Voces

Tuesday 21 Jan 2025 | Actualizado a 20:42 PM

‘Para estar tranquilos’

La paz se construye con diálogo, con el reconocimiento del otro, con genuina voluntad de lograr acuerdos

/ 18 de enero de 2020 / 21:11

Tras los vertiginosos hechos que derivaron en la forzada renuncia del expresidente Evo Morales, el Gobierno transitorio asumió dos prioridades: la urgente pacificación del país y la imprescindible convocatoria a elecciones. Los comicios van por buen camino, aunque todavía sin garantías. La pacificación, en cambio, parece hoy distante con las calles ocupadas por la fuerza pública.

Con la aprobación por unanimidad de la Ley de Régimen Excepcional y Transitorio, se encaminó bien la recomposición del organismo electoral y, con ella, la convocatoria a elecciones generales. Hoy tenemos nuevos vocales en el TSE y en los nueve tribunales electorales departamentales, los comicios han sido convocados para el 3 de mayo y el calendario electoral está en marcha. Esto es fundamental para preservar las urnas, no las acciones de facto, como fuente de legitimidad de autoridades electas.

Mientras la ruta electoral avanza, la anhelada pacificación sigue tropezando con intimidación y acciones de hecho. Hace apenas unos meses, en medio de un temible escenario de violencia con quema de tribunales y domicilios, gritos de “guerra civil”, amenaza de cerco a las ciudades, agresiones y vigilias, las Fuerzas Armadas y la Policía desplegaron operativos en diferentes lugares. Como resultado más de 30 personas fallecieron, en especial en las masacres (como las calificó la CIDH) de Sacaba y Senkata.

Producto del diálogo del Gobierno con representantes del MAS y dirigentes de organizaciones sociales, con el acompañamiento de la ONU y la Unión Europea, se logró frenar el riesgo de enfrentamiento y más muertes. Quedó pendiente el compromiso de una ley de garantías y resarcimiento de daños, mientras arrecian las detenciones y juicios contra autoridades del anterior régimen. Y se allanó la vía para la extensión del mandato de todas las autoridades electas, además de la Presidenta transitoria.

Ante la tensión generada por la proximidad del 22 de enero, día del Estado Plurinacional, con advertencia de nuevas movilizaciones sociales y la inaceptable declaración de Morales sobre “milicias armadas” (de la cual se retractó rápidamente), el Ejecutivo no tuvo mejor idea que ocupar el territorio nacional, en especial las ciudades, con militares y policías fuertemente armados “para el restablecimiento del orden público”. Rara forma de operaciones de prevención “para estar tranquilos” (sic).

La paz social es un principio fundamental de toda sociedad democrática y es una condición de gobernabilidad y convivencia. Esa paz se construye con diálogo, con el reconocimiento del otro, con genuina voluntad de lograr acuerdos. Las declaraciones altisonantes y la militarización no generan paz, sino miedo. Y prolongan la polarización, el asedio, el revanchismo. Con falta de garantías y “patrullaje en las calles” se está dañando la difícil ruta electoral arduamente lograda hasta el momento.

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Stablecoins: de la volatilidad a la seguridad

/ 21 de enero de 2025 / 06:07

En los últimos años, los criptoactivos han revolucionado el panorama financiero global, pero junto con su popularidad han surgido desafíos significativos, como la volatilidad. De hecho, una de las principales características de los criptoactivos, sobre todo de las criptomonedas, es su volatilidad extrema.

Esta es la razón por la que las stablecoins o monedas estables han ganado un lugar central en el ecosistema financiero digital y como un puente entre las finanzas tradicionales y el futuro digital. Estas criptomonedas, diseñadas para mantener un valor estable; casi fijo, se han convertido en herramientas clave para impulsar la adopción masiva y la innovación en los mercados financieros.

Las stablecoins son un tipo de criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo subyacente, como monedas fiduciarias (por ejemplo, el dólar estadounidense o el euro), materias primas (como el oro) o incluso una cesta de activos. A diferencia de otras criptomonedas como Bitcoin, Ethereum o Solana, cuyo valor puede fluctuar drásticamente en cuestión de horas, las stablecoins están diseñadas para ofrecer estabilidad y reducir el riesgo de volatilidad.

Existen diferentes tipos de stablecoins según el mecanismo que utilicen para mantener su estabilidad:

1.            Stablecoins respaldadas por monedas fiduciarias (fiat): Cada token está respaldado por reservas de dinero en una proporción de 1:1. Ejemplo: USDT (Tether) o USDC (USD Coin).

