BM ve difícil salida rápida a la crisis en Bolivia
Negocio. El país tiene uno de los niveles más altos de informalidad laboral
Las perspectivas para la región no son buenas ante el impacto ocasionado por el COVID-19 que ha generado una crisis de salud con secuelas económicas y sociales. En el caso de Bolivia, el BM advierte que será “difícil” encontrar una “solución rápida” a la actual crisis.
El escenario en Bolivia, con sus altos niveles de informalidad laboral, no es nada alentador, así lo explicó Carlos Arteta, economista principal del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial (BM), durante la presentación, el lunes, de la reciente edición de “Perspectivas económicas mundiales”.
“Bolivia cuenta con el mayor nivel de informalidad de la región con Perú, lo cual hace totalmente difícil encontrar una solución rápida a esta crisis sanitaria, a estas personas de unidades informales les es muy difícil acceder a bonos o ayuda gubernamental y hacer hincapié en la necesidad de mejorar las maneras de proveer ayuda a estas personas”, respondió el especialista a La Razón.
Arteta hizo referencia a los bonos que el Gobierno otorgó ante la crisis sanitaria. “Por ejemplo una acción que no es muy adecuada es dar una ayuda en Bolivia y hacer largas colas en bancos para acceder a ésta. Quizá hay que trabajar en este momento en dar una solución de implementación para mejorar el sistema y esto pone en relieve la necesidad de poner plataformas digitales que permitan que esta ayuda, a las personas más vulnerables, sea más fácilmente recibida, así evitando posibles rebrotes de contagio (del coronavirus)”.
PIB. Además, enfatizó que el golpe de la pandemia es devastador para la economía a nivel mundial con un grave costo humano. “La contracción de la economía mundial será de 5,2% en 2020”, precisó. En Bolivia, para igual periodo, se proyecta una contracción de 5,9% del Producto Interno Bruto (PIB) y en América Latina y el Caribe llegará al 7,2%, una crisis sin precedentes.
De acuerdo con la edición de junio de 2020 del informe “Perspectivas económicas mundiales” del Banco Mundial, sería la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, y la primera vez desde 1870 en que tantas economías experimentarían una disminución del producto per cápita. “A raíz de las graves distorsiones a la oferta y la demanda internas, el comercio y las finanzas, se prevé que la actividad económica de las economías avanzadas se contraerá un 7% en 2020. Se espera que los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) se contraigan un 2,5% este año, su primera contracción como grupo en al menos 60 años. La disminución prevista en los ingresos per cápita, de un 3,6%, empujará a millones de personas a la pobreza extrema este año”, señala el documento.
Arteta enfatizó que los efectos están siendo particularmente profundos en los países más afectados por la pandemia y en aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo.
El experto pronosticó que este paisaje generará repercusiones negativas a nivel mundial y malestar social. Sin embargo, el experto añadió que se espera que los efectos negativos pierdan intensidad durante la segunda mitad del año “y las perturbaciones a los mercados financieros no se prolongarán en el tiempo”.
Desde el Banco Mundial apuntan a que el crecimiento mundial repuntaría un 4,2% en 2021. Es decir, un 3,9% para las economías avanzadas y un 4,6% para los MEED.
Sin embargo, las perspectivas son sumamente inciertas y predominan los riesgos de que la situación empeore con la prolongación de la pandemia, agitaciones financieras o un repliegue del comercio internacional y las relaciones de suministro. Bajo esa hipótesis, el organismo financiero internacional considera que la economía mundial podría contraerse hasta un 8% en la presente gestión, para recuperarse apenas por encima de un 1% en 2021.
Sin embargo, el economista enfatizó que los hacedores de políticas tienen el desafío de luchar contra estos efectos devastadores.