La ciudad desde la cultura II
Ahora bien, y siguiendo la anterior entrega, ¿cómo planificar el futuro de La Paz? El abigarramiento que es la marca de nuestra obra cultural por excelencia, la pluralidad de sentidos sociales que coexisten en el territorio, se enfrentan ahora a una revolución estructural que hace décadas modela y pervierte rizomáticamente nuestro panorama cultural: la revolución tecnológica. Esta transformación nos está llevando a estadios socioculturales, simbólicos y míticos, nunca antes experimentados. La llamada cibercultura de este nuevo tiempo es una mezcla de invenciones técnicas (dispositivos y metalenguajes) que están configurando un futuro impredecible, aleatorio, que se impone generando, en habitantes urbanos y rulares, inéditos comportamientos sociales y culturales. Aquí, en esta Bolivia, que es el reservorio indígena de América, se está gestando una mezcla entre la pluriculturalidad mas extrema de la región con la creciente cibercultura global; ergo: estamos en un menjunje que no llegamos a comprender ni analizar.
Caben muchas preguntas: ¿Cómo afecta la ecuación pluriculturalidad/cibercultura a nuestras ciudades? ¿En ese sentido, qué planes urbano territoriales (de espacios físicos y espacios virtuales) nos devolverán el equilibrio hombre/naturaleza?
Para ejemplificar los síntomas de este menjunje cultural veamos el fenómeno de los cholets. Esa arquitectura, que dizque “nace de nuestras entrañas andinas” es resultado de las trampas de la cibercultura y del despelote cultural de nuestros grupos urbanos marginales. Ese estilo arquitectónico no tendría éxito sin las plataformas y RRSS que promueven la ideología del vivir en la red sobre los tiernos alegatos del vivir bien. ¿Cómo planificar la ciudad para las próximas generaciones que viven en espacios virtuales y bajo una superestructura ideológica-virtual? ¿Acaso crees que la juventud ve al pachamamismo con la pasión con la que escucha un grupo de k-pop, esos andróginos coreanos que enloquecen a nuestros aymaras urbanos? Ahora manda Tim Berners- Lee y no Antonio Gramsci, y menos Mao.
La ecuación pluriculturalidad/cibercultura es un enorme desafío para una sociedad que aún no supera pensamientos y acciones ancestrales- coloniales, como el ejercicio banal y extemporáneo de la política criolla. Con el gremio profesional (los que diseñan planes) y la clase política (los que deben implementarlos) actuales, no podremos concebir ni ejecutar un desarrollo urbano territorial acorde al nuevo milenio. Precisamos de un cambio de mentalidad de la clase dirigente y de la sociedad en general, un desafío de décadas para la educación en Bolivia.
Carlos Villagómez es arquitecto.