Friday 3 May 2024 | Actualizado a 18:01 PM

Graciela Ferreira: El consumidor tiene siempre más poder que cualquier tipo de marca

La especialista en comportamiento del consumidor y etnografía brinda un resumen de cómo es el consumidor en este tiempo y qué lo motiva a tomar una decisión. Recomienda además no perder de vista los movimientos del consumo.

/ 16 de mayo de 2018 / 04:00

— ¿Qué es el comportamiento del consumidor?

—  Es el estudio de las conductas que acompañan a un individuo, a un grupo, frente al proceso de decisión de consumo. Ahora, lo que es interesante discriminar es que, cuando hablamos de consumo, no hablamos en un sentido estricto de comprar. Se suele asociar consumir con comprar, pero también se consumen ideologías, valores, muchas cosas. De hecho, el marketing político es el gran ejemplo de cómo uno puede estudiar el comportamiento del consumidor en situación de voto. Otro gran ejemplo de esta época es todo movimiento de ecosustentabilidad de las comidas orgánicas. Esta posición frente a una vida más sana también es consumo; se podrá transformar o no en decisión de compra pero consumo es otra cosa. Tratamos de entender cómo van mutando y qué factores influyen en ese proceso para decidir por un camino u otros.

— ¿Cómo era el consumidor de antes y cómo es el de hoy?

— A comparación de años anteriores, el comprador actual es completamente diferente. Hay un cambio básicamente causado por el crecimiento de las redes sociales y la tecnología, que hicieron que el consumidor mute a lo que llamamos consumidor digital. Este último tiene características significativas. Está desde hace unos 10 o 15 años empoderado al punto de poder escribir una nota negativa en la red sobre una empresa, y que ésta tenga que actuar en función de ese comentario. A tal punto se ha transformado en poderoso el consumidor que puede mover los cimientos de una marca, organización o de un producto. Está mas informado antes de tomar una decisión y confía mucho en el peso e influencia de sus grupos de referencia, mucho más que en la publicidad. Antes éramos mucho más rehenes de lo que las empresas querían mostrarnos de ellas o querían decirnos de ellas; hoy los consumidores ante cualquier decisión tenemos el mundo entero a disposición para que nos oriente, nos recomiende, nos sugiera.

— ¿Cómo cambia el consumo con la tecnología?

— La tecnología tiene un desarrollo exponencial en América Latina y en el mundo. A veces parece que no nos toca demasiado y en realidad las cifras de investigaciones internacionales muestran que la penetración de internet en la región es enorme, que el uso de smartphones es grande y que las nuevas generaciones están decidiendo todo con su teléfono, y eso era algo impensable hace 10 años.

— ¿Cuáles son los principales elementos del comportamiento del consumidor que las empresas deben tomar en cuenta para planificar su mercado?

— El centro, el eje de esa relación de empresa y cliente o consumidor no ha cambiado, sigue siendo satisfacer los deseos de ese otro con el que me vinculo. Entonces, el gran objetivo de las empresas para comprender al consumidor no es más ni menos que entender qué tienen que ofrecer y cómo tienen que ofrecérselo a su público objetivo, y es con esa información con la que seguramente van a ser exitosas. Cuando fracasa una campaña o un producto es porque muchas veces no se tiene en cuenta al otro, se hacen las cosas como si realmente no estuvieran pensadas para nadie. Las empresas líderes en el mundo, como Samsung, Coca-Cola o Nike, son tremendamente estudiosas del comportamiento de los consumidores, tienen sumamente presente que todo su diseño estratégico está centrado en conocer a su consumidor y la clave sigue siendo la misma; lo que pasa es que ahora tenemos la posibilidad de tener herramientas que hace unos años no teníamos.

— ¿Cuáles son los factores que definen estos elementos en cada mercado?

