Los industriales latinoamericanos piden protección a las inversiones
En declaración emitida en Cochabamba, la Asociación de Industriales Latinoamericanos (AILA) y la Cámara Nacional de Industria de Bolivia (CNI) exigen a los gobiernos atraer capitales extranjeros, un clima adecuado, reglas claras y protección a las inversiones productivas.
Después de 27 años, la directiva de la AILA se reunió en Bolivia para analizar y debatir la problemática del sector industrial en América Latina.
Su presidente, Henry Kronfle (Ecuador), y el presidente de la Cámara Nacional de Industria, Armando Gumucio (Bolivia), suscribieron la declaración. Ambos empresarios expresaron la preocupación de los industriales latinoamericanos por el proceso de desaceleración que atraviesan algunos de los 16 países que aglutina la organización.
En la primera jornada de evaluación, en el análisis de la situación económica actual, se informó en el caso de Bolivia que “la industria boliviana viene experimentando un proceso de desaceleración económica”. El informe presentado señala que tras un importante repunte del crecimiento industrial en 2006, de más del 8%, las tasas anuales de crecimiento fueron cada vez menores, llegando en 2011 al 3,2%.
Este informe fue corroborado por el presidente de AILA. Kronfle dijo que “efectivamente existe desaceleración, pero también asumimos un mea culpa los industriales”.
Precisó que en América Latina el sector industrial está comprando casi $us 600 mil millones al Asia. Señaló que hay 42 tratados de libre comercio en la región y que el año pasado los industriales se compraron entre ellos cerca de $us 200 mil millones. Comparó y protestó: “La diferencia del negocio con el Asia es de tres a uno respecto al negocio entre nosotros mismos”. Es más fácil conocer a una empresa China que a una de Bolivia, enfatizó, como una forma de ver la dimensión de los negocios que existen con los países asiáticos.
Sin embargo, aclaró que “el problema está en la falta de infraestructura, en las relaciones comerciales, en las trabas arancelarias, en los precios que no nos permiten ser competitivos”. Subrayó que tienen “un trabajo intenso que realizar”.
Además, puntualizó que China actualmente es el segundo proveedor más grande de Ecuador después de Estados Unidos, crecimiento que se vio a partir de 2001. Las importaciones ecuatorianas de productos chinos se duplicaron. En tan sólo un año subieron de $us 1.607 millones (2010) a $us 2.290 millones (2011).
Esta cifra es mayor incluso a Colombia que en 2011 llegó a $us 2.221 millones. En este caso, China bajó a ocupar el tercer lugar en las importaciones colombianas.
El tema de la invasión de productos chinos en mercados de América Latina fue un asunto vital en el análisis de los industriales latinoamericanos. Gumucio ratificó que no se oponen a la importación legal de estos productos. Y reiteró que exigen un control más riguroso a las autoridades para evitar el contrabando de productos chinos, que está matando la producción nacional.
Narcotráfico. Otro tema que preocupa a los industriales latinoamericanos es el crecimiento del narcotráfico. Les preocupa porque sus redes “reclutan gente para sus fines precisamente del sector que no tiene empleo y es por eso que se debe impulsar las políticas de desarrollo industrial para generar trabajo y dar seguridad a un país”, dijo Henry Kronfle.
Después de analizar la provisión de materias primas, factores de trabajo, insumos e infraestructura; mercados, competencia y defensa del consumidor; controles de precios y regulación económica e incertidumbre sobre la aplicación de la política económica se determinó emitir una declaración conjunta.
El documento con cuatro puntos lo que hace es “formular un llamado a los gobiernos para que presten atención preferente a la necesidad de implantar políticas coherentes con los objetivos de crear un clima adecuado para recibir inversiones productivas”. Exige que “estas políticas deben poner énfasis en la estabilidad de la legislación; en reglas nacionales para la protección a las inversiones”.
Para la mayoría de los industriales del exterior, la situación del sector en Latinoamérica es casi similar porque hay un bajo crecimiento y sus dificultades las enfrentan con los gobiernos de turno.
Juan José Calvo, de Venezuela, primer consejero de AILA, dijo que el control en las importaciones en su país “entorpece la actividad privada; nos limita cuando hay que importar maquinaria para ampliar los equipos y eso no es fácil”.
Paulo Tigre, de la Confederación de Industriales del Brasil, manifestó su preocupación porque “nuestras industrias están produciendo menos manufacturados”. Señaló que los precios de los commodities agrícolas también bajaron y están preocupados en cómo mejorar su competitividad. Luego, destacó que el mercado interno brasileño pasa por un buen momento.
Miembros directorio de aila
Fueron dos días de intensas jornadas realizadas por miembros de la Directiva conformada por el presidente de AILA, Henry Kronfle; David Lemor (Perú), vicepresidente; Juan José Calvo (Venezuela), primer consejero; Juan Francisco Kiener (Panamá), cuarto vicepresidente; Paulo Tigre (Brasil), segundo consejero; Tiago Méndez, representante Cámara Nacional de Industria de Brasil; Verónica Chávez (Ecuador), secretaria técnica, y Mario Yaffar (Bolivia), primer vicepresidente.