El Tigre gana pero no gusta
Introducción: Florentín insiste con una línea de tres zagueros centrales que no tiene sentido (cuando el rival ataca con un punta y un media punta). El Tigre juega con Vaca; Castillo, Sagredo de líbero y Marteli; Torres y Sagredo de laterales; Richet Gómez de cinco con Ramiro Vaca a su derecha y Willie Barbosa a su izquierda; arriba, Chura y Blackburn. La idea, la única idea, es tirar centros al “Toro”. En la banca esperan Wayar, Castro, Reinoso, Cardoso. Mateos ha sido borrado del mapa. Los tarijeños colocan un 4-4-1-1. En la previa se homenajea a Walter Veizaga, muy aplaudido y querido por la escasa hinchada stronguista que va a aguantar seis grados de temperatura en una noche pasada por agua y a ratos, nieve. En el pueblo atigrado también se habla de los tres candidatos posibles a la presidencia gualdinegra: Kurt intenta activar su CPU, Héctor Montes se va a la curva sur a mirar el partido y la carta de doña Inés Quispe suena con más fuerza que nunca.
Nudo: el “Derribador” es un equipo desordenado y desequilibrado. La línea de tres da muchas facilidades a sus costados y Gómez se queda solo en la contención. Los rivales del Tigre –con muy poco- llegan fácil al arco de un Daniel Vaca errático. Marteli, por momentos, se larga y se coloca de nueve. Cuando comienza a caer un agua-nieve que mete a toda la Preferencia en las butacas, llega el gol: centro de Ramiro Vaca y cabezazo de Blackburn. Esa es la idea (la única) de Florentín. ¿Cómo puede jugar tan feo un equipo que tiene a jugadores tan guapos como Vaca, Barbosa –que no para de recibir patadas- y Chura?
Desenlace: el paraguayo saca a Richet y mete a Wayar pero el dibujo descompensado no cambia. Otra vez, el puntero se mete atrás ante un rival menos para jugar a la contra. Así llega rápido el 2-0 con la misma formula: centro del “Chiqui” Torres y aparición fantasmal entre los centrales chapacos de Willie Barbosa que dibuja un corazón en el festejo. Sobre el final, cuatro cambios de Florentín a cada cual más incomprensible: Reinoso entra por Chura; Arrascaita por Barbosa; Villamil por Sagredo; y Castro por Blackburn. La “Prefe” pide a Rudy y los aplausos son para el recordado Nelvin Soliz.
Post-scriptum: el Tigre gana pero no gusta; saca siete puntos al segundo (Oriente Petrolero) y nueve a Bolívar. Es puntero y algo muy raro tiene que pensar para perder el campeonato. Su mayor enemigo lo tiene en casa, se llama Florentín.