— Hay algunos factores medulares, el primero la cultura, eso nos define. Siempre que hablo con mis estudiantes y que estoy fuera de mi país les pongo ejemplos de esas conductas o esos comportamientos que en realidad son propios de quienes somos individuos nacidos en una cultura determinada. Lo que te define a ti como boliviano es diferente a lo que me define a mí como uruguaya, o sea, la cultura es fundamental. Pero no solo la cultura, pues atraviesan fuertemente al comportamiento los factores sociales, los grupos de referencia, el grupo que nos rodea, la familia, la ocupación, el momento de vida. Después, hay factores que están asociados al individuo que son los psicológicos y ahí entran procesos psíquicos, mentales, que el consumidor tiene que poner en funcionamiento cuando está procesando una decisión de compra: la motivación, el aprendizaje y la percepción, entre muchos otros. Pero hay que tener en cuenta que estas diferencias están marcadas por los entornos en los cuales el consumidor se desarrolla como individuo.

— ¿Cuáles son las características comunes del consumidor en América y en Bolivia?

— Por ejemplo, tenemos una mayor lentitud en la introducción de las tecnologías respecto a Europa, somos más lentos en la introducción de algunos cambios (…). Del boliviano tengo algunas ideas conformadas que fui gestando en mis visitas, no como parte de un proceso de investigación  científica, son percepciones que pueden estar equivocadas. Lo que encuentro, por ejemplo, en las diferencias con los jóvenes de mi país es que aquí siguen manejando códigos de asimetría con la autoridad, respeto, que a mi me resultan muy atípicos. En ese sentido, creo que se siguen manejando —por llamarlo de alguna manera— valores tradicionales, como que siguen rescatando más lo tradicional. Creo que hay una valoración muy grande por lo que es propio de ustedes, desde la comida hasta los bailes y la música, e independientemente que te guste o no es el reconocimiento a eso como una fuente de conformación identitaria. Me da la sensación de que en eso Bolivia mantiene ese respeto por lo tradicional. McDonald’s abrió en el país y fracasó porque no entendió los códigos culturales de los bolivianos, que sintieron invadida esa área que para ustedes es muy preciada, como la comida típica. Así que tengo esa sensación de un consumidor boliviano con distintos perfiles pero arraigado a las tradiciones.

— ¿Cada cuánto tiempo se debe estudiar al consumidor?

—  Las empresas tienen que estar muy alertas a cualquier señal del mercado que indique que es necesario. Con esto quiero decir que si percibo un cambio en mi consumidor, una tendencia en la gente, un cambio en mi competencia, algo me está mostrando que mis ventas no están con el mismo ritmo de crecimiento anterior. A veces, la periodicidad de la marca señala la pertinencia de una investigación del consumidor. Creo que las empresas deberían tener como investigaciones —como mínimo anuales— de las que munirse para hacer su desarrollo estratégico para el año siguiente, porque en teoría lo que uno debería hacer es diseñar una estrategia de marketing en función a los resultados de una investigación. El contacto con el consumidor más informal te lo puede dar tu equipo de ventas, la gente que está en las calles y eso debería ser permanente.

— En un sistema con tantos mensajes, ¿cuáles son los principales errores por los que no se llega al consumidor?

— Es un tema complejo. Una cosa que tendrían que tomar en cuenta hoy es evitar la publicidad invasiva, eso es arriesgado porque la tecnología te lo permite, mandar un mensaje vía celular, internet. A esas cosas el consumidor se resiste muchísimo y creo que hoy el camino más acertado es el marketing de experiencia, es decir, no me muestres tu producto sino cómo yo me voy a sentir con tu producto. Hay experiencias muy interesantes acerca de empresas que en vez de invertir en medios tradicionales promueven, por ejemplo, una experiencia en la calle, street marketing o BTL, te presentas en un lugar donde el consumidor no espera verte o por una plaza. Eso es absolutamente multiplicador y quizá con un costo inferior al que podría tener una pauta televisiva.

— ¿Cómo está la relación de poder marca-consumidor?

