Un grupo de avicultores regaló ayer pollitos en la plaza 24 de Septiembre de la ciudad de Santa Cruz en protesta por la falta de harina solvente, principal alimento de las aves. El presidente de la Asociación de Avicultores de Pollos Parrilleros (Avipar), Winston Ortiz, dijo que “el sector pasa por uno de los momentos más críticos de su historia” debido a la falta de alimentos para los pollos.
Este sector genera cada mes 1,5 millones de pollos, de los 10 millones que se producen en el departamento de Santa Cruz. “En el último bimestre se ha dejado de criar el 5% de pollitos por falta de alimentos. De continuar esta situación, habrá un desabastecimiento en la oferta de carne de pollo para las fiestas de fin de año”, subrayó Ortiz.
El presidente de la Asociación Departamental de Avicultores (ADA) Santa Cruz, Rodolfo Tonelli, explicó que el sector demanda 13.931 toneladas (t) mensuales de harina de soya, de las que las industrias aceiteras solo han entregado 10.569 t, generando un desabastecimiento.
SOLUCIÓN. Ortiz pidió a la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, a dar una solución al problema que viene atravesando el sector avicultor. “Desconocemos las razones de las industrias aceiteras de reducir la entrega de harina de soya a los polleros, pese a existir un acuerdo suscrito entre el Gobierno y la industria”, recordó el productor.
Tonelli declaró que de los 470 productores, solo 297 viene recibiendo los insumos. “El resto (173 avicultores) se ven obligados a acudir al mercado a comprar alimento a un precio más elevado del que entregan las aceiteras”.
El precio del litio se hunde y la industrialización en Bolivia avanza a paso lento
En 2022, cada tonelada de carbonato de litio era comercializada en $us 59.555. Un año más tarde, el precio bajó a $us 45.258 y este año se derrumbó a $us 8.830
El precio del carbonato de litio se desploma en los mercados internacionales.
Mientras los precios del litio se hunden cada año en el mercado internacional, afectando los ingresos provenientes por la venta del metal blando, en Bolivia la industrialización avanza a paso lento y no se avizora que esta situación cambie en el corto plazo.
De enero a septiembre de este año, el país ha exportado 678,5 toneladas de carbonato de litio por un valor de $us 6 millones. El precio promedio por tonelada fue de $us 8.830, cinco veces menos al valor comercializado en 2023 ($us 45.258) y casi siete veces al alcanzado en 2022 ($us 59.555).
Los datos, procesados por La Razón con base en la información que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su sitio web (www.ine.gob.bo), muestran que los precios están al mismo nivel que en 2016 ($us 8.381 en promedio por tonelada), cuando Bolivia empezó a producir el “oro blanco” en la planta piloto de carbonato de litio, instalada en la localidad de Llipi, en el salar de Uyuni, Potosí.
La caída de los precios del metal blando en los dos últimos años en el mercado internacional ha sido brutal y se explica fundamentalmente por una mayor producción (oferta) a nivel mundial y a la moderación en las ventas de vehículos eléctricos, cuya producción depende en gran medida del litio para las baterías.
Desde 2021, los principales países productores de carbonato de litio han incrementado su producción debido a los precios altos, situación que ha cambiado radicalmente en la actualidad.
Australia, Chile, China y Argentina, en ese orden, son actualmente los mayores productores del “oro blanco” en el mundo.
En 2023, Australia fue el líder mundial en producción de litio, con un volumen estimado de 86.000 toneladas métricas. Chile y China ocupaban el segundo y tercer lugar, con 44.000 y 33.000 toneladas métricas, respectivamente. Cabe destacar que Australia alberga la mayor mina de litio de roca dura del mundo, de donde extrae principalmente el metal alcalino de la espodumena, un mineral que contiene litio.
En tanto, Argentina —el cuarto productor mundial del metal— obtuvo ese año 9.600 toneladas métricas, según el portal de estadística en línea Statista GmbH.
PLANTA INDUSTRIAL
Bolivia inauguró en diciembre de 2023 la primera Planta Industrial de Carbonato de Litio con financiamiento estatal en el salar de Uyuni, departamento de Potosí, con una capacidad para producir hasta 15.000 toneladas del metal blando al año a partir de 2025.
La puesta en marcha de la planta se dio tras una década de frustrados intentos por incursionar en el mercado mundial de este metal que han rezagado a Bolivia frente a sus vecinos Chile y Argentina, con los que forma el llamado “triángulo del litio”.
