Desafíos actuales de la banca en el mundo
Imagen: LINKEDIN
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Cambios. Un especialista teme que estemos en territorios desconocidos.
MUNDO
Especialistas financieros del mundo hablan sobre la situación actual de la industria bancaria, las preocupaciones inmediatas, cómo es que llegamos a la situación presente y qué ajustes a futuro es posible avizorar.
Las amenazas al sistema bancario mundial se perciben como disminuidas, pero la industria bancaria podría verse obligada a reducir los préstamos y reevaluar sus modelos de negocios en un ciclo de tasas de interés más altas. Importantes ejecutivos del sector expresaron calma ante lo que podría haber resultado un escenario más complicado, pero que igual deja preocupaciones sobre el futuro.
“Creo que, en tanto riesgo sistémico, eso ya pasó”, dijo esta semana el presidente del banco privado suizo UBS, Colm Kelleher. “Lo que aún no se ha resuelto es cuál es el modelo de financiación que funcionará en el futuro”, afirmó.
Si bien la inflación ha disminuido en EEUU, no ocurre esto de manera similar en otras regiones, incluyendo Europa. Los analistas ven que se acerca el fin del ciclo de los incrementos en las tasas de interés, pero no existe un pronóstico más o menos consensuado sobre cuándo exactamente ocurrirá eso. Así están las percepciones al presente.

Pero, volvamos un poco en el tiempo para revisar algunos antecedentes. Los bancos centrales advirtieron de la posibilidad de una recesión global luego de la crisis financiera de 2008 y también en el pico de la pandemia por COVID-19. En esas ocasiones, las soluciones por las que optaron para restaurar la confianza y mantener la economía en movimiento implicaron medidas conocidas como de relajación o flexibilización cuantitativa, que inyectaron enormes cantidades de efectivo.
Los bancos centrales compraron decenas de billones de dólares en bonos del gobierno y otros activos, procurando reducir los costos de endeudamiento y consecuentemente alentando la inversión. Así, se creó un tsunami de efectivo barato y empezó la era del dinero fácil.
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Desde finales de 2008 hasta 2016 las tasas de interés referenciales de la Reserva Federal de EEUU (Fed) se mantuvieron próximas al cero. Comenzaron a repuntar desde entonces hasta 2019, elevándose hasta el 2,42%. Tras la llegada de la pandemia bajaron nuevamente, aproximándose rápidamente al cero otra vez.
Hasta marzo del año pasado se mantuvieron así. Pero luego de la guerra en Ucrania las presiones inflacionarias se dispararon. La Fed comenzó a escalar sus tasas referenciales hasta ubicarse en 5,25% en abril, que es su nivel actual.
Ahora bien, en 2022 la inflación mundial alcanzó su nivel más alto desde 1996. Paralelamente a las políticas de incremento en las tasas de interés, los bancos centrales están embarcados en una reducción de sus balances inflados, vendiendo valores o dejándolos madurar y desaparecer de sus libros, en una escala jamás observada. Según un análisis reciente de Fitch Ratings, este ajuste absorberá $us 2 billones en liquidez del sistema financiero en los próximos dos años.
Esto puede tensionar aún más los mercados y sistemas bancarios, que ya vienen estresados.
“Existe la preocupación de que estamos en un territorio desconocido”, dijo Raghuram Rajan, exgobernador del Banco de la Reserva de la India. Advirtió sobre probables “consecuencias no deseadas” de las políticas que impulsan los bancos centrales para enfriar la economía y domar la inflación.

En un reciente paper académico firmado por Rajan y otros especialistas, titulado “Dependencia de la liquidez y altibajos en los balances de los bancos centrales”, los autores hacen observaciones técnicas sobre cómo llegamos a la situación actual y los desafíos que existen de por medio.
“Cuando la Fed amplió su balance a través de la flexibilización cuantitativa, los bancos comerciales financiaron las tenencias de reservas con depósitos y redujeron su vencimiento promedio. También emitieron líneas de crédito a corporaciones. Sin embargo, cuando la Fed detuvo la expansión de su balance en 2014 e incluso la revirtió durante el endurecimiento cuantitativo que comenzó en 2017, no hubo una contracción proporcional de estas demandas de liquidez. En consecuencia, el sector financiero quedó más sensible a posibles shocks de liquidez. Los bancos con menor capitalización quedaron más expuestos.
Esto requirió la provisión de liquidez de la Fed en septiembre de 2019 y nuevamente en marzo de 2020. Los bancos expuestos al riesgo de liquidez sufrieron la mayoría de las reducciones y las mayores caídas del precio de las acciones al comienzo de la crisis de COVID en marzo de 2020. La evidencia sugiere que la expansión y contracción de los balances de los bancos centrales implican interacciones entre la política monetaria y la estabilidad financiera”.