Se fue Gandolfini, el actor de ojos tristes
Éxito. Encarnó al gángster de la serie ‘Los Soprano’
Su corazón dijo basta en la Italia de sus padres. El actor James Gandolfini murió el miércoles por un paro cardiaco. Encarnó a Tony Soprano, en la que ha sido considerada la serie mejor escrita de la Tv, un papel que le dio la fama.
Quienes lo conocieron lo describen como un hombre gentil, humilde, cariñoso, con sentido del humor, fácil de trato y hasta con un punto hippie, una imagen que no llegó a trascender hasta el aparato mediático donde su nombre quedará inmortalizado bajo la sombra de su alter ego.
Gandolfini encarnó durante 86 episodios, a lo largo de seis temporadas emitidas entre 1999 y 2007, al personaje que redefiniría el rol del antihéroe en Hollywood: Tony Soprano.
En Los Soprano era un gánster de andar por casa, con bata y cara de sueño, que visita al psiquiatra y se confiesa superado para lidiar con sus riñas domésticas y sus tensiones laborales, aunque la violencia, la corrupción y las infidelidades formaron parte de su modo de entender la vida.
Gandolfini nació en Nueva Jersey. Durante su juventud trabajó como conductor de camiones, portero y administrador de un club nocturno en Nueva York. Un día acompañó a un amigo a una clase de actuación, a partir de ahí quedó cautivado y, según confesó a la revista Time, “Nunca antes había estado en torno a actores. Y me dije, ‘esta gente está loca; esto es algo interesante’”, agregó.
Debutó en Broadway en la obra Un tranvía llamado deseo, en 1992, y así continuó por otras más y en algunas películas, hasta que se topó con Tony Soprano, a quien conoció leyendo el guión del capítulo piloto escrito por David Chase antes de realizar la audición. Así le llegó una fama que no buscaba en un papel que terminó por cansarle.
Gandolfini reconoció que era “un alivio” pasar de página. “La crueldad sin fin terminó por afectarle”, explicó Chase, con quien Gandolfini perdió contacto. Pero el hacedor de uno de los mejores dramas de la televisión dijo: “Fue un genio. Es uno de los mejores actores de todos los tiempos. Gran parte de ese genio residía en esos tristes ojos”.
El artista estaba casado, tenía dos hijos y falleció a los 51 años. Después de Los Soprano, el actor apareció en diferentes películas, las dos últimas: La noche más oscura y la comedia El increíble Burt Wonderstone. Alistaba su regreso a la pantalla chica de la mano de HBO con la serie Criminal Justice, en la cual encarnaría a un abogado.
El actor obtuvo tres premios Emmy y un galardón en los Globos de Oro como Tony Soprano, además de una fama y fortuna que lo incomodaban. Él se veía como el mismo “gruñón y miserable” de siempre, pese al reconocimiento.
Aunque él se despidió en 2007 de Los Soprano diciendo: “Mis años con la mafia han terminado”, nunca pudo deshacerse de ese gánster al que era imposible odiar por más cruel que fuese: Gandolfini siempre será Tony Soprano.