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Tuesday 8 Oct 2024 | Actualizado a 04:59 AM

Desarrollo económico

Un segundo momento que es necesario poner en el tapete, a mi criterio, es lo ocurrido con el gas en nuestro país

Mike Gemio

/ 16 de octubre de 2023 / 09:27

La historia de la economía en Bolivia está alrededor de un elemento sacado de la tierra, ha sido porque se ha encontrado un recurso mineral o gasífero algo importante que ha logrado traer una buena cantidad de recursos económicos que han servido para un desarrollo.

La economía en Bolivia está de acuerdo en que lo sucedido con la plata tuvo como epicentro a la ciudad de Potosí, muy conocida por un aire colonial que hasta la fecha tiene. Esa cuidad se ha caracterizado por estar con una buena cantidad de gente dedicada a la actividad minera, no es secreto para nadie que la primera época del país, como república, gran parte de los recursos con los que se movía la sociedad eran gracias a que se explotaba el mineral en cuestión. Esto ha llevado a muchos escritores a escribir sobre sucesos que estaban alrededor de la explotación del recurso, porque no es secreto para nadie que buena parte de personas que tenían alguna cantidad interesante de recursos económicos por aquel momento, era debido a que o eran parte del grupo que explotaba el mineral o tenían un grado de parentesco con alguien que cumplía el primer punto; al final, como gente normal que busca enriquecerse, estaba claro que la plata era el metal más importante de aquella época.

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Las joyas de plata, ahora y en aquellos tiempos son y eran muy cotizables, este metal hizo que Potosí logre ser una de las ciudades más habitadas del planeta, lo que hace ver que la gente está donde puede obtener recursos económicos. Como muchos están al tanto, en el deporte los segundos lugares llevan una medalla de plata, que es un buen lugar para un esfuerzo en una determinada competencia. La plata fue, es y será un metal con importancia alta para el mundo, ya que si bien está el tema de joyas y deportes, está el uso mismo del metal, ya que actualmente un 70% del recurso tiene fines industriales, entre áreas que la usan ya no como un metal precioso, sino como un material más útil, como la fotografía y la química.

Un segundo momento que es necesario poner en el tapete, a mi criterio, es lo ocurrido con el gas en nuestro país. Si bien está lo sucedido con el estaño, ya para la conclusión que quiero proponer me es más útil analizar lo sucedido con esto que también sale de la tierra. Para analizar geográficamente lo sucedido, debemos hacer un viaje hasta la parte sur del país, pero ahora a donde hace más calor, ya que la ciudad de Tarija y Chuquisaca son las que toman mucha importancia al hablar de este recurso conocido por todos, que cuando se dio una explotación extensiva hubo mucha gente que se benefició.

Solo para tener un dato económico más reciente, para este año, del gas exportado a Brasil y Argentina, se sabe que alrededor de $us 3.000 millones logró la venta para el país; ya hablando de valores relativos, se sabe que el 50% de las exportaciones son gracias a la venta de este recurso, y desde ya no es poco. Se sabe que el recurso es quemado y produce una gran cantidad de calor, que desde ya es utilizado para trabajar metales y fábricas de diferentes áreas, esto hace del gas algo muy necesario para el funcionamiento de fábricas asociadas al área de la comida, es decir, para hacer una gran cantidad de productos alimenticios; se muestra necesario que sea un gran horno el que trabaje para este lugar donde se debe cocinar los productos, se hace necesario que el gas sea el que facilite la fuente de calor.

Ya entrando al momento actual, se debe poner en análisis lo que se piensa hacer con el litio, está demostrado que Bolivia es uno de los países con mayor cantidad de este recurso, la idea es no ser solo productores de una materia prima, es momento de plantear la necesidad de una fábrica de baterías que, si bien suena ambicioso, es algo que suena muy acorde al mundo que estamos viviendo.

(*) Mike Gemio es economista

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Bolivia en el Mercosur

Mike Gemio

/ 23 de diciembre de 2023 / 07:44

El Mercado Común del Sur (Mercosur) es un proceso de integración de los países que se encuentran preferencialmente en el Cono Sur de América Latina, en su fase inicial con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que firmaron un tratado para generar oportunidades comerciales y de inversiones a través de la integración competitiva de economías al mercado internacional.

