Por quinto año la crisis destruye puestos de trabajo en España
Según estadísticas oficiales, en un año la Seguridad Social tiene 787.240 afiliados menos; hay menos de dos trabajadores que paga por cada persona que cobra una prestación, el déficit más abultado de su historia
España ha cerrado su quinto año consecutivo desempleando a más personas. En 2012, la crisis abrió un nuevo acto. Volvió la recesión, pero en esta ocasión va acompañada de austeridad y recortes.
Así que la Administración se ha sumado a las empresas privadas, y ahora ambos sectores al unísono han eliminado puestos de trabajo. La traducción de estos hechos en cifras es desoladora: en 12 meses la Seguridad Social cuenta con 787.240 afiliados menos, restaba 2.162 cada día, y las oficinas de empleo registran 426.324 parados más, según los datos del Ministerio de Empleo.
Para taponar la hemorragia el Gobierno aprobó urgentemente, apenas mes y medio después de llegar al poder Mariano Rajoy, la reforma laboral. No lo ha logrado. Persiste el Ejecutivo en decir que sin ella la situación sería más grave, pero como ha admitido el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, eso es una “hipótesis” difícil de probar.
La situación podría ser peor. El mes pasado supuso un cierto alivio. Al menos aparente. La campaña de Navidad redujo el desempleo en 59.094 personas. Ha sido el mejor diciembre de la serie estadística de paro registrado, como se encargó de recordar el Ministerio de Empleo. Pero una vez enunciado este dato, casi se acaban las buenas noticias. La Seguridad Social descontó otros 88.367 afiliados.
Caída. Falta la confirmación de la Encuesta de Población Activa, el mejor termómetro del mercado laboral, pero la divergencia entre una cifra y otra parece indicar más una caída de población activa (quienes están en edad y disposición de trabajar) que una reanimación de la contratación. De hecho, la contratación ha vuelto a caer, tanto en diciembre como en el conjunto del año.
Insisten en el instituto público en recordar que la gran caída de afiliación en el mes pasado y éste se debe a la baja de unas 145 mil cuidadoras de ancianos, las llamadas técnicamente cuidadores no profesionales. Esta baja se produce porque el Gobierno decidió en los recortes de julio que ya no asumía el pago de la cuotas sociales de este colectivo, así que la Seguridad Social deja de recibir estos ingresos y ellas de cotizar. No obstante, incluso sin contar a este colectivo, la afiliación habría caído en 24.555 trabajadores.
Cuando se limpian los datos de los efectos del calendario —es decir, cuando se aplica una fórmula matemática que permite a los economistas observar la tendencia de fondo del mercado laboral sin las oscilaciones bruscas en la contratación por la campaña navideña, la Semana Santa, el verano…— la caída de la afiliación fue de unos 97 mil trabajadores y la del paro registrado de 41.023.
El deterioro continuo y prolongado del mercado laboral ha abocado a la Seguridad Social a una peligrosa dinámica, el número de cotizantes por cada uno de los perceptores de pensiones ha bajado de dos. Es decir, que hay menos de dos trabajadores pagando a la Seguridad Social por cada persona que cobra una prestación. El organismo tiene el déficit más abultado de su historia.
Los descensos más significativos se registraron en actividades sanitarias y servicios sociales (56.223 personas menos) como consecuencia de los recortes del gasto público, en la construcción (22.053), en hostelería (15.879) y en construcción e industria manufacturera (14.449). Por el contrario, se registró un comportamiento positivo en comercio, reparación de vehículos y motor, y motocicletas, que sumaron en diciembre 15.360 afiliados nuevos. El Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) también perdió cotizantes en diciembre (4.142, el 0,14 %), lo que deja el total en 3.024.52.
Tendencia. Hay que remontarse a diciembre de 1997 para encontrar un cociente más bajo al dividir el número de afiliados con empleo y pensionistas. Y esto fue posible este año por la vuelta a la recesión. Justo antes de la recaída, en verano de 2011, se frenaba la destrucción de empleo y la sangría de afiliados. Entonces se invirtió la tendencia. Así 2012 acabó con 16,3 millones de trabajadores con empleo dados de alta, a la altura del peor año de la crisis en la Seguridad Social, 2008.
La crisis arrancó con casi 19,5 millones de cotizantes. Esto permitió que durante buena parte de ella, y pese a la destrucción de empleo, se registraran superávits durante los primeros años. Pero camino al sexto año, ya se han perdido más de tres millones de afiliados y eso se nota en la recaudación. De no resolverse pronto, acabará por convertirse en la gran amenaza del sistema de pensiones.
Alivio momentáneo en diciembre
La campaña navideña ha dado un alivio momentáneo al maltrecho mercado laboral español. En diciembre el paro registrado bajó en 59.094 tras cuatro meses consecutivos de subidas, según los datos oficiales. Destacan que es “el mejor dato registrado en un mes de diciembre en toda la serie histórica” y se explica por las contrataciones derivadas de las campañas de Navidad realizadas en el sector de los servicios.
Pese a la tregua, el dato de diciembre es un respiro insuficiente en el balance español de 2012, un año en el que el paro ha subido en 426.364 personas, el equivalente a un alza del 9,64%, hasta las 4.848.723 personas. Del lado del empleo, que ya cerró noviembre en su nivel más bajo desde 2003, no hubo buenas noticias.
La Seguridad Social perdió en diciembre 88.367 cotizantes respecto a noviembre, con lo que acaba el año en 16.442.681 afiliados medios, un 4,57% o 787.240 ocupados menos que en 2003. De la caída registrada en el último mes del ejercicio, el ministerio destaca que del total, 63.440 (el 71,8 %) han sido cuidadores no profesionales de la ley de dependencia.