‘Shang-Chi y la leyenda de los 10 anillos’: El cine Wuxia sigue pegando fuerte, 100 años después
Una reseña de la entrada 25 del Universo Cinematográfico Marvel.
En la década de 1920, en China, nació un género del cine llamado Wuxia, dedicado a hacer películas de artes marciales con peleas bien coreografiadas que luego eran aceleradas en postproducción y saltos increíbles que los actores hacían usando trampolines.
Estas películas tomaban mitos e historias de China, desde héroes hasta criaturas y monstruos, para plasmarlos como mejor podían en la pantalla grande para la alegría del público oriental. Tan populares se hicieron que no tardaron en exportarse, llegando a montones a la pantalla chica de Bolivia en las décadas de 1970 y 1980.
Con actores representavivos como Cheng Pei-Pei, Jet Li y Michelle Yeoh, el género Wuxia puede se representado por una de sus máximas expresiones: el filme de Ang Lee, Crouching Tiger, Hidden Dragon (2000).
Ahora, poco más de 100 años después del nacimiento del género, los trampolines ya no son necesarios con el poder tecnológico del Universo Cinematográfico Marvel, una franquicia de películas que ya cuenta con su propio protagonista Wuxia —traducido como “héroe de artes marciales”— en la figura de Simu Liu encarnando al superhéroe Shang-Chi en el filme Shang-Chi y la Leyenda de los 10 Anillos.
Bajo el mando del director Destin Daniel Cretton (Just Mercy), esta película de artes marciales cumple su misión para la casa productora Disney con creces: hay geniales secuencias de acción, excelentemente coreografiadas; la comedia es muy efectiva, en gran parte gracias a los esfuerzos de la actriz Awkwafina; y la historia hace perfectos homenajes a la mitología, literatura y cine Wuxia, con efectos visuales que permiten crear ese mundo fantástico y mítico que los cineastas de 1920 no podían crear con el “realismo” que Cretton y su equipo lograron aquí.
Particularmente en el tercer acto, cuando el filme se traslada a una tierra de fantasía, representando a zorros de varias colas y a los famosos leones de Fu. Es aquí donde la cinematografía juega más tributos a filmes como Hero (2002), con la forma en que elementos del paisaje ayudan a ilustrar los movimientos de las artes marciales y la repentina entrada en la historia de poderosas criaturas de leyenda.
Con todos sus aciertos, Shang-Chi también tiene sus problemas. La actuación del protagonista no siempre se siente estelar (más allá de su maestría en las peleas) y, pese a que muchas cosas épicas están pasando en el filme, este parece alargarse un poco más de lo debido. A eso pueden sumarse ciertas inconsistencias y soluciones fáciles a la trama.
Pero son pequeños detalles que no deberían quitarle lo divertido a una película que no solo pudo retratar animales fantásticos del folklore chino como ninguna otra antes, sino que también supo aprovechar la buena química de la actriz Awkwafina con todo el elenco para darle mucho corazón —y alusiones a Hotel California de los Eagles— a un filme lleno de patadas, puñetes y poderes.
Digna de ser disfrutada en el cine, Shang-Chi fascinará a todos los que soñaron alguna vez con ser un héroe o heroína de las artes marciales.
Adrián Paredes (1989), mejor conocido por su seudónimo Adrián Nieve, es escritor y periodista. Estuvo en el programa de radio La Cabina Azul y en los de televisión Revista Gorila, Cinema Trailer y Maga Cine. Ha publicado la novela «El Camino Amarillo de Drogothy» (2016, Gran Elefante Editorial) y «Hayley» (2018, 3600 Editorial). En 2021, publicará la novela «Morbo» (Parc Editores).