2.            Stablecoins respaldadas por criptoactivos: Utilizan otras criptomonedas como garantía, generalmente sobrecolateralizadas para contrarrestar las fluctuaciones del mercado. Ejemplo: DAI.

3.            Stablecoins algorítmicas: Su estabilidad no depende de reservas físicas, sino de algoritmos y contratos inteligentes que regulan automáticamente la oferta y la demanda. Ejemplo: UST (aunque este tipo ha enfrentado desafíos).

4.            Stablecoins respaldadas por commodities. Estas monedas están vinculadas a activos físicos, como el oro, la plata o el petróleo. Por ejemplo, Tether Gold (XAUT) y PAX Gold (PAXG) están respaldadas por reservas de oro.

Las stablecoins no solo resuelven el problema de la volatilidad, sino que también ofrecen ventajas clave que las hacen esenciales en el panorama financiero y tecnológico actual:

1.            Facilitan las transacciones internacionales

Enviar dinero a través de fronteras puede ser costoso y lento utilizando métodos tradicionales. Las stablecoins permiten transferencias rápidas y económicas, eliminando intermediarios y reduciendo las tarifas asociadas.

2.            Impulsan la inclusión financiera

En regiones con sistemas bancarios poco desarrollados o economías inestables, las stablecoins ofrecen acceso a un sistema financiero más seguro, guardando sus ahorros en una moneda estable y resistente a la inflación, sin necesidad de una cuenta bancaria.

3.            Juegan un rol clave en las Finanzas Descentralizadas (DeFi)

El ecosistema DeFi depende en gran medida de las stablecoins para proporcionar liquidez, servir como medio de intercambio y actuar como colateral en plataformas de préstamos.

4.            Protección contra la volatilidad

Para comerciantes e inversores, las stablecoins actúan como un refugio seguro en períodos de alta volatilidad en los mercados de criptomonedas.

5.            Modernización de los mercados tradicionales

Cada vez más instituciones financieras tradicionales están explorando el uso de stablecoins como una forma de modernizar sus operaciones, incluido la CBDCs.

El papel de las stablecoins en el mundo financiero está en constante evolución. Su adopción masiva no solo está transformando la forma en que realizamos transacciones, sino que también está sentando las bases para una economía digital más inclusiva y eficiente. A medida que los marcos regulatorios se consoliden y la tecnología avance, es probable que veamos una integración aún más profunda entre las stablecoins y los sistemas financieros tradicionales.

En un mundo donde la estabilidad y la accesibilidad son esenciales, las stablecoins están demostrando ser una solución indispensable, ofreciendo el equilibrio perfecto entre innovación y seguridad. Sin duda, estas monedas digitales seguirán siendo un componente clave en la evolución del dinero tal como lo conocemos.

Gamal Serhan Jaldin (@gamalbolivia) es experto en Tecnología e Innovación.

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Las diferencias arbitrarias

La agresión a Emilia podría interpretarse como un intento de ‘recordarle su lugar’ dentro de una jerarquía social no oficial

Cris González

/ 19 de enero de 2025 / 06:00

El caso de la señora Emilia y su nieto, agredidos mientras recolectaban tunas en Achumani, barrio principalmente de “jailones” (gente con plata), como se denominan en Bolivia, refleja dinámicas sociales que devela profundas desigualdades estructurales. Este incidente no solo es un ejemplo de violencia y discriminación cotidiana, sino que expone cómo operan sistemas de exclusión y prejuicio que me remiten a las jerarquías descritas por Wilkerson en su libro Casta y reciente película que encuentras en una famosa plataforma: Origen.

Wilkerson identifica cómo las sociedades perpetúan jerarquías basadas en diferencias arbitrarias, como el color de piel, la clase social o el origen étnico. En el caso de Bolivia, la agresión hacia una mujer mayor, indígena, y su nieto, puede ser entendida como un reflejo de las tensiones históricas entre el colonialismo estructural y la resistencia de los pueblos originarios.

La agresión verbal y la exclusión de Emilia no son incidentes aislados, sino un síntoma de una mentalidad que jerarquiza a los individuos en función de prejuicios étnicos, económicos o culturales, la palabra robo fue repetida en reiteradas ocasiones por uno de los atacantes, como acusación directa. Este incidente, aunque sucedido en un espacio público, reafirma las barreras invisibles que delimitan quiénes son «bienvenidos» en ciertos entornos y quiénes levantan sospechas de inmediato.