Lo que es necesario aclarar es que termina siendo un acuerdo de libre comercio entre naciones. ¿Por qué lo hacen? Debemos partir de un principio elemental, que todas las sociedades producen una serie de productos en diferentes cantidades y calidades, lo que genera una competencia entre los productores en diferentes países, logrando así que el mejor tenga un mayor número de compradores. Los Estados terminan firmando acuerdos para que los productos hechos en su territorio terminen compitiendo en otro, y así lograr más compradores.

La integración de Bolivia a este mercado habilita un lugar de mayor demanda y accesibilidad para sus productos, lo que puede hacer que una mayor cantidad de bolivianos prefiera producir un producto específico y volverse independientes, y de esta manera tener un mejor número de empresas en nuestro país.

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Las naciones están constantemente motivando a que las personas que viven en su territorio busquen una mejor vida y mejor si puede ser independiente. Por ejemplo, este tipo de asociaciones se ha dejado ver a lo largo de la historia y en diferentes lugares, como la Unión Europea, donde las fronteras existen de país a país entre las personas, pero los productos, dependiendo el tipo y el mercado al que están dirigidos, tienen otro tratamiento. Esto, a la par, hace que buena cantidad de personas encuentren el producto que buscan a mejores precios, y que otra buena cantidad produzcan y vendan sus productos logrando más independencia de un trabajo habitual.

En Europa hay un buen mercado para frutas y hortalizas, siendo los mejores consumidores Alemania, Italia y el Reino Unido, esto ha hecho que productores agrícolas brinquen a plataformas que permiten que produzcan más y mejor. Al final, se logra que consumidores escojan algo que los beneficie de mejor manera y que el producto les cueste de manera más razonable.

Los ejemplos pueden ir de productos de alimentos a los que requieren tecnología, como automóviles, computadoras o celulares, dejando en medio a otro sinfín de productos que hacen que muchas más familias de un determinado lugar sean más independientes principalmente en su economía, y otro buen número tenga acceso a mejores precios a los productos de su mejor preferencia.

El Gobierno boliviano se muestra como miembro pleno del Mercosur, lo que va a ayudar en gran medida a los productores. Es necesario hacer notar que más del 90% de los productos que son exportados va dirigido a más del 80% de las economías más complejas, haciéndonos un buen competidor de exportaciones a nivel mundial.

Existiendo un nuevo horizonte con ventajas que pueden ser aprovechadas por los productos nacionales, esto debe difundirse. Habiendo un mercado nuevo, es necesario que la producción en nuestro país pueda tomar un conocimiento más profundo e ingresar de la manera más rápida, haciendo productos de mayor calidad y competencia.

(*) Mike Gemio es economista y magister en Gestión y Políticas Públicas

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Un gobierno democrático

En Bolivia se ha sufrido un durísimo golpe a la sociedad con el gobierno de Jeanine Áñez

Mike Gemio

/ 20 de noviembre de 2023 / 09:48

Como muchos deben de estar al tanto, el Gobierno que actualmente se encuentra tomando las riendas de Bolivia ha sido elegido vía elecciones democráticas, que le han dado el poder necesario de tomar decisiones en rumbo de un mejor futuro, éste ha de ser un gobierno democrático nace en la antigua Grecia que ponía de manifiesto algo muy diferente que en Roma, donde era una familia o grupos muy acomodados los que decidían el futuro de los pobladores de una determinada ciudad o región, lo cual generalmente terminaba beneficiando a este grupo privilegiado.

En Bolivia se ha sufrido un durísimo golpe a la sociedad con el gobierno de Jeanine Áñez, debemos recordarlo como un hecho doloso a la vida misma, un golpe de Estado es un hecho que no se acostumbra a dar en muchos países dado que desde ya se sabe que es un delito que beneficia a muy pocos y termina perjudicando a la mayoría.

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Del 12 de noviembre de 2019 al 8 de noviembre de 2020 se hizo cargo del gobierno de nuestro país Jeanine Áñez, sacando del gobierno a Evo Morales de una manera fuera de un marco legal. Las decisiones que se tomaron en este gobierno fueron tratar de desmantelar el aparato de izquierda que se estaba implementando en el gobierno de Morales, lo que al final tuvo un completo rechazo, ya que, retomado el curso de un gobierno elegido democráticamente, fue el mismo partido el que logró triunfar a la cabeza de Luis Arce, exministro de Economía de Morales y como segundo al mando su exministro de Relaciones Exteriores, David Choquehuanca.

