Monday 6 May 2024 | Actualizado a 18:03 PM

El rechazo del PGE y su impacto

Manuel Pareja Chávez

/ 18 de noviembre de 2023 / 07:00

En una decisión que ha generado controversia, la Asamblea Legislativa rechazó el reformulado del Presupuesto General del Estado (PGE) 2023, que contenía disposiciones adicionales muy importantes. Entre ellas se encuentra una que buscaba abrir las puertas a la regulación de las empresas de tecnología financiera, conocidas en el ámbito internacional como Fintech. Esta negativa representa un revés significativo para la economía boliviana y plantea serias preocupaciones sobre la capacidad del país para mantenerse al día en la regulación de un sector que está transformando las finanzas a nivel mundial.

Las Fintech, compañías que combinan la tecnología con servicios financieros innovadores, han emergido como actores clave en el panorama económico global. Su presencia ha sido vital en la modernización de los sistemas financieros, brindando soluciones eficientes y accesibles a la población. Sin embargo, la falta de regulación puede dar lugar a prácticas riesgosas y desequilibrios en el mercado. La disposición rechazada habría establecido un marco normativo necesario para equilibrar la innovación con la seguridad financiera.

El impacto económico negativo de esta decisión es innegable. Las Fintech han demostrado ser motores de crecimiento en muchas economías, generando empleo, facilitando el acceso a servicios financieros y promoviendo la inclusión. La falta de regulación adecuada podría ahuyentar inversiones y limitar las oportunidades para emprendedores locales. Además, obstaculiza la competencia leal y puede exponer a los consumidores a prácticas no éticas.

La propuesta buscaba establecer que, a través de un marco normativo, se regulen a estas empresas y así disponer de parámetros claros que fomenten el desarrollo sostenible del sector. Países vecinos han adoptado enfoques similares y están cosechando los beneficios de un ecosistema Fintech bien regulado. Bolivia, al rechazar esta oportunidad, se arriesga a quedarse rezagada en un entorno financiero cada vez más digitalizado.

Es esencial destacar que la regulación adecuada no solo protege a los ciudadanos y las empresas, sino que también fortalece la confianza en el sistema financiero. Esto es crucial para atraer inversiones y promover la estabilidad económica a largo plazo. La decisión de la Asamblea Legislativa de rechazar el reformulado PGE 2023, sin duda envía una señal negativa a inversores y emprendedores, quienes podrían buscar entornos más seguros y favorables para sus operaciones.

En conclusión, la no aprobación del reformulado PGE 2023 y la disposición adicional que abría las puertas a la regulación de las Fintech, representan un perjuicio significativo para la economía boliviana y a este sector. Este revés no solo obstaculiza el desarrollo del sector Fintech local, sino que también coloca a Bolivia en desventaja en comparación con otras naciones que han abrazado la revolución financiera de manera inteligente y regulada.

Manuel Pareja Chávez es economista.

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El rol crucial de los fondos de garantía

Manuel Pareja Chávez

/ 19 de enero de 2024 / 06:51

En el vibrante tejido de la vida emprendedora, la experiencia de un amigo cercano resalta la cruel realidad que muchos enfrentan: la falta de garantías suficientes para obtener préstamos y dar vida a sus emprendimientos y proyectos. Su trayectoria refleja la paradoja de necesitar respaldo para emprender, pero al encontrarse atrapado en un ciclo donde la falta de garantías impide el acceso al crédito necesario.

Este desafío encuentra un giro esperanzador en la Ley 393 de Servicios Financieros. En su artículo 115, dispone que las entidades de intermediación financiera anualmente deben destinar un porcentaje de sus utilidades, a ser definido mediante un decreto supremo, para el cumplimiento de la función social; desde la gestión 2014 estos recursos fueron destinados para la constitución de fondos de garantía. Esta disposición legislativa se convierte en un componente esencial para entender la historia de los emprendedores.

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Estos fondos actúan como aliados estratégicos, ofreciendo garantías parciales, facilitando el acceso a préstamos, reduciendo el riesgo percibido y allanando el camino para que los sueños de los emprendedores se materialicen. Para este amigo que les hablo, fue un salvavidas financiero que transformó la incertidumbre en oportunidad, cuyo nombre es el Fondo de Garantía de Créditos para el Sector Productivo (Fogacp).

El Fogacp apoyó a una multitud de emprendedores (24.200 a noviembre de 2023) que, al igual que mi amigo, se vieron enfrentados a la desafiante realidad de obtener préstamos sin garantías suficientes. Este fondo en particular no solo representa un cambio significativo en la forma en que se aborda la falta de respaldo financiero, sino que también se erige como un ejemplo palpable de cómo las políticas gubernamentales pueden catalizar oportunidades.

En este punto, toca mencionar además a otros fondos como el Fondo de Garantía de Créditos de Vivienda de Interés Social (Fogavisp) para aquellas personas que desean adquirir su primera vivienda, y requieren del apoyo de garantía; el Fondo de Garantía de Créditos para el Sector Gremial (Fogagre) que beneficia a los comerciantes minoristas, vivanderos y artesanos.

