Claves para proteger puertas digitales
Seguridad. Cada vez más ataques son posibles por las prácticas deficientes.
Proteger la información personal y financiera del internauta se hace cada vez más esencial en tiempos en los que, por falta de una adecuada contraseña, la identidad digital corre el riesgo de ser presa fácil de ciberdelincuentes.
La seguridad física de una casa depende de cerraduras, candados, rejas e incluso sistemas electrónicos de vigilancia en ventanas, puertas y muros, pero todo eso puede quedar incompleto si no se cierran de forma efectiva los accesos digitales a las cuentas en bancos, redes sociales y servicios de internet de la persona que vive en esa vivienda, advirtió el ciberactivista Mario Durán Chuquimia.
“En el plano real, se le pone dos chapas a la puerta, se contrata seguridad física externa o se instalan cámaras de vigilancia para cuidar los valores físicos que hay en los domicilios, pero en lo virtual no hacemos eso con nuestros valores digitales”, dijo.
Según datos de Naciones Unidas que lanzan una alerta sobre un problema que crece, el 17% de la población en línea del mundo es víctima de delitos cibernéticos y robo digital mientras que solo el 5% sufre delitos físicos.
Esto es posible, según Durán, debido a que la mayor parte de los usuarios de internet usan patrones de acceso que se pueden descifrar fácilmente, como los nombres de la pareja o los hijos, fechas de nacimiento o números de celular, y a que cada vez más delincuentes manipulan psicológicamente a los internautas para que de forma inconsciente compartan información confidencial en las redes.
Por lo tanto, agregó, la seguridad debe basarse en: “buenas contraseñas, doble autenticación y uso de bóvedas digitales (servicios en la red en los que es posible almacenar datos sensibles)”.
En el primer caso, es necesario evitar las claves de una sola palabra como “acceso” que puede descubrirse fácilmente y reemplazarlas por frases o combinaciones que incluyan letras, números y signos ortográficos como “¿Pa55WorD?”, “¡6At0Blanc0!” y “ClAv3S36ur4”.
- Claves largas
Deben combinar más de ocho caracteres, entre letras, números y signos ortográficos, y no ser de conocimiento común, como series de carnets y de teléfonos.
- Doble autenticación
Son códigos enviados al celular del usuario por el operador del servicio para que el internauta los introduzca junto con su habitual dirección y contraseña para ingresar a su cuenta.
- Señas diferentes
Cada cuenta debe tener una contraseña. Así, si el patrón de acceso de una es descubierta por el atacante, será más difícil para éste ingresar al resto de las plataformas del usuario.
- Reemplazos
El cambio de clave sube el nivel de seguridad de la cuenta, pero no debe ser tan frecuente si se usan contraseñas alfanuméricas, doble autenticación y bóvedas digitales.
- Gestores confiables
Los gestores de contraseña permiten almacenar gran cantidad de claves usuario/contraseña. Esta base de datos está cifrada mediante una clave única del usuario.
- Preguntas secretas
Tener especial cuidado al elegirlas. En las redes hay mucha información personal que se vuelve pública y puede ser utilizada para descifrar esta “cerradura”.