Dengue en los Yungas
Urgen mayores recursos públicos para contrarrestar el avance del mosquito ‘Aedes aegypti’.
Desde noviembre se han reportado al menos 260 casos de dengue en Caranavi, de los cuales cinco fallecieron y siete se encuentran en estado crítico. A diferencia de lo que ocurre con algunas regiones del oriente del país, las comunidades de los Yungas no están acostumbradas a lidiar con epidemias de dengue, lo que explicaría en parte esta elevada tasa de contagio y de fallecimientos.
Por ejemplo, el año pasado el Ministerio de Salud confirmó más de 2.000 casos de dengue, zika y chikungunya en el país, la mayoría de ellos en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando. Sin embargo, como consecuencia del calentamiento global y de la creciente deforestación para ampliar la frontera agrícola y habilitar tierras de pastoreo, la población del mosquito Aedes aegypti, el principal transmisor de estas enfermedades, no solo se ha incrementado en las zonas tropicales, sino también se está adaptando a otras regiones de mayor altura, como los Yungas paceños y algunos valles de Cochabamba.
Por otro lado, los casos de dengue en el país tienden a incrementarse en estas regiones por la falta de información y hábitos contraproducentes bastante arraigados entre la población, como no descartar neumáticos usados u otros recipientes que son utilizados por este mosquito para reproducirse. Y a todo ello se suma la falta de preparación y de equipamiento entre las autoridades para contener su proliferación.
Por caso, según se consigna en una nota publicada ayer en este diario, en Caranavi las autoridades utilizaron insecticidas con al menos dos años de vencimiento para combatir la propagación del Aedes aegypti; caducidad que previsiblemente reduce la efectividad de estos químicos.
Por todo ello, además de invertir mayores recursos para contrarrestar el avance del Aedes aegypti en las zonas tropicales y subtropicales del país, hacen falta programas de información y más centros de salud para fortalecer esta cruzada. Y es que, como bien se sabe, cuando las personas son picadas por mosquitos infectados con dengue, zika o chikungunya se convierten en uno de los principales propagadores de estas enfermedades, ya que al ser picados por mosquitos sanos, éstos a su vez se convierten en vectores infecciosos.
De allí la importancia de evitar que los pobladores se automediquen o recurran a remedios caseros cuando sienten los síntomas que producen estos virus (fiebre, malestar generalizado, dolores en la cabeza, músculos y articulaciones, entre otros); y que acudan cuanto antes a los centros de salud. Asimismo, resulta de vital importancia que la población contribuya a la hora de eliminar objetos en los que se pueden acumular agua de lluvia, como los neumáticos usados, latas, baldes, botellas vacías, macetas, etc.; ya que a la postre se convierten en criaderos de mosquitos.