En agosto, el gerente de Operaciones y Mantenimiento de Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Jorge Chambi, informó que la estatal logró incrementar la producción de 3 a 13 toneladas métricas por día en la planta industrial y, en las siguientes semanas, alcanzaría a las 20 toneladas producidas por día. De acuerdo a lo programado, la nueva industria, en proceso de estabilización, producirá a un 30% y progresivamente la producción se incrementará hasta alcanzar a su máxima capacidad de 15.000 toneladas por año.
El Gobierno desmintió que la suspensión temporal de las exportaciones de aceite refinado de soya genere una «afectación millonaria» para el Estado, tras la medida adoptada en los últimos días que generó rechazo en varios sectores productores.
El viceministro de Comercio y Logística Interna, Grover Lacoa, explicó que este producto representa apenas el 7,6% de las exportaciones del complejo oleaginoso y que, además, ya se cumplió con el 99,56% de los contratos de exportación de este año.
“Hasta el 4 de diciembre se exportaron 116.667 toneladas, prácticamente todo lo exportado en 2023. Por lo tanto, la afectación es básicamente nula”, afirmó Lacoa, quien también lamentó la desinformación difundida por algunos sectores políticos y sociales, que aseguraron que la suspensión afectaba a todo el sector oleaginoso.
Éstos denunciaron que el país perderá millones de dólares por el cese de las ventas de aceite refinado al mercado exterior.
El viceministro precisó que la medida no afecta la exportación de torta de soya, harina de soya ni aceite bruto, que continuarán con libre exportación. La suspensión temporal solo se aplica al aceite refinado de soya y su principal objetivo es garantizar el abastecimiento del mercado interno y estabilizar los precios para la población.
Las autoridades detectaron que algunas industrias no estaban cumpliendo con el compromiso de entrega pactado, pese a que los almacenes cuentan con suficiente stock de aceite. Por ello, se observó desabastecimiento y encarecimiento del producto en algunas ciudades del país.
Esta situación motivó la decisión de frenar temporalmente las exportaciones, pero Lacoa reiteró que la medida será levantada una vez que se regularice el suministro interno.
“El objetivo no es afectar al sector exportador, sino garantizar que las familias bolivianas tengan acceso al aceite a un precio justo, en línea con la política del Gobierno de proteger la economía de la población”, subrayó.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, explicó este sábado que la medida generó que el precio de los 5 litros de aceite reduzca de Bs 90 a Bs 60 en mercados de La Paz. Por ello, de continuar la disminución de costos, el cese de exportaciones podría suspenderse antes de lo previsto.
Prada denuncia ‘guerra económica, asfixia y sabotaje’ contra el Gobierno
La ministra de la Presidencia señaló que esa guerra se vencerá con la unidad de quienes buscan el progreso del país y no prevalecerá el "oportunismo" de actores políticos.
La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, en conferencia de prensa.
Debido al agio y a la especulación del aceite refinado, motivos por los que se suspendió temporalmente las exportaciones del producto, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, denunció que el Gobierno enfrenta una “guerra y asfixia económica” que tienen el objetivo de desgastar y debilitar la gestión del presidente Luis Arce.
“Son operaciones de sabotaje y desabastecimiento que no son casuales, que responden a una estrategia de desgaste, de debilitamiento a nivel político”, protestó.
En criterio de la ministra, el ocultamiento de los productos para generar desabastecimiento y luego venderlos a precios más elevados no es algo que ocurre solo con el aceite. Recordó que a lo largo del año verduras, arroz y carne de pollo y de res también sufrieron irregularidades en sus precios, por lo que se volvió una constante con la que tiene que luchar el Gobierno.
De acuerdo con Prada, el objetivo de las personas que persiguen “cálculos políticos” es generar el descontento social para afectar la imagen del Gobierno. Sin embargo, aseguró que lograrán vencer la guerra económica.
“Esta guerra económica que estamos enfrentando la vamos a ganar unidos entre quienes ponemos primero a Bolivia y los intereses del pueblo boliviano, entre quienes queremos que nuestro país avance y no estamos pensando en cálculos políticos particulares”, afirmó.
Aparte del agio y especulación que enfrenta el Gobierno, Prada también señaló una “asfixia económica” que tiene fines políticos. Se refirió a los bloqueos del ala evista del Movimiento Al Socialismo (MAS) y a la no aprobación de créditos en la Asamblea Legislativa.
En su análisis, el partido de gobierno tomó las riendas del país (en noviembre de 2020) en un momento de crisis económica que logró resolver y brindó atención a las necesidades del pueblo boliviano.
Oportunismo político
Sin embargo, debido a la proximidad de las elecciones generales de 2025, aparece el “oportunismo” de algunos actores políticos que pretenden destruir la imagen del Gobierno.