Los sistemas de casta, nos dice Wilkerson, no solo deshumanizan a quienes son colocados en el «escalón más bajo», sino que también desensibilizan a quienes perpetúan esos sistemas, promoviendo actitudes de supremacía y rechazo. En el caso de Emilia, los agresores actuaron bajo prejuicios arraigados que, normalizados, reflejan una falta de reconocimiento de la dignidad humana compartida. El trato fue de tu, la acusación inmediata fue “esto es robo” y le dice frente, al infante llorando, “es una vergüenza, más encima que traigas a tu niño a enseñarle a robar”.

El trato de superioridad hacia una mujer mayor, aymara, quien, junto a su nieto, recolectaba tunas en un lugar público, la acusación de robo – ladrona, sin mediar juicio es una manifestación de una sociedad que todavía no ha logrado desmantelar las estructuras coloniales que posicionan a ciertas personas como menos dignas o «fuera de lugar» y sospechosa de infringir el marco legal vigente.

El sistema de casta, se construye sobre pilares de deshumanización, asignando roles de superioridad o inferioridad según características externas según describe Wilkerson. En el caso boliviano, la agresión a Emilia podría interpretarse como un intento de «recordarle su lugar» dentro de una jerarquía social no oficial, pero profundamente internalizada. Este acto de violencia revela cómo las dinámicas de poder pueden ser tan sutiles como devastadoras.

La respuesta del gobierno boliviano, particularmente con la recepción de Emilia en la Casa Grande del Pueblo por parte del presidente Luis Arce, tiene un fuerte peso simbólico. Este acto busca reivindicar la dignidad de la víctima y demostrar solidaridad frente a un acto de discriminación que ha generado indignación social. Desde el punto de vista ético, es un gesto importante porque visibiliza el compromiso del Estado con sectores históricamente marginados, como las mujeres indígenas y rurales. Pero el problema en el país es estructural, quedó en evidencia en 2019 donde el racismo fue una vergonzosa variable que cruzó el escenario durante el golpe cívico-militar. Ojalá se instale el tema y se busquen salidas.

(*) Cris González poeta y artista visual

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Trump debería preocupar al mundo

/ 18 de enero de 2025 / 06:02

El 20 de enero de esta gestión, por segunda vez consecutiva, asumirá la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, conocido por su mensaje xenófobo, islamófobo, antiinmigrante, racista, fascista y sionista, considerado el “primer presidente delincuente”, quien fue condenado de manera formal, el pasado 10 de enero, en el caso por el que quiso comprar el silencio de la estrella porno Stormy Daniels; sin embargo, se quedó en libertad incondicional, sin castigo o multa por el respeto a su investidura, según el fiscal Joshua Steinglass.

Lo cierto es que el presidente electo de los EEUU no solo fue acusado de 34 delitos federales, por supuesta falsificación de registros comerciales, por el pago de 130 mil dólares a la actriz mencionada durante la campaña presidencial de 2016, a cambio de su silencio sobre su relación sexual extramarital que tuvo con ella en 2006; sino que Trump es responsable de muchos otros casos, como su participación e intentona golpista en el asalto al Capitolio de EEUU, el 6 de enero de 2021, en el que resultaron cuatro personas muertas y más de 52 detenidas, después de haber perdido las elecciones frente a Joe Biden.

Es incongruente que en un país en donde se enarbola la “libertad y la democracia” se sigan tomando decisiones arbitrarias para invadir y aplicar “sus principios” en una sociedad mundial que ya no gira en torno a ellos; pues EEUU tendría que entregar a la Corte Penal Internacional a Donald Trump por todos los delitos y crímenes internacionales que cometió durante su anterior mandato, fomentando el terrorismo global.

Al haber ordenado los asesinatos del general del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI), Qasem Soleimani, del comandante interino de las fuerzas voluntarias shiíes iraquíes, Abu Mahdi Al-Mohandes, y de otros militares en un ataque aéreo estadounidense en la ciudad de Bagdad, Irak, el 3 de enero de 2020; Trump se convirtió en un prófugo de la justicia, al ser un claro ejemplo de terrorismo de Estado y violación de los derechos humanos.