— El poder está en el consumidor decididamente, la marca que sepa cómo actuar va a tener la capacidad de llegar al consumidor. La relación es de 70 -30, o sea, la marca tiene que estar muy atenta y saber aprovechar las señales. Las marcas tienen mucho para hacer, mucho para decir, siempre que entiendan que no pueden perder la mirada del consumidor. A veces, hemos tenido marcas que se han creído su propio cuento y han empezado a separarse del consumidor y han terminado fracasando. Vuelvo al ejemplo de Coca-Cola, es internacionalmente una de las marcas globales más fuertes, sin embargo tiene la humildad de estar constantemente investigando a los consumidores. Creo que esa es la prueba de una marca que tiene todo el poder simbólico, pero que sabe realmente dónde está el poder, que siempre va a la fuente. Creo que es un buen ejemplo para tomar más allá del capital que tiene.

— ¿Cómo influye la desaceleración económica en el comportamiento del consumidor?

— Muchísimo, tiene directa relación. La situación económica general del país y de la persona son determinantes en el comportamiento del consumo y en la elección (…) y eso es interesante porque los consumidores tenemos nuestras propias herramientas para salir del paso en situaciones de escasez. Un ejemplo, a mí me encanta tomar mate y en momentos de situación económica complicada capaz que no compro la yerba más cara, pero sí una más barata, así que no dejo de tomar mate. Tenemos nuestros mecanismos para no abandonar nuestros hábitos, transando con nosotros mismos la elección de la marca.

Pérfil:

Nombre: Graciela Ferreira

Profesión: Psicóloga, administradora y experta en marketing

Cargo: Docente de la Universidad Católica de Uruguay

Investigadora y docente

La uruguaya es licenciada en Psicología egresada de la Universidad de la República en 1980. Realizó un posgrado en Psicología Organizacional y otra en Formación en Investigación Cualitativa de Mercado. Es docente de la materia de “Comportamiento del Consumidor”. Curso de Especialización en Marketing del Instituto IDEAS. (2001 a la fecha). También es tutora de trabajos de Tesis del Posgrado y Diploma de Marketing de la Facultad de Ciencias Económicas (UDELAR). Hoy es coordinadora del área de Marketing en la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay y prepara su tesis doctoral en la Universidad Católica de Argentina.

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América Latina envejece, nuevos desafíos para el desarrollo

La región deberá esforzarse para incrementar la productividad

El panorama económico de la región enfrenta retos significativos a medida que cambian las tendencias demográficas con una menor proporción de jóvenes.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 07:07

Economía

El panorama económico de América Latina enfrenta desafíos significativos a medida que cambian las tendencias demográficas, con una desaceleración del crecimiento poblacional y una menor proporción de jóvenes.

La fuerza laboral de América Latina se incrementó casi un 50% en las dos décadas previas a la pandemia, lo que ayudó a impulsar el crecimiento económico. Ahora las tendencias demográficas están cambiando y esto tendrá consecuencias sobre el crecimiento de la región en los próximos años.

“Esperamos que el crecimiento en América Latina promedie alrededor del 2% anual en los próximos cinco años, un nivel inferior a su ya bajo promedio histórico. Estas proyecciones también son considerablemente más débiles que las de otras economías de mercados emergentes de Europa y Asia, que también se espera que se desaceleren, pero que aun así crezcan un 3% y 6% anual, respectivamente”, señalan los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gustavo Adler y Rodrigo Valdés, en una reciente nota del organismo.

Los expertos precisan que “esta perspectiva más débil refleja en parte los desafíos de larga data de baja inversión y lento crecimiento de la productividad. El desafío adicional esta vez es que la demografía está cambiando y la fuerza laboral no crecerá tan rápido como antes”.

El crecimiento de la población seguirá desacelerándose, cayendo de alrededor del 1% en las dos décadas anteriores a la pandemia a alrededor del 0,6% anual en los próximos cinco años, indica el reporte del FMI. Esto no es necesariamente una mala noticia, ya que una población en crecimiento no significa automáticamente un aumento del ingreso per cápita, la medida más relevante de bienestar.

