Lula y Bolsonaro, en una ‘guerra religiosa’ por la presidencia de Brasil
En Brasil viven 215 millones de personas mayoritariamente católicas, pero con una influencia creciente de las iglesias evangélicas.
Lula y Bolsonaro, en una «guerra religiosa» por la presidencia de Brasil, ambos luchan con todas las formas posibles para convencer al decisivo electorado cristiano de cara al balotaje del domingo.
Visitas a templos, fotos con sacerdotes, cartas a fieles y una lluvia de desinformación.
para conquistar al decisivo electorado cristiano de cara al balotaje del domingo en Brasil.
Los esfuerzos por conquistar ese voto, en lo que la prensa denominó una «guerra religiosa», continuaron hasta la recta final de la campaña.
Lula y Bolsonaro
En Brasil, un país donde viven 215 millones de personas mayoritariamente católicas, pero con una influencia creciente de las iglesias evangélicas.
El 59% considera a la religión como un factor importante a la hora de decidir el voto, según la consultora Datafolha.
«Llevar el debate al campo de la religión y las costumbres facilita el trabajo para aumentar el rechazo del adversario, con temas que apelan a lo emocional», explicó Leandro Consentino.
Un desatacado politólogo del instituto Insper que conversó con AFP.
Bolsonaro, que va segundo en las encuestas aunque por estrecho margen, cuenta con un amplio respaldo de los evangélicos.
Activo que ha explotado durante su campaña.
«La izquierda, el comunismo, no están comprometidos con la vida, no nos respetan», criticó el político ultraderechista en alusión a Lula.
Mientras caminaba recientemente hacia el altar de una iglesia evangélica repleta en Sao Paulo.
«Sé que ustedes nos darán la victoria el próximo día 30», arengó.
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«Familia sagrada»
En la recta final de la campaña, el izquierdista Lula, que este jueves cumplió 77 años, se esforzó por su parte por acercarse a los evangélicos.
Y desmentir informaciones falsas promovidas por la oposición, como que planea cerrar iglesias.
«La familia para mí es una cosa sagrada», aseguró entre sollozos Lula, en un acto reciente con evangélicos, a quienes les entregó una carta de compromisos.
Para asegurarles que garantizará la libertad de culto y que se mantiene opuesto al aborto, permitido apenas bajo excepciones en Brasil.
También se reunió con pastores más progresistas y se prestó a una ceremonia con uno de ellos en Sao Paulo.
Con los ojos cerrados, las manos jutas delante del cuerpo y la mirada apuntando al suelo, escuchó a un pastor negro elogiarlo por no usar «artificios religiosos para engañar a las personas».
(27/10/2022)