Lo que se planteó en 2006, con un gobierno de izquierda que fue duramente criticado por el grupo de facto en su momento, es el mismo partido que logró la victoria, dejando en tierra un postulado que fue presentado con bombos y fanfarreas, en teoría un modelo que dejaba atrás la izquierda y que era más central que derechista, al parecer la gente en nuestro país no quiso creer en nada y las elecciones mostraron un resultado donde el pueblo fue quien mando.

Lo que muestran los indicadores económicos es que nuestro Producto Interno Bruto que venía teniendo un avance en el gobierno de Morales, sufrió un bajón muy importante durante el gobierno de Áñez, y ya en el gobierno de Arce se vino reconstruyendo todo el aparato productivo en nuestro país que un gobierno de facto se encargó de destruir.

Al final, a la gente de la calle y que vive el día a día le importa muy poco cómo va todo si en su mesa no hay nada, lo que más llama la atención de ella que sale a producir o prestar sus servicios para un determinado tema es que en su casa existan el alimento, el calor y la comodidad que se busca en cada rincón de la sociedad misma.

La sociedad boliviana es de edad promedio joven, lo que hace ver que la mayoría de los bolivianos nos encontramos en edad productiva, además que estamos construyendo un mejor país para nuestros hijos, que para algunos ya están acá y para otros están en proyecto; al final, hacer que la sociedad boliviana crezca no solo en número, sino que pueda alcanzar un nivel de desarrollo que sea envidiable por gente de vive en otros países.

Lo que debe tener en cuenta la gente que decide ser parte de un gobierno nacional, departamental o municipal, es que está decidida a tener mejores días para los suyos, esto tiene que ver con decisiones justas que hagan de la autoridad confiable, lista para su horario no sea el de la oficina de ocho horas, tiene que ser de pocas horas de sueño y la mayoría de toma de información para decisiones que vayan a beneficiar a la mayoría que termina siendo la que elige. Se hace necesario a una persona que esté lista para entregar su vida, eventualmente a su trabajo, mientras ésta se encuentre lista para ir y venir constante.

(*) Mike Gemio es economista

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Fábrica de baterías boliviana

El reto está en que se plantea una fábrica y un proceso de comercialización de baterías de origen boliviano

Mike Gemio

/ 18 de septiembre de 2023 / 08:31

El litio resulta ser un mineral que, por lo tiempos actuales, sufre una gran demanda; el territorio boliviano tiene una de las reservas más grandes del mundo de este material, la idea es mirar más allá de una simple explotación y plantear un proceso de industrialización que tenga muchos más beneficiados que solo a los explotadores de este recurso; es necesario mirar más allá y pensar en un grupo mayor de beneficiarios, es decir a gente que trabaje en la fabricación de baterías y en su comercialización. Todo esto parece muy complicado si se lo mira por separado, pero un proceso en el cual montones de países ya han intervenido no parece tan complicado, hablando no solo del litio, sino como se ve la explotación de un producto no solo como una fase intermedia, sino como parte de un todo donde los beneficiados logran ser un número mayor.

Ya en Argentina existe una fábrica de baterías conocida como “All in One”, que como ya se sabe del país vecino, tiene una de las más grandes reservas del mundo, lo interesante es que ha dejado de pensar en una simple explotación y ha planteado la fabricación de baterías. Eso desde luego expone ya una potencialidad que muestra además a mucha más gente beneficiada, que solamente a los que trabajan en la explotación, que desde ya se sabe no es nada fácil, pero muestra un grupo de familias que están fuera de la explotación misma y se muestran capaces de ser mucho más fuertes en un proceso más largo, donde se requiere a más gente con una serie de capacidades.

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Como muchos sabemos, el gran país asociado a tener un proceso de fabricación con gran demanda es la producción de baterías chinas, que se sabe que tiene ya un proceso muy delicado, donde la calidad es algo que se busca en cada paso. Otros países que tienen una producción interesante de baterías son Japón y Corea de Sur.

Bolivia resulta ser uno de los países con una de las más grandes reservas del mundo en litio, ya habiendo pasado una época de la plata, el estaño, el gas y ahora una nueva con el litio, nos toca analizar el proceso de producción con muchos más actores que participen; más allá del proceso más complejo físicamente, existen otros que necesitan una capacitación más detallada en otras áreas, en temas más intelectuales como la química y la comercialización misma.