Aunque una mayor población significa una mayor fuerza laboral y producción agregada, también significa un mayor número de personas entre las cuales se comparte la producción. Aun así, hacer crecer la economía a través de una población más grande puede ayudar de otras maneras, incluso aumentando los ingresos para pagar los altos niveles de deuda.

Más importante aún, el dividendo demográfico (contar con una población joven) se está desvaneciendo a medida que las personas en la región envejecen y la proporción en edad de trabajar está alcanzando su punto máximo. Esto significa que la parte de la gente capaz de generar ingresos dejará de crecer. Es un cambio importante ya que este porcentaje había estado creciendo hasta ahora, lo que permitió que la fuerza laboral se incrementase un 0,5% anual desde 2000. Por el contrario, ahora el FMI señala que no espera “ningún crecimiento en la proporción de la población en edad de trabajar durante los próximos cinco años, en promedio”.

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PRODUCTIVIDAD. Para mantener en funcionamiento el motor de la fuerza laboral será necesario impulsar la participación de la fuerza laboral. Y se espera que algo de esto suceda, ya que se prevé que la proporción de solicitantes de empleo en edad de trabajar siga aumentando.

La región deberá favorecer el trabajo de las mujeres.
La región deberá favorecer el trabajo de las mujeres.

Pero para que esto se convierta en realidad, “será clave integrar aún más a las mujeres en la fuerza laboral. Su participación sigue siendo baja: solo el 52% de las mujeres en edad de trabajar, en comparación con el 75% de los hombres”, indican Adler y Valdés.

Las políticas pueden ayudar. Acciones como ampliar los programas de cuidado infantil y brindar más capacitación a las mujeres puede apoyar un aumento en la participación femenina. En criterio de los expertos del FMI, se debe garantizar que los impuestos a los hogares no desalienten a los trabajadores secundarios en casa y eliminar los beneficios asimétricos de cuidado infantil y licencia parental entre hombres y mujeres, que en última instancia desalientan la contratación de mujeres o afectan su salario.

La lucha contra la delincuencia, un factor importante detrás de la salida de migrantes en algunas partes de la región, también debería estar en la agenda, dicen los economistas del FMI.

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¿Las compras online son buenas o malas para el planeta?

En los primeros días de las compras en línea se producía montañas irrisorias de cajas, hule de burbujas y otros rellenos

/ 28 de abril de 2024 / 06:55

Opinión

La comodidad de comprar por internet es difícil de superar. Pero consume mucha energía y recursos y puede generar mayores cantidades de desperdicio.

El transporte necesario para las compras en línea emite gases de efecto invernadero. Según algunas estimaciones, cada año se talan 3.000 millones de árboles para producir embalajes de todo tipo, incluido el comercio electrónico. Los centros de datos necesarios para almacenar y recuperar pedidos consumen unas 10 veces más volumen de energía que una vivienda normal y utilizan valiosas aguas subterráneas para su refrigeración.

Suena mal, ¿verdad? Sigue leyendo.

Comprar por internet no siempre es la peor opción. La eficiencia es un factor importante. Piénsalo así: un solo camión que entrega pedidos en varios domicilios puede ser menos perjudicial para el medioambiente que varios compradores que se suban a sus coches para ir a las tiendas. Esto es especialmente cierto si la gente agrupa sus compras en entregas menos frecuentes.

Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por su sigla en inglés), llegó incluso a la conclusión de que las compras por internet podrían ser más sostenibles que las tradicionales en más del 75% de las situaciones planteadas por los investigadores. Esos escenarios imaginaban cosas como una experiencia de compra en línea con envíos totalmente eléctricos y embalaje reducido.

Los minoristas y las empresas de mensajería han intentado que las compras en línea sean más respetuosas con el clima. Algunos han adoptado los vehículos eléctricos.

