El izquierdista Gabriel Boric asume la presidencia de Chile
Boric cantó el himno nacional con la mano en el corazón y a su termino se despidió dando la mano al ya expresidente Piñera.
El nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric (izq.), recibe la Estrella de O'Higgins
Imagen: AFP
El izquierdista Gabriel Boric asumió este viernes la Presidencia de Chile para el periodo 2022-2026, convirtiéndose con sus 36 años en el mandatario más joven de la historia del país.
«Ante el pueblo y los pueblos de Chile, sí prometo», dijo Boric para posteriormente levantar el puño izquierdo y firmar, tras un gran suspiro, su cargo como máxima autoridad del país austral en sustitución del conservador Sebastián Piñera.
Piñera entregó su banda presidencial al senador socialista Álvaro Elizalde, recién nombrado presidente del Senado, quien colocó posteriormente a Boric la suya.
Posteriormente Piñera colocó al flamante mandatario la piocha, una estrella de cinco puntas del libertador Bernardo O’Higgins que representa a la máxima autoridad del país austral, para cerrar el cambio de mando con un abrazo entre mandatario saliente y entrante.
La insignia metálica quedó colgada de la banda presidencial de Boric, confeccionada por costureras del Sindicato Revolucionario Textil de Chile.
Boric cantó el himno nacional con la mano en el corazón y a su termino se despidió dando la mano al ya expresidente Piñera, quien abandonó la sala del Congreso junto a su mujer entre aplausos.
La esperanza del bienestar
Boric pretende iniciar un camino hacia un Estado de bienestar al estilo de la socialdemocracia europea, para cumplir su palabra de convertir a Chile, donde el 1% de la población posee el 26% de la riqueza, en «la tumba» del neoliberalismo.
«Este es un gobierno que llega al poder en un clima político muy fragmentado, que no tiene mayoría parlamentaria y, por lo tanto, no tiene la posibilidad de hacer reformas muy radicales en el corto plazo», señaló a la AFP Claudia Heiss, jefa de la carrera de Ciencia Política en la Universidad de Chile.
Sin embargo, también «existe este optimismo que viene del proceso constituyente y un impulso por superar el neoliberalismo que yo creo que hoy día se ve con menos temor por los sectores incluso conservadores, porque hay una suerte de sentimiento antineoliberal en el mundo», agregó la académica.
El izquierdista asume con una crisis de credibilidad en la política, un recorte del gasto público de 22,5%, una estimada desaceleración de la economía para este año, una gran migración irregular y un conflicto histórico de tierras no resuelto entre el Estado y el pueblo Mapuche.
A Valparaíso llegarán más de una veintena de invitados internacionales, entre ellos el presidente Alberto Fernández de Argentina, Pedro Castillo de Perú, el rey Felipe VI de España, así como las escritoras Gioconda Belli, de Nicaragua; y la ‘best seller’ chilena Isabel Allende, que integrará la comitiva de Estados Unidos, donde reside hace más de 30 años.
Demanda social y feminismo
El nuevo gobierno tendrá que dar respuesta a las demandas sociales por mejor salud, educación y jubilación, y reducir la desigualdad social, exigencias surgidas en el estallido social de octubre de 2019 que sacudió a un país que era considerado uno de los más estables de la región.
«Boric ha prometido diálogo para superar estos problemas y hay que ver si esta predisposición al diálogo se traduce en que la ciudadanía no se agote otra vez esperando soluciones», explicó a la AFP Rodrigo Espinoza, académico de la Universidad Diego Portales.
Otro reto será aunar apoyos para la parte final del proceso constituyente que este año debe convocar un plebiscito para aprobar o rechazar una nueva Constitución para reemplazar a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
El joven mandatario que prometió un gobierno «feminista» designó en 14 de los 24 ministerios a mujeres de las más variadas profesiones, perfiles y edades, con un promedio de edad de 42 años, marcando un cambio generacional en la política.
Convocó a dos exlíderes estudiantiles con los que marchó en 2011 por una educación gratuita y de calidad y con quienes compartió una curul en el Congreso: Camila Vallejos (33), su próxima vocera de gobierno, y Giorgio Jackson (35), el ministro a cargo de las relaciones con el Congreso.
«Se enfrentará a un Congreso hostil», sostiene Espinoza. El mayor desafío será «instalar un diálogo para superar las barreras legislativas» de modo que tenga «la capacidad de recaudación para poder sustentar un Estado de bienestar».
Asimismo, chocará con la desconfianza en los sectores de derecha e izquierda radical sobre si podrá realizar los cambios sociales que promete.