El reto está en que se plantea una fábrica y un proceso de comercialización de baterías de origen boliviano, he ahí el gran desafío de estos días en nuestro país. Lo que planteo es que ya sea mediante privados o con el mismo Gobierno, se funde la primera fábrica de baterías bolivianas; en un inicio puede sonar complejo, pero el número de beneficiarios es mucho mayor.

La clave está en entender la capacitación en la fabricación y desde luego en la comercialización, ya serán las universidades las que planteen las carreras en estos campos, para un producto producido en nuestro país. Esto puede ser complicado al comienzo, pero tendrá grandes beneficios que desde luego va más allá del dinero, lo que más interesa es el numero mismo de gente que termina siendo parte del proceso, haciendo al país un lugar donde no se lo vea solo como de visita, sino más bien en un lugar de vida, donde se quiera ser parte de la producción misma de baterías de origen boliviano.

(*) Mike Gemio es economista

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Probidad y política

/ 1 de septiembre de 2023 / 23:43

Conceptualmente se tiene la calidad de actos aprobados por todos los habitantes de un determinado lugar como legales y que no pueden afectar a otros que vienen realizando otras actividades en marco de la ley; en la antigüedad se entendía a este hecho como un acto que no lastime los intereses de alguien que vive cerca de ti, y con el correr del tiempo a este tipo de acciones se las conoció como probas.

Lo probo es también sinónimo de honrado y honesto, la persona proba es la que lleva sus actividades de manera que no afecten los intereses de otros que hacen también sus actividades de manera lícita, es decir sin afectar la recolección de alimentos o algo que se piensa intercambiar por algo de un determinado interés para una familia en concreto. Es una línea muy delgada, prácticamente invisible, encuadrar las acciones fuera del interés de alguien más, la clave es estar realizando las mismas con cierta limpieza a la hora de interferir con los intereses de otro grupo de personas.

En Bolivia, la historia está plagada de familias que han conseguido una determinada riqueza gracias a su actividad minera, esto ha llamado la atención de propios y extraños, volviendo a esta actividad una de las más codiciadas que se quiere tener.

La historia viene dando un nuevo brinco, dándole a Bolivia un nuevo surco de riqueza. Ya hemos hablado de esto en artículos anteriores, sin embargo, no está de más utilizar el actual para poner sobre líneas la importancia que tiene el litio para el mundo y obviamente para nuestro país. Es importante hacer notar que el mundo ha empezado a necesitar portabilidad energética, sin ir lejos, está plenamente demostrado de que muchos en este momento tienen cerca un teléfono móvil o celular, el que, mientras no esté conectado a nada, lo que utiliza para abastecerse y darnos la información de nuestras redes o software que tengamos ahí es básicamente energía, que como menciono, hoy en día la portabilidad de ésta se ha vuelto fundamental, es decir, lograr que determinado grupo de artefactos que usan energía lo hagan a través de una batería que les va dando la tan necesaria voluntad en las dosis necesarias, lo que se ha vuelto fundamental para el día a día de la gente común del planeta.

Argentina, Chile, Australia, junto a Bolivia, resultan ser los países con mayor cantidad de litio, clave para que una persona común tenga la información que necesita en fracciones de segundo y pueda comunicarse, esto se ha vuelto fundamental para las actividades diarias de las personas; por lo menos en las oficinas públicas y/o privadas es tener conexión a algo tan necesario como el internet, ya sea por Google, Firefox u otro operador, la clave está en poder buscar cualquier tipo de información y contar con el detalle necesario, y tener un informe completo para un superior o para poder brindar al cliente lo que está buscando.

Ahora bien, ya entrando en materia, se sabe que Bolivia va a tener elecciones para el Órgano Judicial, en lo que históricamente era una elección para una determinada autoridad se piensa dar al pueblo una oportunidad dorada —para el que escribe este artículo—, ya que la autoridad de un poder judicial no deberá a nadie su cargo y será el pueblo quien califique la calidad de sus decisiones, esto es desde ya maravilloso.

Lo que debe llamarnos más la atención a los bolivianos será que los actos de justicia que ejerza la autoridad judicial elegida tendrán que tener como gran ganador a la mayoría, no solo a unos cuantos como en su momento ha sido; esto marca un punto aparte de lo que será la historia en Bolivia después de este hecho, logrando así que sea una mayoría la beneficiaria y no solo unos cuantos.