“Hay políticos que únicamente buscan crecer a costa del conflicto, a costa del odio, a costa del ataque. Cero propuestas, cero gestión, solamente buscan la conflictividad”, criticó.
La ministra pidió a la población observar y reflexionar dónde se origina el encarecimiento de productos y aseguró que el Gobierno continuará con las acciones necesarias para garantizar el acceso a los alimentos a precios justos.
Este sábado, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, justificó la decisión del Gobierno de suspender temporalmente las exportaciones del aceite refinado, con el objetivo de regular los precios en el mercado interno y el abastecimiento en el territorio nacional.
“La comida para el pueblo boliviano, primero Bolivia, primero nosotros, primero nosotras. Primero la mesa de las familias bolivianas, después el resto, exportación y todo lo que sea, pero primera está nuestro país”, afirmó en conferencia de prensa.
El viernes, en coordinación el sector agropecuario productivo, el Gobierno informó que, de manera temporal, se suspende la venta del aceite refinado al mercado externo.
La decisión se tomó debido a que en las últimas semanas se observó un encarecimiento en el producto. En ciudades como La Paz y El Alto el litro de aceite se comercializa en hasta Bs 18, cuando su precio regular debería ser de Bs 11.
En este contexto, el Gobierno pretende garantizar el abastecimiento interno de aceite refinado a precios justos suspendiendo las exportaciones. De esta manera, la oferta del producto incrementará, lo que reducirá su costo.
De acuerdo con Prada, la mayor parte de la producción del aceite se destina a la exportación, ya que la demanda interna solo representa menos de 20% de la capacidad productiva del país.
“La demanda de aceite en nuestro país para el mercado interno representa menos del 20% de la producción total, por lo que no debería existir ningún tipo de desabastecimiento”, explicó.
De todas formas, hasta la fecha, el país logró exportar 328.000 toneladas al mercado externo, cumpliendo la mayoría de sus compromisos, y se espera que el stock para esta gestión sea de 39.747 toneladas.
La ministra reiteró que la medida es temporal y cuando el abastecimiento se regularice, entonces las exportaciones se retomarán.
Además, según la autoridad, existen “personas inescrupulosas” que realizan agio y especulación, afectando a la economía boliviana, debido a que persiguen intereses políticos y económicos.
Gobierno decomisa más de 5.600 quintales de arroz y 3.000 litros de aceite
Las intervenciones se realizaron en La Paz, El Alto y Montero, donde se detectaron prácticas de ocultamiento de productos y sobreprecio en alimentos de la canasta básica.
Los policías secuestran gran cantidad de quintales de arroz. Foto: RRSS Nueva Economía
El Ministerio de Justicia informó sobre los resultados de los operativos interinstitucionales realizados en La Paz, El Alto y Montero (Santa Cruz), con el objetivo de combatir el agio y la especulación en productos esenciales de la canasta familiar.
En La Paz, se intervino en la zona El Tejar, donde se identificaron irregularidades en seis tiendas, incluyendo el almacenamiento irregular de 3.000 litros de aceite a granel y la venta de productos vencidos y sin registro sanitario.
Ante estas infracciones, el Ministerio aplicó sanciones administrativas y ordenó la venta directa del aceite incautado.
En El Alto, las operaciones se centraron en las zonas Faro Murillo y Villa Dolores, donde se detectaron irregularidades en nueve tiendas. Entre los hallazgos más relevantes está el acopio de aceite, lo que llevó a la aprehensión de la propietaria y el precintado del local.
También se identificó el cobro de sobreprecio en la venta de arroz, por lo que dos propietarios fueron arrestados y tres personas fueron conducidas a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para ser investigadas por los delitos de agio y especulación.
El operativo más significativo se desarrolló en Montero, en coordinación con el Ministerio de Gobierno, la Policía Boliviana, el Ministerio de Desarrollo Productivo y la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa).
Arroz
Se inspeccionaron los ingenios arroceros «Imperio», «El Pantanal», «Tropical» y «Grano Real», donde se evidenció el ocultamiento de grandes cantidades de arroz, una práctica que genera el “aumento artificial” de precios. Como resultado, se secuestraron 5.600 quintales de arroz procesado y se identificaron 20.600 fanegas de arroz en chala.
El Ministerio de Justicia calificó estas acciones como un incumplimiento deliberado de las normas de comercialización, que afecta a las familias bolivianas, especialmente a las más vulnerables.
Esta cartera de Estado reafirmó su compromiso de garantizar el acceso a precios justos y exhortó a la población a denunciar irregularidades a través de los canales oficiales.
Con estas medidas, el Gobierno busca frenar la especulación, garantizar la estabilidad de precios en los alimentos esenciales y proteger “el bolsillo de los bolivianos”.