Reactivación económica requiere una ESTRATEGIA
Medidas. Los expertos observan la falta de un plan o estrategia
Entre luces y sombras, la administración del presidente Luis Arce cumplió 100 días de gestión. Dos analistas evalúan las medidas asumidas para reactivar la economía, coinciden que son “insuficientes” y observan la falta de un plan o estrategia a largo plazo.
El pasado 8 de febrero, el Gobierno cumplió tres meses de gestión, en los cuales se abocó a impulsar la demanda interna a través del pago del Bono contra el Hambre, la creación de fideicomisos para la otorgación de créditos al sector productivo, la aplicación de un impuesto a los millonarios, el reintegro del IVA y hacer anuncios de mayor inversión pública. Además, concentró sus acciones para enfrentar la segunda ola de la pandemia del COVID-19.
Para el economista Horst Grebe, resulta difícil afirmar que hubiera logros importantes porque en general “no se han tomado las medidas que eran de esperar y por lo tanto se puede decir que el resultado de la gestión (90 días) no es nada destacable”.
Argumentó su análisis señalando que en este tiempo el país ha continuado afectado por la doble “crisis sanitaria y recesiva”, por la pandemia del coronavirus.
Además precisó que “no hay señales de reactivación, hay incertidumbre en el ámbito de los inversionistas privados en vista de algunas medidas que se han adoptado que tienen más carácter simbólico que de recaudación. Por ejemplo, el impuesto a la riqueza (IGF), tampoco han funcionado las asignaciones crediticias para promover actividades de sustitución de importaciones”.
Según Grebe, esta situación demuestra que todavía no hay un plan o una estrategia para llevar adelante la reactivación económica, la cual espera ansiosamente la población boliviana.
“No hay todavía una estrategia visible, no hay todavía una clara orientación del rumbo que quiere adoptar el Gobierno, por lo pronto está embarcado en la campaña electoral de alcaldes, gobernadores y sus asambleas”, criticó el economista.
En sintonía con Grebe, el analista en Presupuestos Públicos de la Fundación Jubileo, René Martínez, observó que con las medidas aplicadas por el Gobierno, en sus primeros 90 días de gestión, no se están corrigiendo los “desequilibrios macroeconómicos”, como el déficit fiscal y comercial, así como la caída de las reservas internacionales.
Justificó su evaluación señalando que enfrentar la crisis e impulsar la reactivación requiere recursos económicos, por tanto, la obtención de financiamiento debe estar vinculado a un plan.
“Lo que no estamos viendo es que se estén tomando medidas para corregir los desequilibrios macroeconómicos que el país arrastra desde hace varios años, y que ahora muestran señales de riesgo para la economía”, dijo.
Martínez agregó que la administración del presidente Luis Arce está aplicando una política de endeudamiento externo para financiar sus medidas, sin resolver los problemas reales. “No se debe postergar los problemas económicos, es decir, endeudarnos más para arrastrar el problema para más adelante”, debe contarse con un plan de reactivación, insistió.
MEDIDAS
Respecto al impuesto a los millonarios, Martínez advirtió que a mediano o largo plazo la medida será negativa para la inversión privada y el ahorro. Y en cuanto al reintegro del IVA, dijo que no sería el momento adecuado para su aplicación porque busca formalizar actividades de una economía en crisis.
Frente a ese panorama, Grebe recomendó a las autoridades de Gobierno: “Es importante que definan el rumbo, clarifiquen prioridades y decidan qué van a hacer en materia de acceso a recursos de inversión productiva”.
En 90 días de gestión, la administración de Arce pagó el Bono contra el Hambre de Bs 1.000 y a la fecha suman más de 3,8 millones de beneficiarios y una erogación de Bs 3.877 millones; aprobó dos fideicomisos para la Reactivación y Desarrollo de la Industria Nacional (Firedin) con Sustitución de Importaciones (SI Bolivia), con un fondo de Bs 911 millones para créditos con una tasa de interés anual del 0,5% dirigidos a los sectores productivos de la micro, pequeña, mediana y gran empresa. También aplicó el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF), que alcanza a las personas con fortunas superiores a los Bs 30 millones o su equivalente en dólares. Además, anunció reactivar la inversión pública con $us 4.011 millones y revertir el déficit fiscal.