Mike Gemio es economista.

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¿El Estado mal administrador?

/ 21 de octubre de 2022 / 02:15

Para abordar esta temática que se está discutiendo en varios estratos de la sociedad boliviana, considero necesario entender la naturaleza de empresa y Estado, que bajo una lógica de sociedad productiva y en desarrollo, se entiende que tienen que ser entes complementarios, que bajo sus propios intereses hacen que un determinado país logre mejorar los niveles de crecimiento y desarrollo, lo que además se consigue con el trabajo día tras día de las personas que conforman estos estamentos.

Esta complementariedad (entre empresas y Estado) resulta ser estudiada por una amplia gama de pensadores que buscan identificar las complementaciones pero también las diferencias, y cuando se analizan estas últimas, se coincide en que los fines que persiguen unos y otros pueden también tener especificidades que explican su composición y la estructuración de cada uno de sus aparatos logísticos, sustantivos y administrativos que hacen que instituciones públicas y empresas privadas logren alcanzar sus objetivos.

Dicho esto, es necesario comprender que la empresa privada tiene que buscar el lucro y no por eso debe encasillársela en un aura de maldad y codicia, más al contrario, esta búsqueda de alcanzar mejores ingresos por los servicios prestados genera competencia entre empresas de un mismo rubro, que no se enmarcan solo en la búsqueda de mejores utilidades a costa de la calidad del servicio, sino que se convierten un una incesante máquina de creatividad donde las experiencias al cliente resultan ser importantes, y que los costos puedan competir en una esfera de mejores procesos, más ágiles y más baratos.

Al otro lado se encuentra el Estado como un ente de servicios generalmente monopólicos y que en definitiva buscan fines mucho más complejos que de solo lucrar.

Los gobiernos en el mundo tienen la responsabilidad de construir contextos en los cuales sus pobladores consigan condiciones en todo el sistema, que les ayuden a encontrar caminos que faciliten mejores condiciones de vida.

Esto resulta fácil decirlo, pero en la práctica es sumamente complejo por las realidades que envuelven a cada uno de los territorios de un país, las que se diferencian por sus afinidades políticas, sociales, económicas, culturales y/o territoriales; cada una de sus características específicas determina cuál es la comprensión que se tiene por un concepto que es una máxima para la generación de políticas públicas: “mejora en la calidad de vida”.

Ahora, siendo estas diferencias tan dramáticas, especialmente a lo que se refiere por resultado, ¿es conveniente medir por un contexto netamente financiero o de gestión institucional a un Estado? Desde mi punto de vista, desde luego que no. Al gobierno de un país y su eficiencia se mide desde una óptica que facilite entender cómo las realidades de profunda desigualdad que se viven actualmente en muchos países son cambiadas a través de transformaciones en la sociedad y en la percepción sobre justicia y equidad que se tiene; en definitiva, acciones gubernamentales que concentren esfuerzos en promover una sociedad que vea de manera igualitaria a los derechos de todos y que a partir de estas nivelaciones se produzca no solo crecimiento económico, sino también desarrollo social.

El simplismo de entender a un buen administrador con solo una óptica de ganancias versus pérdida es desde ya completamente insuficiente, para un estamento que se encuentra a la cabeza de una sociedad.

En Bolivia, bajo esta tónica de que el Estado no administra bien, se han cometido daños lesivos a los intereses de la sociedad, ya que la despatrimonialización, llamada elegantemente capitalización, fue una enajenación de empresas públicas que lo único que trajo fueron promesas incumplidas de inversión y el desmoronamiento de la economía nacional; basta ver cómo se encontraban los indicadores económicos y sociales en los años 90 cuando aparte de tener a más del 60% de los habitantes en umbrales de pobreza, nuestras reservas no superaban los $us 500 millones y el Estado se encontraba reducido a la mínima expresión. Desde el punto de vista que planteo, de evaluación de resultados para un aparato público, estas cifras muestran un gobierno neoliberal aplazado.

Desde 2006, en Bolivia se han estado dando las transformaciones más importantes de los últimos 60 años en materia económica y social, con empresas públicas que generan recursos para el pago de bonos sociales que impulsan temas como la permanencia escolar, el parto asistido y una vejez digna. Resultados de crecimiento económico asociado a gente saliendo de pobreza extrema y moderada. Juzgue usted estos resultados.

Mike Gemio es economista.

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