Irán abrió legalmente, a través de su poder judicial, un caso contra el gobierno de Estados Unidos y condenó a este país a pagar fuertes compensaciones por el asesinato del Gral. Qasem Soleimani, y que, según el tribunal, se deberá pagar un total de 49 mil 770 millones de dólares, cantidad que irá acompañada del pago de una indemnización por daños y perjuicios desde la fecha de emisión de la sentencia hasta el día de su ejecución, la misma que expira en abril próximo.

La condena a Estados Unidos y la presentación del caso en foros internacionales, incluida la Corte de La Haya, muestran la determinación de Irán de prevenir las peligrosas herejías del terrorismo de Estado; pues debemos recordar que las acciones criminales de Estados Unidos y el régimen israelí se han llevado a cabo muchas veces, no solo incluyendo el asesinato de comandantes de la resistencia, sino también la de científicos nucleares y otras figuras prominentes.

Trump ya tiene un antecedente en la materia, pues su naturaleza islamófoba lo llevó a prohibir, el 28 de enero de 2017, el ingreso a ciudadanos de países de origen musulmán (Irán, Irak, Siria, Somalia, Yemen, Sudán y Libia), aunque estos pidieran asilo, tuvieran estatus de refugiado o permiso de entrada, medida que fue ampliamente criticada porque representó una violación de los derechos civiles.

Desde el 20 de enero, Trump fortalecerá los regímenes autoritarios y de extrema derecha, siendo su presencia un peligro para la convivencia pacífica de la humanidad. En tal sentido, el rol de Rusia, China, Irán y los BRICS —si es que quieren vivir en una sociedad equilibrada— deberá ser la de profundizar mucho más los lazos de integración en defensa de la libertad y la multipolaridad; no hacerlo ocasionará la emergencia de una sociedad del miedo y el terror.

Sdenka Saavedra Alfaro es escritora, corresponsal internacional de HispanTV.

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De inscripciones a subscripciones escolares

/ 16 de enero de 2025 / 06:05

Como todos los años la prensa realiza la cobertura educativa con las inscripciones escolares, posteriormente seguirán otros temas recurrentes sin entrar a abordar temas de fondo como la generalizada percepción social sobre las limitaciones de la educación formal (escolar, alternativa, especial y superior) y la consecuente urgencia de re plantear las instituciones educativas, sus formas de desarrollar los procesos formativos y de garantizar el derecho a una educación de calidad para todas y todos. A la falta de cumplimiento de la promesa de educar (Banco Mundial, 2018) y la sospecha generalizada de la sociedad sobre las instituciones educativas (Tenti, E. 2022), se suma hoy la disrupción tecnológica y su impacto exponencial en todas las actividades humanas (Harari, Y.N. 2024), particularmente con la gradual generalización del acceso a la inteligencia artificial (IA).

¿Ha tenido el lector la oportunidad de interactuar con alguna de las diversas IAs disponibles actualmente? Al asombro y el entusiasmo de las posibilidades que ello abre le sigue una preocupación que, como mecanismo natural de autodefensa, evitamos ahondar. Lo cierto es que, al boom de la novedad de la IA de hace dos años, le ha seguido un rápido desarrollo y su gradual instalación en nuestras vidas.

Se puede seguir ahondando en el tema, ahora interesa centrar nuestra atención en lo que la IA implica para la educación a corto plazo. Para el mundo laboral y productivo la pasividad ante esta nueva realidad no es opción si se desea tener un papel que no sea simplemente periférico o básico -incluso irrelevante- como personas y como países; de la misma manera, la inacción no es opción para las instituciones educativas. Lo único seguro es el cambio y quien no lo asume lo sufre más temprano que tarde.

Muchos aspectos cambiarán con el uso generalizado de la IA en educación; se escribe mucho al respecto. Hoy los docentes viven día a día estos cambios. Quienes lo hacen con perspectiva intentan comprenderlos y adaptarse; quienes no desean desinstalar sus seguridades cierran un ojo, e incluso los dos, en una actitud negacionista. El impacto de la IA ya está en los procesos educativos, en el acceso y procesamiento de información, en las tareas, en las evaluaciones.

Gradualmente la incorporación de la IA en los procesos educativos formales afectará a toda la gestión curricular e institucional: El papel de los docentes, la forma de organizar los procesos, las gradualidades, las evaluaciones, las certificaciones, la disposición de la infraestructura y de los recursos. La educación en masa irá cediendo paso a una educación personalizada, los maestros pasarán de ser facilitadores a diseñadores de itinerarios de aprendizaje individualizado que sus estudiantes desarrollarán en interacción con la IA, la misma que se adaptará a sus intereses individuales, sus propios ritmos, sus formas particulares de aprender.