Amazon.com, por ejemplo, se ha comprometido a tener 100.000 vehículos eléctricos de reparto en uso para 2030, una medida que, afirma, evitará que se liberen a la atmósfera millones de toneladas métricas de carbono que calientan el planeta. UPS tiene aviones para actualizar su flota con vehículos eléctricos, pero esos aviones se toparon con un obstáculo cuando la empresa a la que había contratado para suministrar los nuevos camiones tuvo problemas financieros. FedEx planea convertir toda su flota de recogida y entrega de paquetes en vehículos eléctricos para 2040, con aviones para que la mitad de su flota esté electrificada el año que viene.

Algunas empresas también están experimentando con entregas robotizadas y con drones. Pero hay otros aspectos a tener en cuenta.

El embalaje y los residuos también son importantes. Empresas como Amazon también han comenzado a reducir el embalaje, que en los primeros días de las compras en línea producía montañas irrisorias de cajas, hule de burbujas y otros rellenos para artículos diminutos. Ahora sigue ocurriendo de vez en cuando, incluso con el esfuerzo de reducción. Algunas empresas han comenzado a utilizar más empaques reutilizables, reciclables e incluso biodegradables. Pero millones de kilos de plástico procedentes de envoltorios siguen acabando en ríos, océanos y vertederos.

Así que es complicado. Pero hay una cosa infalible que puedes hacer por el planeta y por tu cuenta bancaria: comprar menos cosas.

La producción y el uso de bienes y servicios domésticos son responsables del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo, según un estudio de 2015. En Estados Unidos, más del 20% de las emisiones se atribuyen directamente al consumo doméstico, según investigadores de la Universidad de Míchigan.

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Muchas de esas lámparas, tostadoras, jerséis y otros artículos son importados y llegan a Estados Unidos en buques de carga o aviones que emiten carbono. Solo la industria naviera es responsable del 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Lo que hay que hacer es intentar comprar al por mayor, comprar despacio y agrupar los pedidos.

Las organizaciones climáticas animan a comprar artículos de segunda mano o a arreglar los productos que se estropearon. Cada vez más empresas ofrecen servicios de reparación, a veces gratuitos. Los videos de YouTube ofrecen guías paso a paso para arreglar una cantidad sorprendente de objetos. Los encuentros locales para reparar ropa o electrodomésticos se están poniendo de moda.

Si vas a comprar cosas por internet, hay muchas maneras de hacer que tus compras sean más sostenibles. Tómate un minuto para mirar las tablas de tallas y leer las opiniones para reducir las devoluciones. Muchos estudios afirman que los compradores online tienen cinco veces más probabilidades de devolver un artículo, lo que significa muchas más emisiones de transporte.

Si vas a pedir varios artículos, intenta agrupar tus pedidos en un solo envío. Muchas empresas te preguntarán si quieres hacerlo; no olvides buscar esa opción. El Despacho de Mejores Negocios, en los Estados Unidos, sugiere comprar al por mayor para reducir el embalaje de los artículos individuales y aprovechar las ventajas de la entrega en lugares de recogida.

Compra despacio. Haz una pausa y piensa si necesitas un artículo. Es fácil que la compra de algo nuevo te provoque un subidón, pero los ecologistas sugieren que obtengas tu dosis de dopamina de algo totalmente distinto: prueba dar un paseo.

Dionne Searcey Periodista de investigación del New York Times

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La economía estadounidense se está complicando

Se alejan las posibilidades de que la Fed baje sus tasas de interés

Los precios para consumidores continúan subiendo en Estados Unidos, pese a los esfuerzos de la Fed en política monetaria.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 06:45

Moneda

El crecimiento económico en Estados Unidos se desacelera mientras la inflación persiste por encima de las expectativas. Esto mantiene elevadas las tasas de interés en dólares, lo que afecta a los países en desarrollo.

El informe del Producto Interno Bruto (PIB) estadounidense, dado a conocer el jueves, muestra que la economía estadounidense creció a una tasa anualizada del 1,6% en el primer trimestre de este año. Es una baja considerable frente al 3,4% en el último trimestre de 2023. Dada la intención de la Reserva Federal (Fed) estadounidense de enfriar la economía para hacer que baje el incremento en los precios al consumidor, esto parece una buena noticia, a primera vista. Sin embargo, hay un problema: la inflación no cede.

