Bolivia y América Latina enfrentarán una ‘desaceleración’
Imagen: LA RAZÓN ARCHIVO
La CEPAL y el Banco Mundial calculan que el país crecerá este año menos del 3,5%. Arce apunta al 5% con inversión
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Crecimiento. CEPAL y BM bajan el crecimiento de Bolivia para este 2022.
ECONOMÍA
Este 2022, el país crecerá 3,2% calcula la CEPAL, mientras que el Banco Mundial proyecta 3,5%. Los organismos aseguran que Bolivia y América Latina experimentarán una “desaceleración”, el presidente Luis Arce anticipa que los “decepcionará”.
Esta “desaceleración” se registrará en un contexto de “importantes asimetrías entre los países desarrollados, emergentes y en desarrollo sobre la capacidad de implementar políticas fiscales, sociales, monetarias, de salud y vacunación para una recuperación sostenible de la crisis desatada por la pandemia de COVID-19”.
Según evaluación de la secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, América Latina y el Caribe enfrentan un 2022 “muy complejo con persistencia e incertidumbre” sobre la evolución de la pandemia, fuerte desaceleración del crecimiento, se mantienen la baja inversión, productividad y lenta recuperación del empleo, persistencia de los efectos sociales provocados por la crisis, menor espacio fiscal, aumentos en las presiones inflacionarias y desequilibrios financieros.
“La desaceleración esperada en la región en 2022, junto a los problemas estructurales de baja inversion y productividad, pobreza y desigualdad, requieren que reforzar el crecimiento sea un elemento central de las politicas, al tiempo que se atienden las presiones inflacionarias y riesgos macrofinancieros”, dice la ejecutiva.
En esa linea, tambien el Banco Mundial (BM) asegura que tras el fuerte repunte registrado en 2021 la economia mundial esta entrando en una pronunciada “desaceleracion” en medio de las nuevas amenazas derivadas de las variantes del COVID.19 y el aumento de la inflacion, la deuda y la desigualdad de ingresos, lo que podria poner en peligro la recuperacion de las economias emergentes y en desarrollo.
En su informe “Perspectivas economicas mundiales”, el organismo estima que el crecimiento mundial se desacelere notablemente, del 5,5% en 2021 al 4,1% en 2022 y al 3,2% en 2023, a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo.
”La economia mundial se enfrenta simultaneamente al COVID.19, la inflacion y la incertidumbre respecto de las politicas; el gasto publico y las politicas monetarias se adentran en un territorio desconocido. El aumento de la desigualdad y los problemas de seguridad son particularmente perjudiciales para los paises en desarrollo”, dijo David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial. ”Para lograr que un mayor numero de paises se encamine hacia un crecimiento favorable, se requiere la accion internacional concertada y un conjunto integral de respuestas de politica en el nivel nacional”.
BOLIVIA. En el caso del pais, la CEPAL proyecta para este 2022 un crecimiento economico del 3,2%, cerca de 6 puntos porcentuales menos de lo que crecera Paraguay en esta gestion.
En tanto, el Banco Mundial proyecta un crecimiento del 3,5% para Bolivia, porcentaje superior a lo previsto para Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, entre otros paises de la region.
Para el presidente Luis Arce estas proyecciones, en particular del Banco Mundial, son ”meras especulaciones” porque la economia boliviana crecera por encima del 5% en este 2022.
”Vemos en los medios de comunicacion que el Banco Mundial nos da apenas 3% y 3,5% de crecimiento y, como sucedio en el pasado cuando era ministro de Economia, voy a lamentar decepcionarlos, porque vamos a sobrepasar el 5% de crecimiento este ano. Siempre hemos decepcionado las estadisticas y las proyecciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial”, dice el mandatario.
Arce apuntala su confianza en el desarrollo productivo antes que en las ”especulaciones estadisticas” de organismos internacionales. ”Siempre hemos producido mas, siempre hemos crecido mas de lo que nos han dicho y no depende de nadie mas que de nosotros mismos, de aumentar la produccion y hacer crecer la economia”, sostuvo.
De acuerdo al Presupuesto General del Estado (PGE), para este 2022 se preve una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 5,1%, asi como una tasa de inflacion de 3,4% y una inversion publica de $us 5.015 millones que se concentrara sobre todo en proyectos productivos.
Crecer más del 5% es muy ‘optimista’
Hablar de un crecimiento superior al 5% para Bolivia en 2022 expresa “exitismo” y demasiado “optimismo”, porque el país depende de los precios internacionales de las materias primas y de recursos financieros para la inversión.
El criterio fue expresado a LA RAZÓN por el presidente del Colegio Nacional de Economistas de Bolivia (Coneb), Jorge Akamine, al referirse a las expresiones del Jefe de Estado sobre las proyecciones de crecimiento de la CEPAL y el Banco Mundial.
“Es un escenario demasiado optimista porque depende mucho de las acciones que tome la administración de Luis Arce”, dijo y agregó que en el caso boliviano, así como de las economías emergentes en América Latina y el mundo, el crecimiento está “condicionado” porque primero son dependientes del precio internacional de las materias primas, como los minerales.
Otro de los factores clave es obtener los recursos suficientes para ejecutar los proyectos de inversión pública. “Es optimista invertir $us 5.015 millones en 2022 sin entrar en un diálogo franco con el sector privado para potenciar lo que es la inversión.
“CEPAL y Banco Mundial nos bajan el crecimiento porque no está claro el escenario internacional. Entones este año va a ser de expectativa sobre el comportamiento de los precios internacionales”, insistió el economista.
BOLIVIA. Según la CEPAL, uno de los temas económicos más preocupantes en la actualidad a nivel regional y mundial: el alza de precios de los productos y servicios. En 2021 se registraron presiones inflacionarias en la mayoría de los países de la región, lideradas por aumentos en los alimentos y la energía (la inflación llegó al 7,1% promedio a noviembre, excluyendo a Argentina, Haití, Surinam y Venezuela), y se espera que éstas persistan en 2022.
De igual forma, destaca que es crucial aumentar los niveles de recaudación y mejorar la estructura tributaria para dar sostenibilidad fiscal a una trayectoria creciente de demandas de gasto.
Los desafíos que presenta 2022, entre ellos el menor crecimiento económico, los riesgos de mayores tasas de interés, depreciaciones cambiarias y posibles deterioros en las calificaciones crediticias soberanas, complejizan el manejo de la política fiscal. Por ello se requiere una mirada estratégica del gasto público que vincule demandas de corto plazo con inversiones de largo plazo y que contribuya al cierre de brechas sociales, indicó el organismo de las Naciones Unidas.
De igual forma, la directora gerente de políticas de desarrollo y alianzas del Banco Mundial, Mari Pangestu, dijo que “las decisiones que tomen los responsables de la formulación de políticas en los próximos años decidirán el curso de la próxima década”.
Además que “la prioridad inmediata debe ser garantizar que las vacunas se distribuyan más amplia y equitativamente, de modo de que la pandemia pueda controlarse. Pero para abordar los retrocesos en el desarrollo, como el aumento de la desigualdad, se requerirá un apoyo sostenido. En un momento en que los niveles de deuda son elevados, será esencial la cooperación global para ayudar a ampliar los recursos financieros de las economías en desarrollo a fin de que puedan lograr un desarrollo verde, resiliente e inclusivo”.