¿Hacia dónde debe apuntar Luis Arce ante la recesión?
Transición. Dos analistas plantean una hoja de ruta para el presidente electo de Bolivia
Superar la crisis económica que enfrenta el país a consecuencia del coronavirus requerirá que el presidente electo, Luis Arce, aplique un plan “sin inprovisaciones” y arme un equipo técnico “no politico”, subrayan dos analistas.
La economía boliviana se encuentra en terapia intensiva por la recesión que ha provocado el decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), un mayor desempleo, una caída de las exportaciones y un déficit fiscal preocupante.
“Realmente los indicadores a mí me asustan, es la primera vez que estamos viendo indicadores tan graves. Nunca habíamos visto un -11% (PIB). Es muy preocupante la magnitud de la crisis que vamos a enfrentar”, declaró antes Arce, quien fue ministro de Economía en el gobierno de Evo Morales.
Al respecto, el economista Horst Grebe dijo a LA RAZÓN que una fórmula para salir de la crisis es una estrategia a largo plazo. “Arce ha trabajado con éxito cuando las arcas estaban llenas, cuando había ingresos extraordinarios, cuando había un viento de cola favorable, pero ahora las circunstancias han cambiado”, remarcó.
Para no recortar gastos y dar un empujón a la economía será importante acudir al financiamiento de organismos internacionales, añadió Grebe, para lo cual deberá renegociar la deuda externa. Dijo que ello no será fácil por el tipo de acreedores que tiene Bolivia, es decir, Banco Mundial (BM), Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), entre los principales. “Yo creo que hay que negociar con los acreedores, dos a tres años, lo que fuere necesario, pero que sea aceptable para los acreedores, caso contrario hacer una suspensión de pagos unilateral no resulta conveniente”.
Con relación a la reactivación de la demanda interna, Grebe afirmó que se debe intervenir en la población más necesitada o afectada por la crisis. “Hay que gastar en la gente, hay que crear capacidad adquisitiva y estimular a los productores, a las empresas del mercado interno a que mantengan su plantilla de empleados, que continúe su producción, hay que dar probablemente incentivos”. En criterio de este analista, estos temas son conocidos Arce, por su experiencia en la cartera de Economía y Finanzas Públicas, y lo que “tiene que hacer es definir su estrategia congruente, que no sea una cosa improvisada y de corto plazo, sino que tiene que tener un horizonte largo porque las dificultades no van a desaparecer a muy corto plazo”.
Mientras que el economista Jimmy Osorio aseveró que el nuevo gobierno debe llevar adelante un diagnóstico de las cuentas nacionales porque existe una “subestimación y sobreestimación”, a fin de establecer un estado de situación de las finanzas bolivianas.
En función a los resultados, planteó Osorio, recién las autoridades electas podrán planificar a futuro los programas financieros y monetarios. Dijo que el siguiente paso es aplicar una política urgente de austeridad porque “las cosas no están bien (en el Estado), las cuentas no son azules, sino rojas”. Complementó que es “imperativo hacer un ajuste al gasto corriente de una forma imaginativa”, para lo cual se requerirá un equipo técnico “no político” para delinear acciones sin afectar sectores.
A diferencia de Osorio, Grebe no sugiere reducir gastos porque “normalmente cuando hay un déficit muy grande, los organismos internacionales recomiendan austeridad y más austeridad, pero se ha visto que eso no es conveniente en situaciones como las que estamos atravesando nosotros”.
“El secreto de un buen gobierno es cubrir todos los resortes ministeriales que son relevantes con gente con experiencia y muy capacitada, eso va a definir si responde a las demandas de los sectores sociales que han votado por Arce”, coincidió Grebe, al referirse a las demandas de diferentes organizaciones que comenzaron a emerger por el apoyo brindado al presidenciable del Movimiento Al Socialismo.
Tal es el caso de la Dirección Regional del MAS en El Alto, que reclamó al menos cinco ministerios; la Central Obrera Boliviana (COB), cuatro y la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia “Bartolina Sisa” demandó la creación del Ministerio de la Mujer.
Otro factor que Osorio consideró importante poner sobre la mesa de discusión es el ajuste del tipo de cambio, un tema que “tarde o temprano” deberá considerar el próximo gobierno porque es una “válvula de escape que permite regular la inflación y el crecimiento de las Reservas Internacionales Netas (RIN)” nacionales.
DEMANDA
Sin embargo, en sus intervenciones públicas y ante medios de comunicación, Arce dejó en claro que ello no está todavía en su horizonte, por lo menos por ahora. Aparte, dejó en claro que volverá a aplicar una fórmula que le dio éxito cuando fue parte del gabinete de Morales: fomentar la demanda interna, sea con bonos u otros beneficios para la población.
Por ello, una de sus primeras medidas será el pago del Bono contra el Hambre de Bs 1.000, una propuesta que presentó para desafiar a la presidenta transitoria, Jeanine Áñez, quien postuló el Bono Salud de Bs 500. El planteamiento de Arce fue recibido por la Asamblea Legislativa, con mayoría del MAS, y fue aprobado mediante una ley promulgada por la presidenta del Senado, Eva Copa (MAS), empero, la Mandataria rechazó la cancelación del bono bajo el alegato de que no tiene fuentes de financiamiento.
Ya tiene claras sus primeras medidas
El presidente electo, Luis Arce, del Movimiento Al Socialismo (MAS), ya delineó algunas medidas clave que llevará adelante para enfrentar la crisis económica que agobia al país. Sus primeras acciones serán el pago del Bono contra el Hambre de Bs 1.000 y negociar con organismos internacionales la moratoria o condonación de capital e intereses de la deuda externa, a fin de utilizar esos recursos para reactivar la demanda interna y la inversión pública.
“Vamos a reconstruir el modelo económico que lo han destruido (el Gobierno transitorio). Nos están dejando una crisis en -11% de tasa de crecimiento. Si no nos ponemos a trabajar de inmediato, vamos a necesitar de tres a cuatro años para salir de todo esto. Ingresos y empleos es lo inmediato y de lo primero que nos vamos a ocupar”, anticipó en entrevistas con medios.
Respecto al Bono contra el Hambre, el exministro de Economía fue claro al señalar que el beneficio se pagará en 10 o 20 días, luego que asuma el mando presidencial, que será el domingo 8 de noviembre. Dijo que fondos de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo y del Banco Mundial financiarán la cancelación de este beneficio a sectores con bajos recursos económicos.
IVA
Entre las otras decisiones que impulsará el nuevo gobierno se encuentran tres proyectos de ley que son parte del plan denominado “Agenda del pueblo para el Bicentenario y el vivir bien”, que tienen que ver con la reducción del 13% al 8% del pago del Impuesto del Valor Agregado (IVA) a quienes lo consuman con tarjetas de crédito o débito, y su devolución a personas de bajos ingresos, y la aplicación de un impuesto a las grandes fortunas.
De acuerdo con Arce, los indicadores económicos “empeoraron mucho” en los 11 meses del mandato de transición de Jeanine Áñez, que dejará al país con una recesión (-11%) dura. “Ni en la década de los años 80, durante el gobierno de Hernán Siles y la Unión Democrática y Popular (UDP), que fue uno de los peores momentos económicos, alcanzamos esa tasa de decrecimiento”.