Los últimos datos del Índice de Precios al Consumidor muestran que la inflación está aumentando, alejándose cada vez más del objetivo del 2% de la Fed.

“Los datos recientes claramente no nos han dado mayor confianza” en que la inflación esté totalmente bajo control”, dijo Jerome Powell, presidente de la Fed. “En cambio, indican que es probable que se necesite más tiempo de lo esperado para lograr esa confianza”, añadió.

La autoridad advirtió que “si persiste una inflación más alta, podemos mantener el nivel actual (de las tasas de interés) durante el tiempo que sea necesario”.

Algunos analistas de la economía estadounidense afirman ahora que la Fed podría recortar sus tasas referenciales solo una o dos veces este año, probablemente a partir de septiembre. Otros sostienen que es posible que el banco central norteamericano no reduzca sus tipos en absoluto en 2024.

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El costo de vida, medido por el índice de Gastos de Consumo Personal (PCE, por su sigla en inglés), aumentó un 2,7% durante el último año en marzo, frente a un aumento anual del 2,5% en febrero, informó el viernes la Oficina de Análisis Económico de EEUU. El repunte, impulsado en gran medida por los aumentos de los precios de los alimentos y la energía, fue ligeramente superior a las expectativas de los expertos, según una encuesta entre economistas realizada por Dow Jones Newswires y el Wall Street Journal.

El Índice de Precios al Consumidor ya mostraba una inflación sobrecalentada a principios de este mes cuando las cifras fueron publicadas por la Oficina de Estadísticas Laborales. Pero la inflación PCE es más importante para la dirección de las tasas de interés porque es un indicador más sensible desde la perspectiva de las autoridades monetarias.

El encarecimiento del dólar afecta la disponibilidad de esta moneda.
El encarecimiento del dólar afecta la disponibilidad de esta moneda.

Kevin Burgett, analista de la firma de pronósticos LH Meyer, dijo que ahora anticipaba solo un recorte de tipos de la Fed este año, probablemente en diciembre, después de haber revisado recientemente su proyección de tres bajas a partir de septiembre.

“Seguimos pensando que la inflación se encamina hacia el 2%, todavía creemos que la Fed se dirige hacia recortes de tasas y todavía esperamos que comiencen a recortar este año. Seguimos viendo pocas posibilidades de que el próximo paso sea un aumento de tasas”, escribió Burgett en una nota. “Pero los riesgos se han desplazado nuevamente hacia menos recortes este año y a un inicio más tardío”.

Las altas tasas de interés de la Fed y el dólar tienen efectos sensibles sobre las economías de los países en vías de desarrollo, como es el caso de la región sudamericana.

Cuando la Reserva Federal aumenta las tasas de interés, los costos de endeudamiento en dólares estadounidenses se vuelven más altos. Esto puede llevar a un aumento en el servicio de la deuda y dificultar la capacidad de estos países para pagar o refinanciar sus préstamos.

Un dólar fuerte desalienta la inversión extranjera directa en los países en desarrollo, ya que las inversiones en esas economías pueden parecer menos rentables cuando se convierten de nuevo a dólares estadounidenses.

Más aún, las tasas más altas en EEUU atraen los capitales de los inversionistas hacia ese país en busca de rendimientos más altos y seguridad relativa. Esto conlleva el flujo de divisas hacia el mercado norteamericano.

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Se gradúa la décima generación de ‘Puedes Creer’

La Fundación Mercantil Santa Cruz logra un nuevo hito con su programa de becas

El acto de graduación en la Universidad Católica Boliviana.

Por Pablo Deheza

/ 28 de abril de 2024 / 06:36

Formación

La Fundación Mercantil Santa Cruz ‘Puedes Creer’ y la Escuela de Producción y Competitividad de la UCB celebraron la graduación de 49 nuevos técnicos universitarios en Gestión y Emprendimiento en la gestión 2024.

La Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer” y la Escuela de Producción y la Competitividad, de la Universidad Católica Boliviana San Pablo (UCB), presentaron a los 49 nuevos graduados de la carrera Técnico Universitario Superior en Gestión y Emprendimiento para la gestión 2024.

Con esta nueva promoción se da cumplimiento al objetivo de este programa bandera de la Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer”, que es dar una oportunidad concreta a jóvenes que tienen gran talento, pero que no cuentan con los recursos económicos para seguir una carrera universitaria de calidad.

Encuentro de jóvenes titulados con apoyo del BMSC.
Encuentro de jóvenes titulados con apoyo del BMSC.

Los 49 graduados (46 mujeres y 3 hombres) recibieron becas completas, por parte de la Fundación, para cursar la carrera de Técnico Universitario Superior en Gestión y Emprendimiento en la UCB, además de un bono mensual para transporte, compra de material de estudio y un seguro médico, para que puedan enfocarse plenamente en sus estudios. Con este apoyo integral a los estudiantes se ha logrado una alta tasa de éxito en el programa, que se evidencia con el elevado número de alumnos graduados.

“Es para nosotros, una inmensa alegría celebrar la graduación de esta nueva promoción del Programa Becas, a través del cual hacemos posible que jóvenes en situación de vulnerabilidad cuenten con capacidades para su independización y autosuficiencia. Felicitamos a los flamantes graduados, que comienzan ahora una nueva etapa en su vida. Este nuevo hito nos impulsa a seguir trabajando con el firme compromiso de apoyar a los jóvenes bolivianos, brindándoles oportunidades de estudio de alto nivel académico, para que puedan mejorar su calidad de vida y con ello, la de sus familias”, dijo Hernán Gonzales, gerente de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) del Banco Mercantil Santa Cruz (BMSC).

Las Escuelas Sociodeportivas son otra iniciativa que apoya la fundación del Banco Mercantil Santa Cruz.
Las Escuelas Sociodeportivas son otra iniciativa que apoya la fundación del Banco Mercantil Santa Cruz.

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El Programa Becas inició hace 13 años, en la ciudad de La Paz, de la mano de la UCB, para brindar acceso a educación superior a jóvenes en situación de vulnerabilidad, con el objetivo de mejorar su calidad de vida y crear en ellos una cultura emprendedora, para que, una vez terminados sus estudios, puedan insertarse exitosamente en el mercado laboral, ya sea desarrollando sus propios negocios o desempeñándose en alguna actividad relacionada con la formación recibida.

A través de un diagnóstico con instituciones claves en este ámbito, se detectó que un alto porcentaje de jóvenes acogidos por ellas no tenían oportunidades para realizar  estudios superiores una vez finalizado su bachillerato; es  así que, por medio del Programa Becas, la Fundación Mercantil Santa Cruz “Puedes Creer” decidió contribuir con la reducción de la pobreza a través de la educación inclusiva, equitativa y de calidad, mejorando la vida de los jóvenes.

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El reto de los biocombustibles

La búsqueda de energías mucho menos contaminantes es global

Un paso importante en la sostenibilidad energética del país es avanzar hacia biocombustibles de segunda generación como el bagazo de la caña de azúcar.

Por DANNY ROCA JIMÉNEZ

/ 28 de abril de 2024 / 06:15

Renovables

Debido a las guerras en el mundo y para cubrir la demanda interna, Bolivia opta no solo por la importación de combustibles, sino también por la producción de biocombustibles.

Los conflictos bélicos en el mundo pueden tener grandes impactos en el precio del barril del petróleo, situación que puede traer beneficios a los productores y exportadores del mismo, pero a la vez complicaciones a los importadores de crudo o de sus productos derivados, como son el diésel y la gasolina. Bolivia no está exenta de la situación, ya que, si bien es un país hidrocarburífero de larga data, produce más gas que petróleo, situación que limita la producción de combustibles como el diésel y la gasolina, y se convierte en importador de combustibles para poder atender la demanda interna, pero no solamente se toma como alternativa la importación de combustibles de origen fósil, sino también ahora se recurre a la producción de biocombustibles, que son combustibles de origen orgánico, entre los cuales tenemos al bioetanol, que se puede mezclar con gasolina; y biodiésel, que se puede mezclar con diésel de origen fósil.