La transmisión de la información y la instrucción dejarán de ser el rol principal de los docentes. Por supuesto la educación es más que eso; por ello los desafíos y objetivos de los sistemas educativos serán los de la democratización del acceso a la conectividad y a plataformas educativas gestionadas con base a la IA. La labor docente se centrará quizá en organizar procesos de socialización, el desarrollo de habilidades, hábitos, actitudes que nos permiten la convivencia y nos hacen propiamente humanos.

Sin la pretensión de adivino o apocalíptico, es posible que, en un futuro próximo, la prensa -que también cambiará con la IA- anunciará no ya las fechas para la inscripción escolar sino una especie de información sobre las diversas opciones de subscripción a entidades educativas, ya no regidas por un calendario y pensum único, sino abiertas y flexibles. Si fuera así, ¿no debiéramos estar preparando las condiciones para que nuestro sistema educativo no quede rezagado u obligado a adherirse ciegamente a paquetes no siempre contextualizados ni libres de mercantilismo?

Luis Fernando Carrión Justiniano es educador e investigador boliviano

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La Justicia Renace: Un nuevo amanecer para Bolivia

Sergio J. Pérez Paredes

/ 12 de enero de 2025 / 07:01

«Para ser felices se necesita eliminar dos cosas: el temor de un mal futuro y el recuerdo de un mal pasado», decía Séneca, recordándonos que la verdadera transformación de una sociedad radica en su capacidad de superar sus miedos y sanar sus cicatrices. Hoy, Bolivia enfrenta un momento crucial en su historia, con la posesión de nuevos magistrados que prometen ser el faro de esperanza en un océano de incertidumbre.

Nuestra justicia, durante años, ha sido como un río contaminado: indispensable para la vida, pero envenenado por la corrupción, el servilismo político y la indiferencia. En ese contexto, la llegada de nuevos rostros al sistema judicial podría simbolizar el inicio de una purificación. Sin embargo, no basta con el cambio de nombres; lo que está en juego es la reconstrucción de la confianza en el pilar más frágil de nuestra democracia.

Los nuevos magistrados asumen sus cargos con una doble carga: la esperanza de un pueblo que anhela justicia verdadera y el peso de un pasado que se resiste a ser olvidado. La frase de Séneca cobra vida aquí: para avanzar, debemos mirar al pasado sin permitir que su sombra nos paralice. La justicia no puede ser prisionera de los rencores históricos ni de los intereses de turno; debe ser un instrumento de reconciliación y verdad.

El desafío filosófico y humano que enfrentan estos magistrados no es menor. Se les pide que sean los arquitectos de un nuevo orden, que levanten puentes donde otros solo han dejado abismos. Esto requiere valentía, independencia y, sobre todo, una visión ética que trascienda los intereses mezquinos que tantas veces han contaminado el sistema judicial.

La justicia no es un concepto abstracto; es el rostro sereno de una madre que confía en que el asesino de su hijo será juzgado. Es el brillo en los ojos de un joven indígena que, por primera vez, siente que su voz importa. Es el suspiro de alivio de una mujer que ya no teme denunciar a su agresor. En su forma más pura, la justicia es el alma de una sociedad que busca la paz consigo misma.

Pero para que esta justicia renazca, no solo necesitamos magistrados íntegros; necesitamos una ciudadanía vigilante. La transformación no vendrá desde un despacho, sino desde la unión entre instituciones sólidas y un pueblo que exige transparencia, equidad y resultados.

Hoy, Bolivia se encuentra en una encrucijada. Los nuevos magistrados pueden optar por ser los protagonistas de una epopeya que cambie la historia o meros actores secundarios en un drama repetitivo. La elección está en sus manos, pero también en las nuestras, como sociedad.

En este amanecer judicial, no basta con mirar el horizonte con esperanza; debemos caminar hacia él con determinación. El pasado nos ha dejado lecciones dolorosas, pero no estamos condenados a repetirlo. El futuro nos espera, y con él, la posibilidad de que la justicia, finalmente, sea el espejo limpio en el que todos los bolivianos puedan reflejarse con orgullo.

Que la frase de Séneca no sea solo un recordatorio de lo que falta, sino una promesa de lo que podemos construir. Porque una Bolivia justa no es un sueño imposible; es un destino al que estamos llamados, si tenemos el coraje de enfrentarlo juntos.

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