Detrás de cada fondo de garantía, hay relatos inspiradores. La historia de mi amigo se une a un coro de voces que celebran los logros alcanzados gracias a estos fondos, desde micro y pequeños empresarios y productores, hasta visionarios emprendedores que superaron las adversidades gracias a su respaldo.

Se espera que cada año se den historias como la contada, donde la función social de los servicios financieros se ha convertido para las entidades de intermediación financiera en una forma importante de contribuir al desarrollo social y económico de la población más vulnerable.

(*) Manuel Pareja Chávez es economista

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Resiliencia del sistema financiero boliviano

Manuel Pareja Chávez

/ 3 de enero de 2023 / 00:59

La salud y estabilidad del sistema financiero son temas que siempre han estado presentes en cada uno de los bolivianos; para los ciudadanos de a pie, las noticias referentes a la seguridad de sus ahorros, facilidad de conseguir un préstamo para su consumo (casa o auto), salud, o crecimiento (productores), son temas que captan la atención inmediatamente, y para los que profundizan en el tema su atención va dirigida al análisis y monitoreo de los indicadores financieros y sus efectos en el corto, mediano o largo plazo. Cualquiera sea la perspectiva escogida, la estabilidad del sistema financiero es importante para cada uno de nosotros, y cuando se habla de ella debemos estar atentos.

Recientemente, el Ministro de Economía brindó una conferencia de prensa referente a la evaluación de la economía, entre otros indicadores, destacó el crecimiento de los depósitos, préstamos (especialmente de los productivos y los de Vivienda de Interés Social- VIS), los altos índices de bolivianización y el bajo índice de mora. Estos indicadores expuestos reflejan la continua y fortalecida resiliencia del sistema financiero, es decir, la capacidad de adaptación que tiene el sistema ante entornos negativos de la coyuntura internacional y nacional.

En el ámbito internacional, la guerra entre Rusia y Ucrania ha tenido efectos en todas las economías, como el incremento del precio de los combustibles y de los alimentos, este último tan importante porque su efecto es casi inmediato, pues si el dinero de la población pierde valor para adquirir sus alimentos, dejará de cumplir con sus obligaciones crediticias o ahorrar, y podríamos estar ante un escenario de impagos y falta de créditos, pues los depósitos van disminuyendo; a esto debemos agregar que el Sistema de la Reserva Federal de EEUU (Banco Central de Estados Unidos), con el inicio de un periodo de incrementos a su tasa de interés para controlar sus niveles de inflación, también ocasionó efectos negativos en las perspectivas de crecimiento económico.

Considerando este contexto externo y la dinámica nacional afectada por el paro en Santa Cruz y sequías principalmente, el sistema financiero demostró su fortaleza, gracias a sus consolidados pilares por la Ley 393 de Servicios Financieros de 2013. A noviembre de 2022, los depósitos registraron un crecimiento de 5,9%, los créditos 7%, los créditos VIS 7% y los préstamos productivos 9%; reflejando que la economía de los bolivianos está mejorando, pues la estabilidad de sus ingresos les permite ahorrar y/o optar por endeudarse, sea para comprar su primera casa y/o mejorar o iniciar alguna actividad productiva.

Asimismo, el índice de mora también destaca como un indicador de la fortaleza del sistema financiero, el cual alcanza a 2,2% a octubre de 2022, situado entre los más bajos de los países latinoamericanos, gracias principalmente a las medidas de: i) la reprogramación y refinanciamiento de créditos, ii) restablecimiento de los niveles mínimos de cartera, iii) periodos de gracia, iv) créditos SIBolivia, v) fondos de garantía, entre otras medidas que impulsan el empleo, las capacidades productivas de los productores y, por ende, la mejora en sus ingresos.

Por otro lado, en el marco de la Ley 393 que protege la estabilidad y solvencia del sistema financiero, la cobertura de la mora es de 143%, es decir que las previsiones cubren por más de la totalidad del nivel de mora. Este aspecto fue reconocido por la calificadora internacional Standard & Poor’s al mencionar que los préstamos en mora están completamente cubiertos por políticas de previsiones conservadoras y la alta proporción de préstamos garantizados.

Finalmente, debemos tomar en cuenta que los altos índices de bolivianización (99% para créditos y 86% para depósitos) nos permiten estar tranquilos, pues nuestras obligaciones crediticias se encuentran pactadas en la misma moneda en la que generamos nuestros ingresos y no debemos afligirnos por el contexto externo, porque Bolivia ha demostrado que, a pesar de ello, mantiene el dinamismo económico.

En consecuencia, el sistema financiero boliviano es saludable y mantiene indicadores estables, su resiliencia es resultado del constante compromiso de las autoridades del Gobierno por mantenerlo así, en coordinación mutua con las entidades financieras; pero, sobre todo, por la confianza que todos los bolivianos depositamos y por nuestro esfuerzo que realizamos día a día para reactivar nuestras economías y cumplir con nuestras obligaciones crediticias.

Manuel Pareja Chávez es economista.

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