Estos biocombustibles han esperado bastante tiempo para ponerse en acción. Desde los últimos años de la década de 2000, hubo grandes debates sobre su conveniencia, sin embargo, con la Ley 1098, se da pie al uso de la mezcla de aditivos de origen vegetal, y con el gobierno del presidente Luis Arce, se impulsa la habilitación de estos biocombustibles en el mercado, tanto a través de la construcción de las plantas de biodiésel I y II, en Santa Cruz como en La Paz; como también a través del Decreto Supremo 5135 que determina subir el porcentaje de mezcla. Pero estos combustibles no son nuevos para nuestros países vecinos, en el caso del Brasil, la mezcla con etanol data de los años 30 del siglo XX, aunque la masificación del uso y la obligación de incrementos de la mezcla se asientan en los últimos años de la década de los 90; en el caso de Argentina, el uso de biodiésel data del segundo quinquenio del año 2000.

Foto. FREEPIK

La producción de biocombustibles en Bolivia trae consigo efectos importantes para la economía. Podemos comenzar diciendo de que el mismo mitigará la importación de combustibles de origen fósil, situación que generará un alivio en las cuentas estatales por el lado de la subvención, ya que actualmente nuestro país importa gran cantidad de diésel, y también aditivos para la mezcla con gasolina, lo que a su vez implicará menor salida de divisas. Asimismo, la producción local de biocombustibles proveniente de productos orgánicos tiene efectos importantes en el agro, dinamiza el sector agroindustrial soyero y cañero, la obtención de alcohol anhidro y de aceite de soya implica procesos industriales, que generaran empleos importantes para el país. Los biocombustibles se consideran productos menos contaminantes (emanan cantidades de dióxido de carbono que previamente fueron absorbidas por las plantas durante su crecimiento, por tanto, reduce la huella de carbono del sector transporte); y si el mismo es dirigido a la exportación, habrá una contribución a la balanza comercial generando divisas; y, por último, debemos comentar que si bien los combustibles de origen fósil provenientes del petróleo tienen como base un recurso no renovable, los biocombustibles, al tener un origen orgánico, pueden ser considerados como renovables.

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Sin embargo, en el tema ambiental, existe un gran debate, toda vez que la producción tanto de caña como de soya, base para los biocombustibles, bioetanol y biodiésel, podría implicar ampliar la frontera agrícola, deforestar tierras, una tendencia al monocultivo, cambio de tierras forestales a agrícolas, uso de grandes volúmenes de plaguicidas y uso de variedades transgénicas; y se redondea la crítica a que los alimentos podrían ser desviados hacia los motores de los vehículos.

Sin embargo, los biocombustibles no solo tienen como base la caña de azúcar y la soya. En el caso del bioetanol, tenemos también a la remolacha, sorgo dulce, maíz, trigo, yuca, entre otros; respecto al biodiésel, podemos recurrir al girasol, palma africana, jatropha, algas, etc., variedades que se deben tomar en cuenta con el objeto de que no se entre en competencia con la producción de cultivos de alimentos ni uso de la tierra.

La producción de biocombustibles en Bolivia es un paso importante en la sostenibilidad energética del país. Si bien comenzamos con biocombustibles de primera generación (cultivos alimenticios: caña de azúcar, soya), el avanzar hacia una segunda generación (residuos: bagazo de la caña de azúcar, rastrojo de maíz, paja de trigo, grasas animales, aceite de frituras usado) que evite la competencia con la producción destinada a la alimentación se constituye un reto para nuestro país. Por otra parte, la preocupación mundial sobre la contaminación del medioambiente nos induce a buscar energías menos contaminantes basadas en recursos renovables, esta situación implica un proceso de transición –entre los recursos no renovables y renovables–, en el cual no solamente el rol del gas natural es fundamental, sino también ahora el de los biocombustibles.

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