‘Libertad incompleta sin la libertad de los palestinos’
La lucha del Eje de la Resistencia se mantiene incólume en su objetivo por la liberación de Palestina
Sdenka Saavedra Alfaro
Cuánta sangre de gente inocente tendrá que seguir derramándose para hacer entender a los organismos internacionales como a la ONU, la OEA, la OTAN, la Corte Internacional de Justicia, la comunidad internacional, que Israel ya extendió su acción militar a toda la región de Medio Oriente, pues su objetivo y el de Estados Unidos es Irán y el Eje de la Resistencia, tras los dos atentados terroristas del 3 de enero de 2024 que dejaron un saldo de más de 108 personas asesinadas, perpetrados en la ciudad de Kerman, en el cuarto aniversario del asesinato del general de la Guardia Revolucionaria de la República Islámica de Irán, el Hach Qasem Soleimani.
Un ejemplo de ello también fue el asesinato del alto comandante del CGRI, Seyed Razi Musavi, el pilar central del apoyo al Eje de la Resistencia en el Mediterráneo Oriental, en Damasco, Siria, perpetrado por Israel, mientras se encontraba en una misión de asesoramiento.
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Los martirios del jefe adjunto de Hamás, Saleh al-Arouri, y del comandante de Hezbollah, Wissam Hassan al-Tawil, en el Líbano, realizados por ataques del ejército israelí, han demostrado una vez más el fracaso de Israel en el logro de sus objetivos en la Franja de Gaza, pues su exterminio lo lleva a toda la región.
La internacionalización de la guerra en Medio Oriente demuestra que Israel no puede eliminar al Movimiento de Resistencia Palestino, tras la operación Diluvio de Al Aqsa desde el 7 de octubre, que constituyó un paradigma y un punto de inflexión en el logro palestino, con el apoyo total del frente de la resistencia en el Líbano, Irak, Yemen y Siria, que logró humillar a un ejército que se constituía invencible.
Sudáfrica se convirtió en el primer Estado en llevar a juicio a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, por el genocidio cometido en la Franja de Gaza, audiencia que tuvo lugar entre el 11 y el 12 de enero, denuncia que fue respaldada por Bolivia, Venezuela, Chile, Brasil, Cuba, Colombia, Irán, Turquía, Malasia, Jordania, Bélgica y la Organización para la Cooperación Islámica y la Liga Árabe, entre otros. Alegando que los crímenes de lesa humanidad del ente ocupacionista son desde hace 76 años, una Nakba perpetua.
Sin embargo, su hipocresía moral es tan alta al negar el genocidio en Gaza, afirmando que es una injuria en la CIJ, cuando el mundo sabe los crímenes de guerra que comete Israel, y cuando su primer ministro, Benjamín Netanyahu, alega que “nadie nos detendrá: ni la Haya, ni el Eje del Mal, ni nadie más”, confirmándose su belicosidad en la zona contra los objetivos hutíes en Yemen, el Líbano y Siria, todo ello con el respaldo de Estados Unidos y los países europeos.
Desde hace más de tres meses, Israel lleva a cabo la limpieza étnica, el exterminio de la población de Gaza, transformándose en un nuevo Auschwitz, crímenes de guerra con los desplazamientos forzosos masivos de más del 85% de la población, la privación de atención médica, el bloqueo de ayuda humanitaria, especialmente agua, medicinas y alimentos; y la muerte de más de 24.620 palestinos, de los cuales la mayoría son niños y mujeres, mientras se escriben estas líneas.
La catástrofe de salud pública, la hambruna deliberada, la imposición de la deshidratación, el horror en el que operan los hospitales asfixiados o paralizados por la falta de energía eléctrica, medicinas y combustibles, niños, bebés mutilados sin anestesia, mujeres dando a luz sin cesáreas, han convertido al enclave en la peor crisis humanitaria de este siglo.
La lucha del Eje de la Resistencia se mantiene incólume en su objetivo por la liberación de Palestina ante lo que se avecina. ¿Acaso los líderes israelíes —como Netanyahu, el «amigo eterno» y protegido por Estados Unidos desde 1948— aun siendo sentenciados serán detenidos? Sin duda que no.
Los incumplimientos a las resoluciones del Consejo de Seguridad, la Asamblea General, la CIJ y todo el andamiaje jurídico internacional, muestran de manera contundente que Israel es un Estado que incumplirá sus obligaciones, lo viene haciendo desde hace más de 75 años; en tal sentido, solo la lucha y resistencia de los pueblos podrá contener la bestialidad de sus acciones, pues mientras no haya libertad para este pueblo, “nuestra libertad está incompleta sin la libertad de los palestinos” (Nelson Mandela).
(*) Sdenka Saavedra Alfaro es periodista, escritora y profesora universitaria