la hegemonía mundial, Eduardo Galeano.
El escritor, periodista y editor uruguayo supo plasmar en su libro más famoso: “Las venas abiertas de América Latina”, publicado en 1971 —a manera de denuncia—, la explotación económica del continente por parte de los imperios coloniales y los estados imperialistas, texto que fue prohibido en su natal Uruguay, además de Chile y Argentina durante las dictaduras de los años 60 y 80, mismo que lo mandó al exilio cuando en 1973 los militares dieron un Golpe de Estado e instalaron un gobierno de facto hasta 1985.
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En su libro “Patas Arriba: La escuela del mudo al revés”, expone las injusticias del mundo contemporáneo criticando a la globalización, al capitalismo, las desigualdades sociales, y cómo los poderosos han impuesto un sistema que justifica “La explotación de los débiles”.
Siempre crítico contra gobiernos servidores al imperio, como el que está cometiendo el genocidio en Palestina, cuya denuncia la hace en su escrito “Operación plomo impune”, en el año 2008, en el cual expone que desde 1948 los palestinos viven condenados a la humillación perpetua; pues han perdido su libertad, su todo… Gaza está siendo castigada. Se convirtió en una ratonera sin salida, desde que Hamás ganó limpiamente las elecciones en el año 2006.
Ya lo decía en ese año, “ya poca Palestina queda”, paso a paso el régimen israelí la está borrando del mapa, porque Israel viola e incumple todas las resoluciones, burlándose del Derecho Internacional, “el ejército israelí no mata por error”, sabe a quién mata.
También nos percataba de los Medios Masivos de Manipulación, o los medios hegemónicos los que están controlados por el lobby sionista, los grandes monopolios de las multinacionales, los holdings, quienes dominan el mundo de la comunicación, y los que quieren dirigir lo que vemos, lo que leemos, y escuchamos, al servicio de los intereses israelíes-estadounidenses, los que continúan llamando guerra a un genocidio, como lo señalo en el texto “Palestina entre piedras y misiles”.
Ante el silencio mediático de los crímenes de guerra del régimen israelí, Netanyahu incinera la verdad, asesinando a periodistas, quemándolos vivos. Hasta la fecha ya son más de 211 comunicadores palestinos muertos en la Franja de Gaza, y de acuerdo al informe del Instituto de Watson de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Brown, en EEUU, desde el 7 de octubre de 2023, son 230 reporteros asesinados.
Los medios oligárquicos son los que nos invitan a creer que son humanitarias las doscientas bombas atómicas de Israel, y que una potencia nuclear llamada Irán fue la que aniquiló Hiroshima y Nagasaki, como lo señala Eduardo Galeano, cuando en la realidad Israel, que ocupa territorio palestino desde hace 77 años es el Estado que posee armas nucleares, y que EEUU es el país que fabrica y vende más armas que cualquier otro país del mundo, el único que ha lanzado “bombas atómicas” sobre personas indefensas.
Galeano, en sus numerosas columnas hace hincapié a las invasiones desatadas por Estados Unidos desde 2001, las cuales han dejado más de 4,6 millones de muertos en Afganistán, Irak, Libia, Pakistán, Somalia, Siria y Yemen, cifras que todavía continúan creciendo por los conflictos que aún persisten, el lobby armamentístico, que hoy ha asesinado a cerca de 60.000 palestinos, donde 19.000 son niños.
El silencio cómplice de los medios y la maquinaria bélica del occidente hegemónico encubren el genocidio en Gaza. Israel, armado hasta los dientes por EEUU, masacra palestinos mientras el mundo mira hacia otro lado, los mismos que justifican sus 200 bombas nucleares son los que demonizan a Irán, ignorando que solo EEUU ha usado armas atómicas contra civiles. Galeano lo denunció: el imperialismo es una fábrica de muerte.
Hasta el presente, mientras se escribe estas líneas, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza ya son 60.000 palestinos asesinados —19.000 niños— por lo tanto, esta no es una guerra, es una limpieza étnica, sin duda la historia juzgará a los verdugos… y a quienes callaron.
(*) Sdenka Saavedra Alfaro es escritora, corresponsal internacional de HispanTV