RICARDO RODRÍGUEZ: ‘Es más económico invertir en alimentos sanos y nutritivos
Desde hace cinco años lleva adelante investigaciones, ensayos y actividades de socialización sobre la importancia del aprovechamiento de las hojas y el grano de quinua. En función de la experiencia adquirida, impulsó el Día Internacional del Consumo de este producto.
ENTREVISTA
En Perú y Ecuador, cada 7 de julio celebran el Día Internacional del Consumo de la Quinua, valorando el aporte nutricional del grano andino para la alimentación de la población. En Bolivia, la fecha es conocida por los productores y comienza a ser aceptada por otros sectores. Esta celebración fue impulsada en foros internacionales y virtuales por el ingeniero agrónomo boliviano Ricardo Rodríguez, quien conversó con La Razón sobre la importancia del consumo de este grano, sus limitaciones y desafíos a futuro.
—¿Cuánto es el consumo per cápita de quinua en Bolivia?
—Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), el consumo de quinua en el país se ha incrementado en los últimos años. Por ejemplo, en 2013 llegó a 1,37 kg/año y en 2018 subió a 1,61. Para 2020, algunas autoridades estimaron que llegó a 2,3 kg.
—¿Este nivel de consumo es bajo comparado con otros países de la región?
—Si comparamos con otros países como Perú, que es actualmente el mayor productor a nivel mundial, y según el Minagri (Ministerio de Desarrollo Agrario), el año 2019 se tenía un consumo per cápita de 2,3 kg/año de granos andinos (quinua, cañahua, amaranto y tarwi), de los cuales se puede estimar un consumo de a 2 kg de quinua. En Ecuador es 0,3 kg de consumo per cápita de quinua y los otros países tienen valores inferiores al 0,1 kg o no registran.
—¿Por qué es importante incrementar el consumo de quinua en Bolivia?
—Por la salud de las personas, más aún en este momento de la pandemia, donde requerimos alimentos que realmente sean nutritivos y fortalezcan nuestras defensas, y la quinua tiene elementos nutritivos en cantidades y calidad que permite, además de nutrir al cuerpo, defendernos de enfermedades cardiovasculares, cáncer, intolerancia al gluten, etc. Otra razón es que aumentando el consumo interno apoyamos a nuestros productores para que sigan produciendo. Actualmente tenemos una dieta con un consumo per cápita de 90 kg/año de papa, 47 kg de harina de trigo en sus derivados, 36 kg de azúcar y 32 kg de arroz; entonces pensar en sustituir estos alimentos de inferior calidad nutritiva comparados con la quinua, cañahua, amaranto y tarwi; además de aumentar el consumo de verduras y frutas, no es inalcanzable, y debería ser un objetivo de las políticas alimentarias y nutricionales.
—¿El precio de la quinua es accesible para la población boliviana o es una limitante?
—En el mercado está entre Bs 10 y 25 el kg dependiendo el origen, procedencia y refinado, y es considerado elevado en nuestra realidad boliviana si lo comparamos con el precio del kg de arroz Bs 6, fideo Bs 7, azúcar Bs 5; es una limitante para la población con menores ingresos económicos. El precio está determinado por el costo de producción de la quinua y el rendimiento, que es uno de los más bajos del mundo 0,5 toneladas por hectárea, que comparado con otros países de la región está por arriba de las 2 toneladas por hectárea e incluso 6 toneladas, como producen en España.
—¿Qué se debe hacer frente a esa situación?
—La situación de la producción de quinua en las zonas tradicionales es muy crítica, desde el punto de vista ambiental, productivo y socioeconómico. Debido a que no ha existido un apoyo real e integral al sector desde hace décadas de parte de los gobiernos, aunque en teoría se han elaborado muchos documentos de planificación, en la práctica las acciones no lo han fortalecido y lo ponen en desventaja con los países vecinos, en una carrera mundial donde las naciones más desarrolladas en tecnología tienen mayores condiciones para obtener altos rendimientos. Y actualmente los precios del mercado no justifican el costo de producción con bajos rendimientos. Por ello, el sector quinuero está demandando acciones concretas como leyes y una entidad pública específicamente de la quinua. Aumentar el rendimiento pasa por muchas acciones, la principal es mantener y mejorar la fertilidad de los suelos, que se encuentran en proceso de degradación por la sobreexplotación del suelo, la falta de materia orgánica y protección contra la erosión eólica, entre las principales; como también el control de plagas, porque afectan directamente a la producción del grano. Además, mejorar el proceso de cosecha y poscosecha para reducir las pérdidas en este proceso. A pesar del precio de la quinua, que podría ser más bajo si se aumenta el rendimiento, es necesario difundir aún más las propiedades de la quinua en la población en general, incentivar el consumo por los beneficios en la salud ya mencionados, porque es más económico invertir en alimentos sanos y nutritivos que pagar los tratamientos de las enfermedades.
—¿Cómo el Día Internacional del Consumo de la Quinua incentiva a la alimentación natural en el país y el mundo?
—Después de cuatro años de arduo trabajo impulsando la celebración de este día a nivel internacional, considero que ya es parte de la agenda de productores, investigadores y emprendimientos con quinua en varios países del mundo, que buscan impulsar el consumo de quinua; y para orgullo de los bolivianos ante la población de otros países, ésta es una iniciativa de Bolivia, a pesar de que hace años hemos dejado de ser el principal país productor de quinua. Misión cumplida.
PERFIL
Nombre: Ricardo Rodríguez Márquez
Profesión: Ingeniero agrónomo
IMPULSOR
Es graduado de la Universidad Católica Boliviana “San Pablo”-UCB. Cuenta con un posgrado en Agricultura Orgánica de la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana (UNAP-Perú). Fue consultor en proyectos productivos y fue docente UCB-UAC. Es investigador independiente de las hojas de quinua.